Sol y Luna; Yoonmin (TERMINADO!)

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18:00 PM

-Si... no fue muy lindo nuestro último encuentro.-Discusión, insultos, amenazas.

-No te lo pregunté. ¿Estás bien con eso? Perder un mejor amig...

-No me duele, si eso supones.

Aunque hablaba más, su voz se volvía más baja. Tenía que hacer un esfuerzo para entender.-Camila es responsable, lo hará bien.-Comentó.

-¿Te puedo preguntar algo? Antes de llegar y tener que hacerlo en frente de ella.

Asintió.-Quiere cenar esta noche y sacará el tema, quiere que cenemos los seis. ¿Te dijo algo de quienes eran esos seis?

Estaba tratando de que no suene tan... mal. Jimin se enojaba verdaderamente por primera vez conmigo y me sentía como en tierra desconocida.

-Los seis vamos a ir a cenar porque el día de mañana pasa algo ¿Sabes qué?

Frotó sus manos.-¿No me vas a contestar?

[...]

-Entiendo que estés enojado pero hablamos de tu mamá. ¿Me vas a decir que te olvidaste? Es algo importante, muy importante. Te pregunté si había novedades y no me dijiste nada ¿Por qué?

Parecía como si lo estuviera retando, pero no. Trataba de mantener mi tono.-¿Quieres quedarte aquí o entras conmigo?-Revisaba si no había algo raro en el exterior.

Me miró sin decir nada. Que irritante que no responda.-¡Me pones nervioso!-Golpeé la bocina.

-¿Puedo ir a comprar dulces?

Contuve mis ganas de golpearlo. ¿Lo hace apropósito?¿Esta es su forma de vengarse? En una conversación tan seria e importante... se le ocurre preguntarme algo tan irrelevante.

-Bajemos.-Bajé del auto.

Cruzó para comprar, lo esperé y le mandé un mensaje a Camila. ¿Ella no estaría aquí antes?

*Ya ni me acuerdo qué llaves son.*-Saqué el llavero de Melanie y probé cada una mientras tenía el chat de Camila abierto. El pinguino de adorno le daba el toque.

》Ayudaba a mamá a preparar la habitación para la mamá de Jimin, estoy cerca.

Hace mucho no hago esto. La puerta se abrió, saqué el cartel anteriormente puesto. Tenía que abrirlo rápido, o perdería clientes. Melanie... tan buen dinero que salía de aquí y se te ocurrió arruinarte.

Jugué con el pinguino que iluminaba desde sus ojos y hacía un ruidito pegadizo. Volví a mirar al frente. Jimin caminaba comiendo.

Un auto se cruzó de repente y casi lo toca, por milímetros. Pasó muy rápido, una camioneta totalmente negra. Se asustó y la siguió con los ojos, hasta que dobló en una esquina y desapareció. Cruzó rápido, como si esperara a que volviera de algún otro lado. Parpadeó varias veces.