Spideypool Verse

41. NO TODOS TIENEN LA MISMA SUERTE.

-¿qué es lo que intentas?-le pregunto Assassin, por primera vez desde que habían llegado a ese mundo, se sentía inseguro, sin saber qué esperar.

No le había sido difícil descifrar las verdaderas intenciones de su Deadpool, pero ahora, estas se volvían confusas, no encontraba ningún propósito o ganancia.

-solo dije que eres encantador-le respondió el mercenario con fingida inocencia, dándole un corto beso en los labios, jalando suavemente la piel con sus dientes, procurando no lastimarlo.

Por petición de reverse se habían ido y aunque Assassin ya esperaba que su compañía aprovechara para hacerle pagar la forma en que lo había abandonado esa mañana, no habían pasado de los besos suaves y lujuriosos, pero nada más.

Si, lo estaba tocando, con sus manos paseándose por todo su cuerpo, pero en ningún momento le había lastimado.

-si te rompo, no podré usarte en un buen rato-fue la excusa que le dio antes de meterle la lengua de nuevo.

-no soy ningún juguete-

-porque aún no me has dejado meterte a una cajita de cristal, el precio aumenta cuando el juguete de colección es bien cuidado-

-¿y yo soy tu juguete de colección?-le preguntó Assassin con sarcasmo, sin evitar reírse un poco por la ocurrencia de su compañero-jamás pagaste por mi-

-puedo meter algunos billetes en tu culo ¿qué te parece?-le propuso mientras sacaba un billete de su cinturón, acariciando con él la mejilla del joven castaño-ahora dame un beso-

-no quiero tu dinero, si quieres un beso, pídelo bien, di por favor-

-por favor-susurro Deadpool, sonriendo al descubrir cómo eso le complacía a su caprichoso Spiderman, recibiendo un candente beso como premio, pero que no duró tanto como le hubiera gustado-oye, oye, oye, creo que merezco más que eso por ser educado-

-¿quieres más?-le pregunto el chico, manteniéndose cerca de su boca antes de separarse-entonces ven por más-le dijo antes de lanzar su telaraña para columpiarse lejos, dejándolo atrás en poco tiempo.

-oh sí pequeño-murmuró el mercenario antes de lanzarse a perseguirlo, sin perder de vista aquella tentadora silueta.

Su corazón comenzó a latir más deprisa, pero a pesar de ello, se sentía calmado, como cazador que persigue a su presa y él adoraba ser el cazador.

Aquel ágil y pequeño conejito sería su desayuno, su almuerzo, su comida y su cena, un delicioso aperitivo que comería sin dudar.

-¡muy cerca! ¡Ja! Eres lento-se burló Assassin, esquivando al hombre de rojo y negro, divertido por el juego, balanceándose ágilmente y propulsándose con las paredes.

Sus habilidades y destrezas eran innegables, su figura se movía con cierta gracia entre los edificios, casi volando, con su reflejo mirándose por algunas de las ventanas.

El mercenario le siguió sin querer darse por vencido, observando tranquilo a su presa y los alrededores, con su pausada respiración y sus rápidos latidos siendo lo único que escuchó por algunos segundos.

Lanzó de nuevo su gancho, pero esta vez, rodeando el edificio por el lado contrario que Assassin, con el suficiente impulso para alcanzarlo antes de que pudiera reaccionar.

El sentido arácnido de Assassin vibro casi al mismo tiempo que la figura de su acompañante aparecía frente a él, embistiéndolo para que ambos cayeran sobre uno de los techos, rodando un poco antes de detenerse, con Deadpool quedando encima.

Se quedaron en silencio por algunos segundos, para después empezar a reírse, sin moverse de la posición en que habían quedado.

-te atrape-presumió el mercenario con una gran sonrisa, pegando su nariz de forma lenta al cuello del otro, tomando las piernas del más chico para abrirlas de forma lenta y suave, con la risa del contrario comenzando a menguar un poco.