Sol y Luna; Yoonmin (TERMINADO!)

75.Final

10:00 PM

Y cuando me convertí en cadáver, él también se convirtió. Llegué a la conclusión de que estaba más muerto que yo.
H

e intentado detenerlo, pero usar tanto mi fuerza sobrenatural me agota. Podría aparecer algunos minutos y hablarle, hasta tocarlo... ¿O tal vez piensa que alucina y empeora? Al ayudarlo varias veces a escapar, creí que solo desaparecería libre de la ciudad. Tristemente no es la primera vez que tengo pensamientos ingenuos. ¿Debería haber dejado que lo encerraran?¿De verdad hubiera sido una ayuda?¿Eso era lo mejor para él? Temía que lo medicaran, que lo adiestraran, que lo cambiaran. Lo acompañaría pero no resistiría ver cómo lo toman a la fuerza, lo sedan y lo meten a una habitación con paredes acolchonadas. No aguantaría sus cambios repentinos de humor, de personalidad, de pensamiento. Iban a transformar a la persona que conocí en otra. Además... Yoongi no soportará tal transformación.-Así es...-Ella paró de moverse.

Se escuchaba al agua entrando en su organismo, su cabello flotaba con las pequeñas olas de la tina y su cuerpo comenzó a tiesarse.

-Buena chica.

Sacó su cabeza y arrojó el torso.

El ruido fue horrible al igual que la piel blanca sin oxígeno. Hubiera vomitado si seguiría siendo humano.-L-lo hiciste.-Recalqué.

Nos situamos en la etapa final.

Tenía la mente desordenada, y nadie podía ordenarla excepto yo. Se le escaparon los sentimientos, y nadie podía atraparlos excepto yo.-¿Dónde habrá puesto lo que le pedí?-Abandonó el baño sin importarle el cuerpo.

La ayudé en lo que pude aunque no tenía muchas ganas. Al fin y al cabo se lo merecía. Nos separó y arruinó. Tuvo la mala suerte de no morir cuando Yoongi disparó a las ruedas y desvió el auto. Se hubiera marchado más tranquilamente.-¿Y ahora qué?-Pregunté buscándolo.

Me guié por el sonido de objetos moviéndose rápido. Terminé en el garaje. Sospechaba que había algo diferente al llegar y era que en un rincón se apilaban más cajas de lo normal. Esas de mudanza ahora son hurgadas con desesperación. Recordé el pedido a su asistente y observé. Pasaron pocos minutos, desde la cuarta caja finalizó la búsqueda. Suspiró cuando contemplamos bidones de gasolina y cajas de cerrillos.-Ya empieza a hacer calor.-Se quitó el buzo.

-¿Quieres quemar la evidencia junto con tu casa?-Delito tras delito.

Su padre y compañía no lo delatarían, resguardarían las cámaras de seguridad y con comprar el silencio de los vecinos alcanza. Quizás reporten la desaparición de él pero de ella es improbable. De todos modos, si lo hacen será tarde. Sabe ocultarse y adaptarse.-Entre más rápido, mejor.-Susurró arrastrando la mercancía.

Mientras lo perseguía, pensaba en qué sucedería después. Trataba de ser parte de su cabeza porque lo cuidaría un largo rato. Fugarse de una localidad a otra, con ayuda profesional cambiar el documento de identidad y... ¿Luego? Se deshizo del dinero y su fuente de ello, que es la mayor base para sobrevivir. No sé cómo me situé aquí donde proyecto el futuro sucio, descuidado y peligroso de mi novio.-Debes reconsiderar.

Todo, la renuncia al dinero, a las propiedades, a la universidad, a los amigos, a la salud.
Derramaba esquina por esquina formando un grueso y único camino en el líquido. No lo paraba pero tampoco lo ayudaba, cuestioné mi intervención en el recorrido de la casa. No tenía en claro el si y el no, el bien o el mal. Tocaba mojar adentro, en la puerta noté que sus ojos desprendían lágrimas. Me angustié peor sin poder captar otra opción con solución. Hicimos una parada en la cocina para abrir y beber una cerveza del pico.-Ojalá funcione.-Dio un gran trago y continuó.