I'm Not Invisible! [임재범]

Capítulo Catorce

Luego de haber escuchado a Diana contarle cómo fue que comenzó a hablar con Jackson, ella le preguntó a Jaebeom sobre el tiempo que estuvo lejos. Él muy entusiasmado le contó sobre Youngjae, lo mucho que había crecido Nora e incluso que desgraciadamente había tenido que repetir año por los últimos problemas que tenía.

Diana observó lo mucho que Jaebeom también cambió, era más alto, sus hombros eran más anchos y se le veían increíblemente bien, además su rostro se veía más maduro y su cabello estaba más largo de lo que recordaba. Se sintió feliz por él, el cambio le sentó de maravilla y eso quizá podría traerle una chica. No recordaba que alguna vez él tuviera novia, así que esto era muy bueno.

Hablaron por un rato más hasta que el chico tuvo que despedirse, dijo algo de arreglar algo para la universidad pero no le dijo que iría a hacer una prueba de admisión para su misma sede, quería que fuera sorpresa.

Con solo un par de días más Jaebeom se sentía el hombre más feliz del mundo, había estado frecuentando a Diana más seguido pero había algunas veces que cuando iba a buscarla a la universidad la veía con ese tal Jackson y no podía evitar enojarse. Aunque claro, no desaprovechaba la oportunidad para abrazarla frente a ese tipo y burlarse en su cara.

Cierto día incluso pelearon en la heladería por un mal entendido por parte de Im, dijo algo que no le pareció bien a Jackson y éste se le fue a los golpes. Cuando Diana logró separarlos se molestó con Jackson sin oír sus razones y el chino se marchó indignado. Para Jaebeom fue bueno, pues tuvo la oportunidad de separarlos y todavía acercarse más a ella pero luego de unos días comenzó a sentir arrepentimiento, él sabía que Jackson no tenía culpa de nada, es más, él también hubiera reaccionado así pero el hecho de pensar que Jackson estaba interesado en ella le jodía de todas maneras posibles, ¿acaso nadie le va a dejar el camino libre?

Luego de pensarlo muy bien, días después Jaebeom acudió a la fiesta en casa de Diana por el cumpleaños de Nick. Buscó un momento adecuado para hablar con ella y contarle cómo sucedieron las cosas realmente, que pareció que él la insultó y Jackson solo actuó en su defensa, nada malo. Ella parecía sorprendida e incluso arrepentida por tratar mal al castaño sin razón alguna, agradeció a Jaebeom por la explicación y justo cuando él quería decirle algo significativo ella se excusó y se fue a la cocina para no volver en un buen rato, minutos después la vió animadamente hablando con Jackson sin dejar de sonreír. Vaya mierda.

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Había pospuesto durante mucho, su encuentro con Mark, el día que le llamó por teléfono el americano reaccionó realmente sorprendido parecía estar hablando con un fantasma. No hablaron mucho, Jaebeom propuso que se vieran en un bar a orillas de la cuidad lo antes posible.

Mark no estaba muy convencido de querer hablar con Jaebeom en persona, era consciente de que quizá éste ya sabía del asunto y no estaba equivocado, pero aún así acudió al encuentro.

No había mucha gente en aquel bar por lo que Mark pudo encontrar con facilidad a Jaebeom al fondo terminandose su trago, el rubio se acercó decidido y tomó asiento frente a él.

—Creí haber acordado una hora —murmuró el pelinegro mirando su reloj.

—Hola a ti también, me fue de maravilla, gracias por preguntar —respondió Mark.

Jaebeom lo miró fijamente esperando que dijera algo más, algo que no hacía falta sacar al tema con formalidad pero Mark no lo hizo y permaneció en silencio.

—¿Debo preguntar o vas a decirme?

—De acuerdo —espetó sin calma—. Estaba ansioso, muy ansioso. Diana me hizo entrar a un estado de abstinencia que no pude soportar ¿sí? Ella no se sentía preparada y yo me sentía desesperado pero no podía... Lo entiendes ¿Cierto? —no dejó que Jaebeom respondiera y continuó—. Kyung Gi me convenció para hacerlo una vez y me gustó, me gustó mucho, tanto que no pude dejarlo. Pero amo a Diana, no podía dejarla, así que creí que esto funcionaría —por fin se calló y miró sus manos juguetear nerviosamente, luego de unos segundos volvió a mirar al coreano y frunció el ceño—. ¿No estás molesto?