Spideypool Verse

29. SOLO SI LO PROMETES

No le había tomado mucho llegar a su departamento, aunque de forma extraña, había llegado más rápido que en otras ocasiones, lo que le hizo confirmar que en definitiva, debía haber alguien arriba que lo odiaba, pues aún cuando intentaba llegar rapido por que su tía May estaba en casa, eran pocas veces las que lo lograba.

Le molestaba el hecho de que ahora que ella estaba fuera, cuando podía tomarse su tiempo y disfrutar del viaje, llegaba en poco tiempo sin proponérselo, debía llegar a estudiar y aún tenía algunas cosas que hacer, pero aun así, al comenzar el camino a su departamento, su idea era tardar para poder pensar.

Abrió la ventana de su habitación con cuidado apenas llegó a su piso, una precaución que tomaba solo para no alertar a los vecinos, quitandose la mascara apenas entro y tirándose sobre la cama, realmente cansado, mirando con sorpresa la hora que marcaba el reloj, al parecer se había perdido tanto en sus propios pensamientos, que el tiempo se le había pasado volando y no se había dado cuenta de las dos horas que había dejado pasar.

Eso debería hacerlo sentir mejor, pero en realidad, ahora se reprochaba el no haber disfrutado como debía ese tiempo.

Bostezo antes de cerrar sus ojos, decidiendo dejar el estudio para otro día llamado mañana, prefiriendo no pensar en los platos sucios o la ropa que se habían quedado en su pequeña sala de estar, solo queriendo dormir, había sido un día lleno de sorpresas y problemas por todos lados.

Después de todo, gracias a una explosión causada por un hombre con poderes místicos que apenas sabía usar y que había robado un libro entre tantos objetos históricos con solo valor cultural, había conocido a dos Deadpool y a dos Spiderman más.

Y si, era tan loco como se escuchaba.

Al principio, le costó dormir, pensando en si habría sido buena idea el dejar a sus visitantes con su Deadpool o si hubiera sido mejor ir directamente al complejo de los vengadores para arreglar ese problema lo antes posible y devolver a sus visitantes a sus respectivos mundos.

De inmediato recordó que aunque fuera, realmente no estaba seguro si alguien de ayuda le recibiría, por lo que era mejor esperar a que Happy o Tony le respondieran sus mensajes. Por un momento considero enviar otro, creyendo que tal vez no había especificado que era algo urgente,  pero antes de que alguno de esos pensamientos lo hicieran levantarse de nuevo, el sueño lo fue venciendo, dormitando por algunos minutos antes que unos débiles golpes a su ventana lo hicieran despertar y abrir los ojos.

Al principio los ignoró, pues habían sido tan débiles que bien podrían haber sido cualquier cosa, pero conforme se hicieron más insistentes, no le quedó de otra más que levantarse y averiguar qué estaba pasando.

-baby boy-le llamó Deadpool en un susurro, haciendo que el chico se molestara de inmediato al verlo ahí, considerando volver a la cama e ignorarlo, pero ahora no tenía la paciencia como para esperar hasta que se fuera por su cuenta, por lo que se acercó, abriendo apenas un poco la ventana.

-¿Qué haces aquí? No puedes venir a mi departamento, lárgate-le ordenó también en un susurro, realmente molesto por lo imprudente que era, pues cualquiera podría seguirlo hasta él ¿Acaso debía explicarle con manzanitas lo que IDENTIDAD SECRETA significaba?

-pero baby boy, es que yo no sé qué hacer-se defendió el mercenario, queriendo acariciar la mejilla expuesta del contrario pero un manotazo le hizo arrepentirse de eso, haciendo un puchero al no poder tocarlo.

-solo tienes que quedarte con nuestras versiones y ya, no puedes dejarlas solas, este no es su mundo-lo regaño Peter, apenas si revolviendo su castaño cabello con un poco de frustración-regresa con ellos y ya no me estés molestando-le ordenó, a punto de cerrar la ventana, aplastando la mano de Deadpool al bajar el marco con fuerza, pues el mercenario  la había metido para tratar de detenerlo.