Sol y Luna; Yoonmin (TERMINADO!)

50.Espacio

Martes; 8:30 AM

-Ahora sí Jimin, por favor despierta.-Me movieron del hombro.

Tanto movimiento me causaba dolor, no me había movido mucho. Mis ojos ardían y mi cabeza palpitaba.

-Vas a desayunar.-Puso la bandeja a mi lado.

-No tengo ganas.-Abracé a la almohada.

-¿Las tendrás si le aviso a mi mamá o a la tuya?-Me senté como pude, me pesaba el cuerpo.-No quiero hacerlo pero ayer no comiste nada.

-Llegarás tarde.

-¿Puedes activarte hoy?

-Está bien.Ve.

-Por favor.-Caminó despacio hacia la puerta.

Batí el jugo de naranja, pensando en que lo tenía que tomar junto con las tostadas. El estómago se me cerró, sentía que lo iba a vomitar. Lo consumí y lo terminé para que no se preocuparan. Fui al baño. De ayer a hoy me sentía peor, y eso que salí para distraerme. Tenía miedo de cruzarlo, de verlo a lo lejos y querer llamarlo.
Es tan tonto como una palabra y un par de horas te duelen, cuando se trata de esa persona.
M

e lavé los dientes y la cara, creo que me haría bien recuperar el día perdido en la universidad. Esperemos que él haya seguido con el proyecto.

Ya no tenía lágrimas para derramar, ayer me deshice de todas. Ahora solo tenía la tristeza sobre mi.

Me peiné, verme al espejo también era un mini dolor. Ojalá no se note lo debilitado que estoy. Pasó un día Jimin, estás bien.
M

e cambié, hoy estaríamos bien también porque Yoongi no iría a la universidad. En vez de verlo a él vería a otra gente para distraerme mejor. Marqué a un taxi, no estaba para caminar.

-¿Ya te vas?-Preguntó mamá.

-Si, nos vemos después.-La saludé.

-Que te vaya bien, salúdame a Yoongi.

"Vine a pasar un tiempo contigo, Yoongi está de acuerdo" y estuve de acá para allá, como si quisiera. Esperé a que el taxi llegara, hoy sería un largo día. Pero mejor, estaría menos tiempo pensando en lo que no debía. Ayer casi moría de tanto pensar y escuchar su voz, preocupándose por mi. Casi me corto los dedos para no responderle y casi me explotan los ojos. Agh, su voz era lo peor. Hablándole a la grabadora como si fuera a responder, siendo tan profundo y bueno como lo ha sido.

Quisiera poder decirle lo equivocado que está en todo, contestarle sus preguntas y hacerle otras. Pero aumentaría la posibilidad de que volvamos y no quiero.

-¿A la universidad cerca de aquí, cierto?-Preguntó, asentí.

Tomamos otro camino, pasé por la zona de mi antigua casa. Esperaba poder superar y hablar rápido para decirle que pare con la construcción. La psicóloga y el abogado ya estaban avisados. Nos alejábamos de a poco.