Sol y Luna; Yoonmin (TERMINADO!)

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Jueves; 9:30 AM

No tenía la menor gana de moverme o levantarme. Abrí los ojos, estaba boca abajo mirándome a mi. Ese ángel la noche anterior me había agitado a su gusto.

-¿Por qué está tu mano ahí?

-¿Y por qué no estaría ahí?-Respondió aún con los ojos cerrados.

Teníamos que levantarnos para ir al día de campo.-Perdón.-Subió su mano.

Mis labios palpitaban, mis articulaciones me dolían. Más un buen dolor de cabeza.

-¿Ayer bebí de más?-Solo recordaba cuando habíamos llegado.

-Si...

-¿Hice... algo?-Aparte de eso, claro.

-Eres tierno cuando estás ebrio.-No me quiero imaginar las vergüenzas que habré pasado.

-¿Ya hay que irnos?

-Al mediodía.-Metía los dedos entre mis mechones.

Puse mi mano sobre su espalda, no estaba lisa. Para nada. Me estiré, estaba con muchas líneas rojas. Hechas por mi.

-Oh, lo sient...

-Todavía no te has visto.

Esperé un segundo y busqué un espejo, había uno de cuerpo entero en la esquina. Me senté tratando de ignorar el dolor, empecé a caminar.

Agh.

Mis labios tenían una gran hinchazón. Mi cuello manchas moradas. Algo que no se podía tapar. Me dí vuelta, mi espalda con moretones.

-No volveré a hacerlo.-Me abrazó por detrás.

Se apoyó en mi hombro con una cara triste.

-Pediré que traigan el desayuno y una bolsa de hielo.-Fue al teléfono.

Vi mi ropa interior tirada y me la puse, no me arriesgaría a que el empleado me vea. Me acosté de nuevo. Escuché a Yoongi sacar el cerrojo y volver a la cama, se sentó a mi lado.

-¿Cómo ocultaré esto?

-Espero que el hielo funcione.-Me tapó.-Perdón, otra vez.

Las caricias, la calentura, los besos y su voz. No me arrepiento.-¿Se habrá escuchado?

-Las paredes están hechas para que no se escuche.-Tocaron.