Capítulo Doce

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No pasó mucho tiempo para que se escucharan los pasos de profesor por el pasillo, haciendo que Mark detuviera su entusiasta conversación con el pelinegro. Ambos chicos miraron al mayor esperando que dijera algo, éste se aclaró la garganta y con una extraña mirada habló al chico.

—Jaebeom, tenemos que ir a dirección para discutir tu asunto. Puedes regresar a las aulas Mark, las clases no tardan en comenzar —terminó dirigiéndose al americano.
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Mark se sintió terriblemente mal por todo, Jaebeom le había contado lo que sucedería si volvía a meterse en problemas y sinceramente no quería que se fuera, Jaebeom era hasta ahora su único amigo y estar sin él no sería lo mismo.

—Nos vemos después —la voz de Jaebeom llamó su atención y asintió.

—De acuerdo —fue la única respuesta del rubio antes de suspirar e irse por el pasillo a su siguiente clase.

Mentiría si dijera que no estaba nervioso, ya un poco calmado podía pensar bien las consecuencias de sus actos las cuales no eran realmente buenas. Ahora se arrepentía de actuar, de haberse dejado llevar por la ira y no detenerse a pensar en lo que eso le traería posteriormente. Intentó tranquilizarse por un momento mientras se dirigía a la oficina del director con el profesor detrás de él y creyó que lo mejor en esos momentos era esperar lo peor, todas las tenía en su contra.

Al entrar a la oficina pudo ver en el escritorio al imponente hombre con mirada fría acompañado de Chanhee, quien bajaba la mirada pero aún con señales de una estúpida sonrisa en su rostro.

Jaebeom suspiró de nuevo, sabiendo que quizás esta sería su última visita al director escolar.

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No se había molestado en ir a buscar a Mark, sabía que en cuanto le contara todo lo que hablaron en la oficina del director éste se molestaría mucho, así que optó por ir al almacén en busca de una caja lo suficientemente grande para sus pertenencias.

Agradecía internamente que las clases aún no terminaran, no soportaría tener que lidiar con miradas y preguntas de sus compañeros. Con sólo verlo sabrían algo de lo que estaba sucediendo y harto estaba de ser el maldito centro de atención.

Justo cuando metió el último libro a la caja el timbre de salida resonó en sus oídos, tenía que salir cuanto antes. Cerró la puerta del casillero ya completamente vacío y caminó lo más rápido posible hacía la puerta pero algunos estudiantes ya habían salido de clases e interferían en su camino.

Se sintió un poco mejor al momento de poder salir del edificio, solo faltaba cruzar la entrada y jamás volvería a pisar ese maldito instituto. Después de todo, tenía su parte buena.

Sin bajar la velocidad a la que casi corría sintió que tomaron su brazo izquierdo y lo hicieron voltear bruscamente. Enseguida se encontró con los ojos de Diana quien lo miraba con el ceño fruncido.

—¿Qué rayos pensabas? —regañó evidentemente molesta— ¿Tan idiota eres para caer tan fácil? —él la miró un poco desconcertado, ¿por qué le hablaba así?— Una cosa Jaebeom ¡Una maldita cosa no pudiste hacer! ¿Por qué no me dijiste que te expulsarían si te metías en problemas?

Ella lo empujó, Jaebeom no entendía por qué lo insultaba, aquello le estaba doliendo. La chica que tanto le gustaba estaba tratandolo de esta manera que lo hacía sentir la peor persona del mundo.

—Tranquila, por favor cálmate —dijo con voz suave para evitar que ella se alterara pero fue todo lo contrario.

—¡No me voy a calmar! ¡Encima ibas a irte sin siquiera decir algo! —reprochó— ¿Qué tanto te hizo enojar para que lo golpearas?

I'm Not Invisible! [임재범]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora