Capítulo Veintiocho

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Nora no parecía entender lo que significaban las vacaciones, pues aún se paraba sobre el pecho de Jaebeom y maullaba con su chillona voz para que éste despertara cada mañana. Él trataba de hacerla a un lado e ignorar su intento de despertarlo porque realmente no tenía ganas de levantarse todavía.

Nora no desistió y cada vez que Jaebeom la dejaba a un lado, ella brincaba encima encajando sus garras para no caerse.

Fue hasta que el teléfono del chico sonó cuando finalmente estiró el brazo al suelo y lo tomó para poder ver el mensaje.

Mei Wang

Jaebeom-mie

Mañana es el día, ¿cierto?

Tengo todo listo, te espero en mi casa, chico puntual.

Ni Nora pudo despertarme

¿Entonces  debo sentirme privilegiada?

Ese debería ser yo, vaya manera de despertar.

¿No prefieres que te despierte con el codo? Es más efectivo.

Piénsalo Jaebeom-mie, mañana te espero.

No pudo evitar reír con lo anterior, tampoco encontró palabras para responder así que sólo apagó la pantalla y tiró el teléfono de nuevo al suelo. Miró a Nora a su lado y suspiró asomando una tierna sonrisa, en momentos como ese le era inevitable reír a todas horas.

Recordó entonces que había quedado de verse con Mark en el centro al medio día, parecía ser temprano pero tenía muchas cosas que hacer antes de irse.

Se levantó de la cama lanzando la manta y cubriendo por accidente a Nora. Corrió al baño quitándose la ropa interior en el camino, porque era lo único que traía puesto, tomó su toalla del estante y se apresuró a tomar una ducha.

Un par de horas después salió de casa casi corriendo por ir tarde, estaba seguro que Mark se molestaría si no llegaba a tiempo.

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Efectivamente, Mark ya estaba en el lugar cuando Jaebeom llegó y no se veía contento.

—Sabes que detesto esperar —acusó el americano de brazos cruzados.

—¿Dos minutos? ¿Eso es lo que vale tu paciencia? —preguntó el pelinegro mirando de nuevo la hora— Deberías darme créditos, corrí hasta acá en diez minutos.

—Más te vale, igual no puedo molestarme contigo —Mark rodó los ojos—. Me extrañó que llamaras.

—¿Estabas ocupado?

—No realmente, mi tiempo libre lo estaba invirtiendo en ir al hospital a ver a Diana —confesó y comenzó a caminar—. Pero desde que Wang pasa todo el día ahí metido, no me dan ganas ni de acercarme.

—¿Cómo sigue ella? —preguntó Jae sintiendo su pecho estremecerse con solo recordarla.

—Aún no responde y no hay mucho avance —dijo Mark—. Pero su cuerpo sigue sanando a las heridas, se ve mejor.

—¿Crees que hago bien?

—¿A qué te refieres?

—Sé que la situación de Diana es difícil, pero no sé si debo renunciar definitivamente, es decir, no puedo dejar de pensar en ella y es frustrante porque sé que de alguna manera debo seguir, conocer a más personas y tal vez...

—Jaebeom, no tengas miedo de seguir sin ella —interrumpió Mark—, no te quedes estancado por costumbre, sal de tu zona de confort y experimenta con más chicas. Podrías llevarte una sorpresa en el proceso.

—Es extraño pedirte consejos cuando siempre fue al revés —rió el coreano—. Pero hay una chica muy linda, ella me gusta, es agradable, graciosa y tierna a su manera.

—Ey, espera —cortó Mark haciendo que Jaebeom lo mirara extrañado—. No me molesta en lo más mínimo en que te interese una chica pero siendo prima de Jackson no creo que las cosas terminen bien.

—¿Conoces a Maddie?

—Más de lo que crees. Aquel día en el hospital no la reconocí pero estoy seguro que la ví antes. Ella estuvo en la fiesta.

—¿La fiesta? ¿Cuál fiesta?

—La fiesta donde nos conocimos ¿recuerdas?

Las imágenes llegaron a la mente del chico junto a un mal sabor de boca, claro que recordaba esa estúpida fiesta. Fue una de sus peores experiencias pero su lado bueno fue conseguir un amigo como Mark, no era la mejor persona pero tenía lo suyo.

Pero entonces reparó en lo que dijo. ¿Maddie estuvo ahí? ¿Qué estaría haciendo en un lugar como aquel? Pensó que si la hubiera visto quizá no la recordaría hasta entonces pero no dejaba de sorprenderle saberlo.

—¿Estás seguro? —preguntó a Mark.

—Conozco a Jackson desde entonces, es una larga historia pero él y yo éramos amigo, de las últimas veces que hablamos bien fue en aquella fiesta. Tú me salvaste esa noche y esa chica, Mei Xiao sacó a Jackson de la fiesta. Sólo recuerdo que Jackson se encontraba en la habitación de al lado.

Jaebeom no podía procesar la información, de verdad el mundo parecía ser tan pequeño una vez escuchando cada parte del relato.

—Pero te diré algo —continuó Mark—. Ella no me da confianza.

Jae frunció el ceño.

—¿Por qué? ¿Por que es prima de Jackson? —casi a la defensiva habló.

—Bien, sabes que Jackson no me gusta nada, sé que a ti tampoco te agrada. Respeto que la chica te atraiga y sea buena contigo pero a mí ella simplemente no me gusta, y no por que sea una Wang.

—No entiendo, ni siquiera has tratado con ella, no la conoces —masculló el pelinegro sin darse cuenta como presionaba sus puños.

—Tampoco has tratado con Wang —se defendió Mark—. Hubo tensión entre ustedes por nada y lo odias sin razón, no eres el único en odiar de ese modo.

—No es lo mismo. Tengo motivos para odiar a Jackson, Mei Xiao aunque quisiera no podría darte razón para odiarla. Tal vez si la conocieras...

Mark no pudo evitar soltar una carcajada al escucharlo. Le parecía ridículo el ver cómo Jaebeom defendía a una chica que apenas y conocía. Y admitía que tenía razón en odiarla sin motivo pero se prometió no meterse esta vez en algo que hiciera feliz a su amigo.

—De acuerdo, cree lo que quieras. Pero ten cuidado con lo que haces, podrías salir lastimado.

Jaebeom no quiso pensar en ello el resto del camino, pero desgraciadamente fue lo único que tuvo en mente toda la noche. Ni siquiera pudo dormir.










Disculpen la tardanza, ya estoy a unos días del tremendo estrés que me espera.

Ya trabajando para lo que viene.

¿Les gusta el Jaeddie empalagoso, cariñoso o le bajo un poco?

I'm Not Invisible! [임재범]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora