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Llegamos a la parada del bus.

-¿Te duele mucho?-Me acarició.

-Tuve cosas peores.-Veía como se acercaba el bus.

-No me hace falta conocer a ese chico para saber como es ¿Sabías?-Dijo confundiéndome, y subiendo al transporte.

-No entiendo de qué me hablas.-Nos sentamos en el fondo.

Tardé en comprender. Me dejó sentarme del lado de la ventana.-No lo volveré a ver así que no importa.-Apoyé mi cabeza en el vidrio.

-Mejor, no mereces esa clase de compañía.

Recordé lo que había pasado más temprano, me deprimí. Las gotas que chocaban lentamente contra el cristal hicieron que me quede dormido.

***

-Jiminie, ya vamos a bajar.

Terminamos en frente de su casa. Corrimos bajo la lluvia hasta ella, llovía demasiado. Volamos pero igual nos empapamos.-¿Cómo la pasaron?-Nos recibió la segunda mujer más cariñosa del mundo. La primera era su hija.

- Dios mio ¿Qué te pasó? Traeré hielo.-Corrió hacia la cocina después de ver mi aspecto.

-No hace falt...-Ya había vuelto, que rápida.

-Está lloviendo como nunca ¿Te parece si dormimos un rato?-Preguntó Camila.

-Se mojaron demasiado.

-Vayamos a cambiarnos.-Le encantaba ignorar los comentarios de su madre. Tomó mi muñeca y me alejó de su mamá, quién le daba tanto amor maternal a mi rostro dañado.

-¡Abríguense bien!-Gritaba mientras subíamos las escaleras.

La otra me llevaba como si fuera un saco de papas. Llegamos a la habitación y puso cerrojo a la puerta. Bastante apurada empezó a hurgar entre su ropa.-¿Por qué eres así con ella? Es tan buena.

Me senté en la cama.-Es buena solo cuando estás tú. Ten, ponte esto.

Tengo más ropa aquí que en mi propia casa. Y aumentó el monto durante las vacaciones, prácticamente vivía acá.-¿Qué vamos a hacer ahora?

-Dormir te dije. O por lo menos yo lo haré, tú si quieres quédate viendo TV. Tienes que descansar, y yo recuperar energía.-Se sacaba la blusa frente al espejo.

-No sé que ver en la TV.

-Mm ¿Una porno?-Al acostarse a mi lado puso sus piernas sobre las mías.

Rodé los ojos.-¿Me dejas ponerme el pantalón?-Empujé sus piernas y seguí.

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-Ahora sí, cuéntame por qué tienes morada tu mejilla.-Me la apretó fuerte apropósito.

-Era más loca de lo normal.

-Ah ¿Sabes donde vive?-No podía quedarse quieta.

-¿Por qué?-Se encogió de hombros. Yo achiné los ojos.

-¿Y qué onda con el chico ese?

-Caminábamos desconcentrados y nos chocamos. Él no estaba del todo consciente.

-¿Y por qué lo trajiste aquí?-Acariciaba mi nuca.

-Bájate de encima.

Bajó.-¿Qué pasa?-Se dirigió a la cocina.

Quedé en silencio.-No entiendo ¿Sonó mal mi pregunta?-Hablaba desde allá.

-Es obvio el por qué lo traje.-Me senté.

-Ah... es que si a mi me hubiera pasado algo así, no te importaría.-Trajo vino blanco.

No respondí, solo esperé a que llene mi copa. Luego se sentó al lado mio.-¿De quién es ese teléfono?

Lo agarré. Se lo olvidó. *Camila sabe la dirección de mi casa, ya deben estar volviendo*-Pensé.

-¿Y qué piensas de él? Deberías haberlo llevado a...-La interrumpí.

-No, no es esa clase de chico.-Serví más vino.

-Una lástima, a Ashley le encantan así.

-A Ashley le encantan todos.

-Tienes razón. ¿El chico cómo se llama?

-Jimin.-Decidí tomar del pico.

-Jimin... bueno, avísame cuando venga a buscar su celular.-Afirmó.

-Ni lo sueñes.-Fui en busca de otro vino.

-¿Por qué?¿Acaso no lo viste? Te enamora.

-Lo sé; pero no dejaré que te le acerques.-¿Cuál de todos los vinos elijo? 

-No lo lastimaré.

-Claro que si, lo enamorarás y jugarás con él.-Esta vez me senté en otro sillón.

Rió.-¿Crees que es virgen?

-Tiene problemas fuertes. No da tenerte a ti también.

-Que pena que tiene novia...-Ignoró.

-Sí... igual sé que eso no te importará, por eso mismo no dejaré que te cruces en su camino.

Hacían linda pareja.-¿Ahora eres su guardaespaldas?-Rió de nuevo.

Me paré para vestirme. Ella sin conseguir respuesta se fue.

Sol y Luna; Yoonmin (TERMINADO!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora