Spideypool Verse

103. DEADPOOL BUENO.

Peter bajo la mirada después de decir aquello, suspirando con cierto alivio al por fin lograr sacarlo, un poco nervioso cuando Wade ya no le dijo nada, quedándose en un incómodo silencio que duro algunos minutos.

En cambio, Mcu Deadpool sonrió al ver la actitud del castaño, pues ya no era ese rebelde chico en que Venom lo había convertido, si no que había regresado a ser ese gruñón adolescente que hacia pucheros casi sin darse cuenta, con esa dulce mirada que desviaba cada que le tomaba de sorpresa con sus palabras o acciones.

Ese castaño tímido, que lo había rechazado tantas veces con una constancia digna de admirar, ahora admitía que en realidad disfrutaba de su compañía, que gustaba de su presencia.

Esa si era una dulce victoria, porque el terco niño ahora lo admitía y nadie lo controlaba, porque lo que decía era nada más que la verdad y ahora no podría negarla de nuevo.

-Wade ¡ya di algo! -se quejó Peter al notar que solo lo estaba mirando, sonrojándose más ante la sola posibilidad de que no le haya escuchado y tuviera que repetirlo de nuevo. No se creía capaz, decirle una vez le había costado demasiado.

- ¿Qué quieres que te diga, baby boy? -le cuestionó Wade con cierta diversión, sonriendo aún más, acercándose lentamente al oído de del castaño para susurrar-si ya hasta te entregaste a mí, Spidey-

¡Oh! Como tuvo que detener sus manos al sentir el temblor que recorrió la espalda de su pequeño, sin moverse de donde estaba para dejar un beso en la piel expuesta del chico, y aunque no pudo sentir su suave piel debido a la máscara, eso no impidió que el recuerdo de ellos dos juntos llegara a su mente.

-yo no...yo jamás...-

- Peter, Peter ¿acaso no recuerdas lo que hicimos? -tomó una de sus nalgas, apretándola con cierta fuerza para luego estirarla un poco, con su voz volviéndose más gruesa- ¿quieres que te ayude a recordar como gritabas mi nombre? –preguntó, con uno de sus dedos ya encaminado hacia su entrada, usando su mano libre para acariciar la rodilla del chico, comenzando a empujarla para hacerlo abrir las piernas.

Y justo en ese momento, llegó la cachetada que tanto había estado esperando.

Sip, su baby había vuelto.

-e... eres un pervertido ¡ni sueñes que volverás a hacer eso! –exclamo el castaño, gruñendo al sentir el abrazo de oso en el que se vio envuelto, apretando sus piernas mientras golpeaba al mercenario-suéltame... -

-baby, solo estaba jugando-le dijo Wade con su voz más dulce y tierna, dejando algunos inocentes besos en la mejilla, aflojando un poco el agarre para poder tomar el brazo con el que el chico lo golpeaba, dejando un beso en su mano-también me gustas mucho, me alegra que ya dejes a tu corazoncito libre para mí, prometo que lo cuidare y le daré mucho amor –

-en verdad debo tener algo mal en la cabeza-murmuró Peter, sin poder creer que en serio aquel maníaco hiciera que su corazón latiera tan rápido, dejando de resistirse cuando Deadpool dejó de manosearlo, solo apretándose a él, como si le pidiera amor.

-mi dulce niño ya me quiere y me ama, ya puedo ser feliz-celebró el mayor, acercándose a los labios del chico, chupandolos suavemente, aferrando sus manos a las sábanas, o terminaría por tocar partes aún más ricas de su cuerpo.

-sí, sí, pero me aplastas-se quejó de nuevo el castaño, pues ya lo tenía por completo encima, girando el rostro para romper el contacto entre sus bocas, cruzándose de brazos como pudo-solo... que me gustes no quita el hecho de que seas un dolor de cabeza-

-no, pero soy tu dolor de cabeza-admitió Deadpool, acurrucándose entre los brazos del menor, sabiendo no podía estar más feliz al ver como ahora no le rechazaba, sintiendo que podría estar así por horas, solo acostado, recibiendo esas caricias de Peter que parecían ser involuntarias.