Jaebeom quiso que Maddie lo acompañara a su casa para encontrarse con Bambam pero ella se negó porque esa conversación no era de su incumbencia y prefirió quedar con él para otro día.
El chico no discutió más con ella y fue a casa aún pensando en la inocencia de su amigo, sin embargo, luego de analizarlo un poco llegó a la conclusión de que Mark no fue un chico flor desde que lo conoció, tuvo su lado bueno tanto como su lado malo, inclusive de todo lo que le reclamó en algunas ocasiones. Ya no sabía qué creer, quizá tendría que verlo por si mismo.
La conversación que tuvo con Bambam fue muy larga, el menor no tuvo intensión de que Jaebeom odiara a Mark ni mucho menos, solo quería que lo ayudara a saber qué debían hacer para que el americano dejara en paz a Diana y le diera oportunidad de recordar las cosas como era debido. Pero Jaebeom no dió respuesta que Bambam le pedía, simplemente asintió y dijo.
—Lamento lo que hizo Mark, me encargaré de hablar él, pero no te aseguro un cambio de su parte.
Bambam no lucía satisfecho con aquella conversación pero dado que ya era bastante tarde y que lo esperaban en casa, pensó que era mejor despedirse y marcharse.
Una vez estando solo, Jaebeom se mostró frustrado por verse metido en ese tipo de problemas. Ya suficiente tenía con los suyos y no creía tener cabeza para lidiar con más.
Esperaba que pronto todo se resolviera.
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Jaebeom estuvo tratando de comunicarse con Mark, pero este no respondía sus llamadas ni mensajes y cada vez que lo veía corría con ridículas excusas yéndose sin dar más explicaciones.
A este punto ya no sabía si realmente valía la pena seguir intentando, seguía creyendo que al no ser su asunto no estaba obligado a hacerlo pero en parte necesitaba saber qué estaba sucediendo con Mark, su amigo prometió no distanciarse y precisamente eso estaba haciendo.
En ese momento suspiró bajando la cabeza a sus manos y vió una tercera posarse sobre su derecha.
—¿Estás bien? —preguntó Maddie a su lado con preocupación.
Él buscó a su alrededor y notó que ambos estaban sentados frente a la puerta de su casa, que comenzaba a oscurecer y que Maddie no llevaba un abrigo puesto. Tanto así se perdió en sus pensamientos.
—Estoy bien —le sonrió y puso su dedo índice sobre su entrecejo—, no frunzas así el ceño o te quedarán arrugas —al sentir su mano un poco fría la entrelazó con la suya y señaló la puerta—. Deberíamos entrar un rato.
Maddie asintió y se puso de pie junto a él. Jaebeom había terminado por acostumbrarse a la presencia de la chica en su casa, las tardes ya no le parecían tan eternas y el silencio no era tan aterrador, siempre que ella lo acompañaba el tiempo parecía detenerse y a la vez avanzaba más lo rápido posible, pero él se aseguraba de disfrutar cada segundo sin perderse de nada. Y lo que más disfrutaba de todo, era que cada día ella estaba gustosa de estar con él, la sensación era única.
De nuevo se perdió en sus pensamientos sin darse cuenta de que Maddie le había hecho una pregunta.
—¿Disculpa? —inquirió Jae un poco apenado por su falta de atención.
—Te pregunté si querías sentarte —repitió ella señalando el sofá.
Jaebeom asintió y tomó asiento mirándola hacer lo mismo. Se quedó en silencio por un rato hasta que decidió compartir con ella su creciente inquietud.
—¿Recuerdas el asunto de Mark? —ella asintió lentamente— Realmente empiezo a creer que soy yo quien lo evita a toda costa —confesó—. Él es de las pocas personas que tienen mi aprecio y algo como lo que hizo no tiene perdón. Temo terminar con esta amistad a pesar de que es lo mejor para ambos.
Maddie volvió a asentir y se acercó un poco tomando su mano con cariño, lo miró a los ojos y sonrió.
—Si sirve de algo mi opinión, creo que deberías hablar seriamente con él, no reprochar ni acusar, pero sí tratar de entender sus razones y ayudarlo si es necesario —sugirió—. Sé que es tu amigo pero queda en ti si crees que merece perdón o no, tú lo conoces y debes tener alguna idea de lo que él piensa. Pero hazlo, siempre arregla las cosas hablando con calma.
Jaebeom pensó que ella tenía razón, no podía atrasar más esa plática con Mark y dejar que su gran mentira creciera o alguien terminaría muy mal. Estaba agradecido con Maddie por escucharlo y aconsejarlo en lo que pudiera, por tomar la debida seriedad cuando era necesario y por hacerlo reír en el momento justo. Había tanto de ella que le gustaba que casi se sentía un completo idiota.
Sintiéndose de pronto atraído por su mirada y la forma en que sus labios se presionaban entre sí, no se contuvo ante tal imagen y la tomó por las mejillas con suavidad, acercándose y besándola con sumo cuidado.
En ese instante no quería nada más que besarla y sentirla entre sus brazos, que ella se entregara y le mostrara todo lo que podía dar. No quería admitirlo pero lo que sea que tuvieran, lo estaba llevando a sentir más de lo que debía. Jaebeom recordaba solo tener la necesidad de estar con ella y compartir tiempo juntos, luego vino el creciente deseo de poder besarla y probar sus labios que tanto parecían llamarle a gritos, pero ahora quería más, mucho más, y no se trataba de una simple necesidad biológica más, sino hacerla disfrutar y llevarla al límite una y otra vez hasta que su cuerpo saciara su deseo. Sin embargo, la parte racional de su sistema le advertía peligro como lo hacía en todo momento desde que la conoció.
¿Debería continuar? Se preguntaba.
Al ver la posición en la que se encontraban supo lo lejos que podían llegar. Ya estaban recostados en el sofá, una posición un poco incómoda pero sabía que no les tomaría mucho llegar a la habitación por la debida comodidad para ella, porque por él, no tenía problema con hacerlo ahí mismo.
Maddie lo miró un segundo con inseguridad y se relamió los labios rojos e hinchados.
—Lo siento —susurró ella tratando de evitar su mirada.
—Te deseo —murmuró él ignorando lo que ella dijo—. Tanto como no tienes idea.
La respuesta de Maddie fue besar la comisura de su boca y asentir con los ojos brillantes de algo que el chico pudo interpretar como lujuria.
Jaebeom enseguida se hizo a la idea de que esa noche marcaría un cambio realmente grande.
Gracias, de verdad infinitas gracias por seguirme leyendo.
Y más en un momento tan difícil.
Les quiero mucho.
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I'm Not Invisible! [임재범]
ФанфикшнUna promesa. Una decisión de no volver amar. ¿Qué sucede cuando alguien interfiere en sus planes? Jaebeom tuvo que perderla para entender que ella era la indicada. ¿Qué tan lejos tiene que llegar ahora para darse cuenta de que es demasiado tarde? AN...
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