Sol y Luna; Yoonmin (TERMINADO!)

6

Desperté con un gran dolor de cabeza. Estaba con hielo en la frente y con una manta azul sobre mis piernas. Sentándome froté mis ojos, luego inspeccioné el lugar en el que estaba. Sobre un sofá blanco en un enorme salón con una delgada TV. Un lugar desconocido. Mi celular arriba de la mesa del frente.

-Jimin, que lindo nombre.

Supuse que era su casa... estaba en la casa de un extraño. Y no sé por qué, pero me daba una idea. Que vergüenza, demasiada vergüenza. ¿Cuánto tiempo habrá pasado?

-Come un poco.-Señaló lo que había puesto en la mesa.-Llamó tu novia, está en camino.

Pasaba rápido los canales, no le interesaba ninguno. Insistió en que pruebe la fruta picada. Dirigí mi mano (tratando de no temblar) y tomé lo primero a mi alcance. Tenía que hacer tiempo hasta llegue mi mejor amiga.

-Gracias.

Tomé un poco del jugo que estaba al lado y al apoyarlo en la mesa un perro saltó sobre mi. Se acostó en mis piernas moviendo la colita y mostrando su pelaje ondulado y marrón.-Holly ¿Qué haces ahí?-La retó el desconocido mientras la sacaba de encima.-Perdón.

-No importa.-Respondí acariciándole la cabeza. Rodaba en el piso, contenta.

-Me llamo Yoongi.-Extendió la mano.

Dudé un segundo, pero la estreché.-Cuéntame algo de tu vida.

Seguí mirando a la perrita, jugaba a perseguir su cola. No había nada interesante que contar.

-No soy bueno sacando tema de conversación...  no le hablo mucho a la gente.-Se estiró, sabiendo que no iba a responder. Luego se metió una rebanada de manzana a la boca.

Yo tampoco. desde que empezó...

-Es aburrido si estás tan callado.-Se dirigió hacia lo que parecía ser la cocina.-¿Qué clase de chica te hizo eso? luce bastante mal.-Preguntó desde allá, y volvió con una botella de vino en la mano.

No respondí. No le iba a contar eso a un extraño.

-Bueno, si no quieres hablar...-Sacó de un mueble dos copas y las llenó con vino tinto. Me dio una. La suya la vació de un trago mientras cerraba los ojos y ponía los pies en la mesa.-Tienes que tomarlo.-Soltó aún con los ojos cerrados.

-No bebo.

La palabra no se repetía una y otra vez.

-Te sentirás mejor.-La llenaba de nuevo.

Yo movía el contenido de un lado a otro, solo observaba su movimiento. Quiso decir algo más pero el timbre sonó.