Spideypool Verse

112. TENÍA 18.

-Wade-

- ¿si, baby? –

-estoy a punto...-

- Mmm yo igual –

- ¡Wade! –lo regaño Peter-déjame terminar-

-eso intento, pero no quieres que te toque...-

- ¡que estoy a punto de golpearte, idiota! –le gritó, ya exasperado.

Su Deadpool era lindo, tierno y pervertido en un grado bastante agradable en ocasiones, y aunque lo amara, aun así, el castaño no podía negar que a veces era demasiado tonto.

-p... pero ¿Por qué? –

-no me has dejado moverme de aquí desde que nos encontramos-le recordó Peter, cruzándose de brazos, completamente acorralado contra la pared-solo quítate y déjame pasar, por favor-

- ¿estas molesto conmigo? –

-no-

-suenas molesto-

-Aaggh son iguales-se lamentó el castaño, tomando un poco de aire, tratando de no perder la paciencia-mi tía May está aquí, nos está esperando ¿sería mucho pedir que me dejes ir con ella, Wade? –le pregunto, tomando con ambas manos el rostro del mayor.

-te aburriste de mi ¡lo sabía! Por eso ya no me quieres a tu lado ¿soy tan fastidioso? Solo quería ser un buen novio y ser cariñoso o tu podrías dejarme por ser tan frío contigo, pero tampoco quería ser tan empalagoso...-comenzó a decir, jugando con sus dedos.

-oye-lo llamo el castaño, sintiendo cierta culpa al ponerlo en ese estado-eres un buen novio ¿está bien? Me gusta me abraces y seas cariñoso y no, no eres empalagoso ni me aburrí de ti, pero me gustaría un poco de espacio ¿entiendes? No estoy... listo para eso... para hacerlo de nuevo...-comenzó a bajar la voz, bastante avergonzado.

Tal vez su primera vez no debía contar porque lo había hecho al estar bajo el control de Venom y aunque había vuelto a hacerlo en aquel cuarteto inesperado, después de eso se había sentido demasiado mal.

Siempre había creído que hacer el amor era especial y eso se había visto tanto como un juego y eso no era lo peor, lo peor era que él quería jugar, pero no sabía cómo, él no podría hacer sentir así de bien al mercenario como lo hizo Parker.

- ¿hacer qué? –pregunto Wade de forma inocente al no comprender.

-ya sabes que-

-ehh no baby, la verdad no entiendo-respondió, preocupado por que por más que forzaba su cerebro, no podía entenderlo, pero al ver como las mejillas de su niño se encendían no tardo ni un segundo en comprender-ohh ¿lo de hacer el amor? –

-si-

- Petey, que no tienes que preocuparte por eso, si no quieres hacerlo, solo dímelo, que puedo esperarte todo lo que quieras-lo abrazo, dejando un beso sobre sus cabellos-rayos, baby y yo que creí que había vuelto a meter la pata-

- ¿y no te molesta? ¿Que tu novio... que yo no pueda hacerlo? ¿Qué sea un inexperto? –

-Mmm no ¿debería? –quiso saber, rascando su vientre-sé que eres un ángel araña de alas blancas, y eso es lo que me gusta de ti-comenzó a explicarle, levantando un poco su máscara para darle besos cortos, con una luminosa sonrisa apareciendo por cada contacto de labios existente-además, lo que más me gusta es que yo puedo pervertirte-le susurro con voz más grave, para luego volver a una más dulce y tierna-espero ansioso por el día que me dejes hacerte mío de nuevo, pero eso no significa que sea lo único que espero-