Capítulo Diecinueve

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—Espera, ¿dices que el imbécil ese va a pedirle a Diana que sea su novia? —preguntó Jaebeom alzando la vista.

—¡Sí! Es lo que estoy tratando de decirte. Escuché a Kyung Gi pedirle a Tae Son que lo hiciera y después quién sabe qué más van a hacer, pero seguro no es bueno —dijo Bambam casi alarmado.

—¿Y por qué me lo dices mí? Creí haberte dicho que no tengo nada que ver con ella —espetó el pelinegro recordándoselo también a él mismo, no debería importarle. No debería.

—Creí que querrías saberlo, esos dos piensan jugarle algo y tú, bueno... Eras su amigo.

Jaebeom no pudo evitar mostrarse molesto, ya se estaba hartando de que todo mundo lo viera como el malo que no quiere saber nada de Diana cuando lo único que quería era no salir más lastimado. Ya era bastante difícil hacerse a la idea e intentar alejarse como para que vinieran y le dijeran este tipo de cosas. ¿Acaso nadie vió lo mal que lo pasó? Seguro no y por ello eran tan insistentes.

—Si tanto te molesta, resuelvelo tú —zanjó con seriedad y cerró de un portazo el casillero.

Bambam lo vió alejarse con pasos pesados y puños apretados, sabía que había hecho mal pero estaba seguro de que Jaebeom sabría qué hacer y terminaría ayudando, solo esperaba que diera resultado. Por otro lado el pelinegro, caminaba mientras bufaba y maldecía de todas formas posibles, era increíble que incluso Bambam se pusiera en esa posición de querer estar del lado de Diana.

Jaebeom siguió su camino tratando de controlar su enojo hasta que a lo lejos vió a Wang acomodando las cosas en su casillero. Sin pensarlo dos veces se acercó y le cerró el casillero de un portazo.

—¿Qué mierda sucede contigo? —pregunto el castaño molesto y confundido.

—Que te estás durmiendo imbécil. Tae Son piensa pedirle a Diana que sea su novia y seguro como el infierno que no estás enterado.

—¿Qué? ¿Quién te dijo? —inquirió esta vez olvidando su enojo.

—Eso no importa, pero si ella acepta ser su novia, no solo te voy a partir la cara, te quedarás con el remordimiento de no hacer nada y lo lamentarás como no tienes idea —advirtió el pelinegro entre dientes no queriendo perder el control.

—De acuerdo, entiendo. Haré lo que pueda pero...

—Bien —interrumpió Jae dando por terminado el tema y sin esperar respuesta o decir algo más, se fue de la misma manera en la que llegó.

Jackson aún estaba un poco sorprendido por la actitud de Jaebeom, pero enseguida supo lo grave del asunto. Tenía que hacer algo antes de perderlo todo.

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Con un poco de vergüenza el chico entró al establecimiento y se dirigió con rapidez al área de empleados pero al cerrar la puerta se topó con su jefe, quien lo miró un poco extrañado y sorprendido.

—Jaebeom, ¿qué haces tan temprano aquí? ¿no deberías estar en clases?

—Tendré unos días libres de clases y quería aprovechar para trabajar unas horas extra —mintió esperando no ser descubierto, siempre fue un mal mentiroso. Pero parecía que su sonrisa había logrado convencerlo ya que el mayor asintió y segundos después se fue.

Jaebeom suspiró entre aliviado  y preocupado. Tenía unas inmensas ganas de ser golpeado con un tubo hasta perder la conciencia. Desde un principio se dijo que no haría más por ella y que la olvidaría costara lo que costara, pero ¿por qué no podía hacerlo en verdad? ¿por qué no era tan fácil hacerlo como decirlo? Si de verdad quería hacer un cambio, debería tener verdadera fuerza de voluntad y dejar ir lo que más ama.

I'm Not Invisible! [임재범]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora