Sol y Luna; Yoonmin (TERMINADO!)

57

Domingo; 9:00 AM

Nunca había recordado un sueño tan claramente. Todavía no entiendo por qué esta fue la primera vez.

Recuerdo sentir dolor en mi cara cuando conocí a Yoongi, recuerdo estar sentado y que él me hable con toda la confianza que acostumbra tener. Recuerdo observarlo distraído en el auto y recuerdo verlo al despertar en su sofá. La única diferencia que tenía con la realidad es que en su mano ya tenía el anillo al igual que yo, pero ninguno se dió cuenta de esa casualidad.

***

Una gran luz me impedía abrir mis ojos, pero el aire liviano que estaba a mi alrededor me lo permitió. Despacio, los párpados pesaban.

Una larga sábana blanca, una pequeña televisión y una pared lisa en frente. A mi izquierda una puerta y una planta, a mi derecha una sombra sentada en una posición cansada. Mi cuerpo también pesa.

Todo borroso, se aclara y se desaclara a cada rato. Como si fuera la luz que siempre imaginé, él está sentado delante de una ventana que hacía que el sol lo ilumine bien. Mirando hacia otro lado, pensativo y con su cara apoyada en su mano. Hasta que cruzamos miradas, y otra vez vi borroso.

-Jimin.-Se acercó la sombra.

Se aclaró de nuevo, podía ver otra vez la perfección de su cara. Su piel blanca y sus pequeños labios debajo de la fina nariz. ¿Habrá pasado mucho tiempo desde que lo vi por última vez?

-Yoongi.

La mitad del estómago me dolía, con solo mover un poco esa parte de mi piel. Mis articulaciones estaban cansadas y la cabeza me daba vueltas.

Forcé mi vista para poder verlo, otra vez todo se ponía oscuro. No tenía nada de fuerza.-Estás bien, te dije que estarías bien.-Sentí su abrazo, sentí su calor encima.

Recién tuve una vista perfecta ¿Por qué no puedo tenerla ahora? Quería verlo, quería pasar el susto de mi corazón.

-Sabía que estarías bien pero por alguna razón tenía miedo de que no despertaras.

Como si fuera algo extremadamente pesado, tanto que no podía levantar mis párpados. ¿Por qué me dan un momento de felicidad y plenitud para que lo vea como una luz si después van a oscurecer mi vista?

-¿Me escuchas? Tienes que estar consciente, la enfermera dijo que empeorarías si no despiertas.

Su voz sonaba como un eco. Quisiera poder contestarle. Como si hubiera usado toda mi energía en esos segundos al despertar.

-Abriste los ojos, ábrelos de nuevo.

Masejaba mis hombros, trataba de moverme sin lastimarme.

-Jimin...

Sé que tomó mi mano, escuché bien el sonido de los anillos. Eran metal con forma pero me hacían bien.

Recordé que los compramos, imaginamos que iban a estar juntos por un buen tiempo. Armamos una bonita historia. Y yo me había querido rendir. Así que hice un máximo esfuerzo por abrir los ojos. Tomé aire de una manera impresionante.