Capítulo Treinta y Siete

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Por los próximos días, Jaebeom parecía más inquieto de lo normal. Maddie definitivamente dejó de buscarlo justo como él le pidió que hiciera y eso no lo tuvo tranquilo, al contrario, sentía que cada segundo sin ella era una tortura. No quería admitirlo pero comenzaba a echarla de menos, tanto que hasta cierto punto llegó a doler.

Pero era muy orgulloso ¡Vaya que lo era! Seguía diciendose que él no tenía la culpa más que confiar en ella y dejar que sucediera más de lo debido. Maddie tenía la culpa, pensó, fue muy entrometida y llegó al límite en lugar de esperar a que él decidiera contarle todo. Jaebeom seguía procesando lo que pasó y no entendía casi nada, tal vez si la hubiera dejado hablar sabría sus intenciones, aunque por momentos se preguntaba si en verdad ella sería totalmente honesta con él.

Así eran sus días desde que no la veía, la mayor parte del tiempo pensaba en ella, en cómo lo estaría pasando y si estaba bien, pero al recordarse que ella le hizo daño se obligaba a meditar en otra cosa, lo que fuera.

Los días se convirtieron en semanas y ella no había aparecido por ningún lado. Sin llamadas, sin mensajes, nada. Era como si la tierra se la hubiera tragado. También estaba el hecho de que Jackson se había ido a Europa por el asunto de la beca en el extranjero, aunque quisiera no podía preguntarle sobre ella, realmente a estas alturas ya comenzaba a preocuparse.

Debía admitir que para ese tiempo, él ya no estaba tan molesto, más bien se sentía un poco confundido, invirtió tanto de sí mismo analizando y pensando a profundidad que terminó preguntándose ¿Quién le hizo daño a quién?

Ella traicionó su confianza, pero él la trató mal, incluso desde el principio fue grosero con ella intentando alejarla, no le dió méritos por persistir y mucho menos por lograr algo en él como su repentino interés en ella. Jaebeom juró no volverse a enamorar pero en el momento menos indicado llegó Maddie a poner su mundo de cabeza y él al primer error la echó de su vida.

Merecía este tormento, la soledad, la culpa, el arrepentimiento, todo. Tenía que verla, disculparse y tratar de recuperar lo que sea que tenían y quizá llegar a más. No poseía el derecho para pedirle algo más pero lo intentaría, hablaría con ella seriamente para llegar a un acuerdo, lo que fuera, total, solo quería verla y tenerla de nuevo.

Tardó bastante por decidirse completamente en ir a buscarla. Lo habló con sus amigos; Yugyeom y Chan quienes enseguida lo animaron por ir cuanto antes a su encuentro, ellos aseguraron que todo saldría bien y que las cosas mejorarían. Eso fue suficiente para que por fin se armara de valor y tomara la iniciativa.

Aquella tarde se aseguró de terminar todos sus pendientes, dejó sus trabajos y proyectos de clases terminados antes de tiempo, hizo trabajo extra en el café e incluso días antes se quedó más allá de su tiempo de trabajo para compensar lo anterior y lo que venía.

No era demasiado tarde para lo que tenía pensado hacer. Luego de ponerse su mejor atuendo y haberse esmerado en lucir lo mejor posible, montó su auto y condujo a casa de Maddie. Durante todo el camino estuvo pensando y meditando en las palabras que debería usar para hablar con ella, no tenía idea sobre cómo lo tomaría o si estaría molesta con él, pero no le importaba, haría lo que fuera necesario para conseguir su perdón.

No le tomó mucho tiempo llegar, estaba ansioso y muy nervioso por lo que pasaría. No le daría más vueltas y sería firme a su decisión. Se dirigió con pasos torpes a la puerta y con la mano temblorosa dió tres golpecitos a ésta.

Segundos después tuvo frente a él a una mujer no tan mayor que lo recibió con una amable sonrisa y una suave voz.

—Hola, ¿En qué puedo ayudarte?

Por un momento se quedó pasmado mirando a la mujer con aire familiar y fue cuestión de segundos para concentrarse en la pregunta que le había hecho.

I'm Not Invisible! [임재범]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora