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Me caí al piso.

-Déjame ayudarte.-Me dijo tendiéndome su mano.

-Perdón.-Susurré al levantarme. No usé su mano como apoyo y seguí mi camino.

Pero me mareé y me volví a caer, golpeé otra vez mi cabeza y el dolor se triplicó. Llegó hasta mi cuello y columna, me pasó un temblor enorme por todo el cuerpo. 

Seguía empeorando.

El alrededor no dejaba de dar vueltas y yo todavía intentaba levantarme e irme. Parecía que mi vida dependía de ello.

-Tranquilo, despacio.-Volvió a acercarse a para tomar mi mano y ayudarme a ponerme en pie.

Otro más viéndome mal y con lástima, no dejaba de mostrar mi pésima condición.

-Ven, siéntate aquí.-Me guió hasta unos bancos en el centro del shopping, que rodeaban unas grandes plantas con flor.

Me hizo sentar y se sentó al lado mio. Se frotaba su mejilla morada mientras me miraba de arriba a abajo. Eso me hizo darme cuenta que hasta ahora no me había visto a mi mismo. ¿Qué tan mal estoy luciendo?

-¿Qué te pasó?-Preguntó.

Estaba demasiado alterado, y él se encontraba muy cerca.

Creo que me estaba olvidando de respirar.

Solo asentí con la cabeza.-*Qué estúpido*

-Debes estar muy mal para no poder diferenciar una pregunta con respuesta personal de una pregunta con sí o no.-Dijo algo así, habló muy rápido.

Yo solo miré su cachete, lucía realmente maltratado.

-¿Quieres saber que me pasó?-Se estiró en la banca.

Parecía que no le afectaba, ni le dolía.

Luego posé mis ojos en los suyos, eran bastante oscuros y delicados.

-No eres de hablar mucho. Yo tampoco. Pero es que estoy aburrido y me molesta un poco esta porquería.-Se masajeaba mirándose en el reflejo de su iPhone.

Por un momento, me hizo olvidar la urgencia que tenía de irme. Ahora pensaba en que resultaba gracioso que dos personas lastimadas se encuentren. Al destino le gusta jugar con estas cosas.

Volvió su mirada a mi.

-Bueno, si tanto insistes te contaré. Total no tengo nada que hacer.-Era cómico aún en momentos así, que curioso.

-Para ser breve, le dije a una chica que solo quería coger. Ya sabes que no debería habérselo dicho así pero en serio, era muy insoportable.-Miré a otro lado porque me daba gracia.

-Te sonrojaste. ¿Te pasó algo similar? por tu aspecto diría que fueron tres chicas a las que les rompiste el corazón.-Me golpeó el hombro suavemente, señalando que soy un don juan.

Intentaba mejorar mi ánimo, y lo logró. También me sorprendió, podía ganarse rápido tu confianza. Mostraba ser seguro de sí mismo, amable y tranquilo. Para mi es raro cruzarme con alguien así.

-Eres muy callado, me caes excelente. ¿Quieres algún favor? Una stripper furiosa está en mi casa y me conviene tardar.-Volví a reír por dentro.

-¿Puedes describir como luzco?-Consulté mirando al suelo, hagámoslo paso a paso.

-Supongo.-Y empezó a inspeccionarme otra vez.

-Tienes un ojo morado, el labio partido y creo que una parte de tu cabeza se hinchó.-Asentí para que lo tomara como agradecimiento.

-¿Quieres que te lleve al hospital? La empleada doméstica tampoco estará feliz al verme.-Bueno, hoy algo de suerte tuve.

-A mi casa...-

No me gustaba aceptar nada de extraños, pero en esta de verdad me convenía. Además, me sentía más cómodo que de costumbre. Aunque podría ser que estaba demasiado frustrado para ponerme nervioso.

-Mi auto está en el estacionamiento. ¿Resistes hasta allí?-

Por décima vez, asentí.

Caminé con él agarrándome de los hombros por las dudas, y al querer hacerlo por mi cuenta, me resbalé hacia atrás. Casi me rompo el cuello de no ser por este extraño.

-Tienes que agradecer que estoy aburrido.-Sonrió, bajando sus manos hacia mi espalda.

***

Después de un rato, estaba parado en frente del auto de un desconocido que si se lo propone puede raptarme y vender mis órganos en el mercado negro. Prendió su auto costoso y me ayudó a entrar en el asiento del acompañante, luego rodeó el coche para subirse como conductor.

Ya estando adentro, se preparaba para arrancar y acomodaba algunas de sus cosas. Hasta eso, yo lo observaba. Tenía el cabello igual de negro que sus ojos, y totalmente diferente a su piel, que era demasiado blanca. Se veía suave, y lo era, lo comprobé cuando me ayudó a levantarme.

Estuve pensando y curioseando un par de minutos, yo también quiero tener mucho dinero y muchas ganas de vagar. Iba a imaginarme lo genial que debe ser, pero de pronto caí en un pozo profundo.

-Listo. ¿Dónde vives?-Fue lo último que escuché.

Sol y Luna; Yoonmin (TERMINADO!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora