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1:00 PM

Todo el lado derecho de mi cuerpo dolió. Caí al piso gritando del dolor. Lo bueno era que no se escuchó el gran golpe, solo en mi imaginación. En el suelo mientras intentaba recuperar la movilidad de mis huesos transparentes, ví cómo la puerta se abría y sus piernas entraban buscándolo. Llevaba encima esa desesperación que una vez yo también le hice sentir.
Se escuchaban sus arcadas desde el baño. Tardó un segundo en darse cuenta y entró para salvar el día. La pelirroja era la indicada. Siempre lo fue. Es esa persona que sabe qué decir, qué hacer, cómo ayudar.

Te quiero, Camila.

-¡¿Qué haces?!

-¡Lo que tengo que hacer!-Sonreí en medio del desastre.

Me levanté a duras penas y me senté en el sillón individual a descansar. El ángel del ángel guardián se hizo presente. Y el ángel guardían debía recuperar fuerzas aún en el otro lado de la vida.
S

alieron y ella lo arrastró hasta el sofá, se aseguró de que se sentara y se sentó a su lado.-¿Cómo es qué entraste?

Preguntó con su voz áspera, la que le duraría unos días al igual que el ardor de garganta.-Al parecer compraste tu seguridad como adorno.-Le acomodó el cabello.

Silencio.

Acaba de pasar algo no esperado por ninguno de los tres. Yo no tengo ni comentarios al respecto.-Felicidades por tu emb...


-Cállate y ven aquí.

Lo abrazó, y eso era lo que necesitaba aparte de mi. Un abrazo que lo consuele porque me fuí. La abrazó como si nunca hubiera abrazado a alguien antes, como si fuera la primera vez. Y ella lo abrazó como me abrazaba cuando estaba mal, con ese consuelo y esa contención que todos tenemos que tener.
Podía ver su rostro, trataba de llorar lo menos posible. Siempre lo intentaba para no empeorar a quien reconfortaba. Me dí cuenta con el tiempo de eso. Acarició su nuca y su espalda. Tal vez hasta se imaginaba que él era yo. No olvidemos que Camila también me perdió, y yo no era un solo conocido. Podría descibir en miles de párrafos lo que habíamos perdido también entre nosotros. Pero aunque la amo a mi manera, este no es el momento de enfocarme en ella. Porque ella es más fuerte que él.-No puedo...-Murmuró.

-Si puedes.-Le respondió.

-Estoy intentando...

-Lo intentaremos ¿De acuerdo?

Dejó que se desahogue porque tenía mucho para desahogarse. No lo apuró ni lo presionó. Puso su hombro ya a costumbrado a esto.

-Vine para quedarme. Hasta me tendrás que echar para que me vaya.

Secó sus lágrimas. Odié ver esa escena. Nunca quise destinarlos a aquello.

-Lo primero es tu salud. Voy a traer comida.

Al parecer habló con Francis, así que estaba bien preparada. Aunque es Camila. Camila siempre está bien preparada.
Esperó hasta saber que se quedaría quieto y después fue hacia la cocina. Tenía los ojos rojos y pequeños, trataba de calmarse respirando hondo.-¿Lo ves? Está para ayudar.

Sol y Luna; Yoonmin (TERMINADO!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora