⚡Viernes por la noche.⚡

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Después de compartir aquel increíble momento salieron de la universidad con tranquilidad.
Bromean y se dan besos juguetones que solo aceleran sus corazones enamorados.
Cuando llegaron al estacionamiento Jimin buscó su auto, es de color negro con un diseño muy simple y para nada costoso.

Su familia es adinerada pero a él eso nunca le importó mucho menos gastar en objetos lujosos. La señora Park siempre buscaba la manera de darle ropa de marca y accesorios para que se notara su "estatus social".  Claramente no las usa por que eso es una gran estupidez al menos para él es así.

Comparado con Min que viene de una familia humilde y donde nunca le faltó el amor.
Pero Jimin nunca se sintió superior o demostró ser el mejor por tener dinero. Él siempre tuvo su humildad.
De vez en cuando gastaba de más pero simplemente no era de ese tipo de persona que anda restregando su dinero en la cara de los demás.

—Toma corazón— Sonrió de esa manera única viéndose totalmente tierno a los ojos de Yoongi.
Le entregó las llaves del carro recibiendo una mirada llena de confusión.
El menor nunca lo dejaba conducir por "miedo a que se mataran".
Bueno no es como que sea muy prudente a la hora de conducir pero se sabe las señales de tránsito y tiene licencia.

—Estoy muy cansado y es tu culpa. Así que llévame a casa— Habló con tono cansado al ver que su novio no se movía.

—Bueno, bueno como lo ordene su majestad— Dijo Yoongi para luego abrir las puertas del auto con la llave.
Se acomodó en el asiento del piloto y Jimin a su lado tirando la mochila en los asientos traseros.
El viaje fue tranquilo hasta que el pelirosa se rindió ante el sueño.

Una vez llegaron al gran edificio donde se encuentra el departamento de Jimin, dejó el auto en el estacionamiento apagando el motor de forma silenciosa.
Tiene que subir al ascensor y marcar el tercer piso para llegar pero hay un gran problema.
Jimin  está dormido y a ese enano no le gusta que lo despierten.
Simplemente se levanta de mal humor y la verdad Yoongi no quería quedarse todo un mes en abstinencia. Simplemente no lo podría soportar.

Dejó salir un suspiro de puro cansancio bajando del auto, tomó su chaqueta negra y abrió la puerta de copiloto acomodando al menor entre sus brazos como una princesa.
Le cubrió con la prenda para cerrar la puerta del auto con el pie. Ya después recogerá sus mochilas.

Entró al edificio con gran esfuerzo saludando de forma amable al guarda de seguridad y recepcionista que le miran como si fuera un bicho raro.
Bueno no es tan normal que llegue alguien en plena noche con un chico en brazos.

Esperó a que las puertas del ascensor se abrieran e ingresó con cuidado mirando el rostro tranquilo y delicado de Jimin. Es increíble como su sueño es tan pesado que nada le despierta.

Llegó al tercer piso y caminó por el largo pasillo.
Las paredes son de color crema, hay unos grandes candelabros colgando del techo y el piso es cubierto por una alfombra de color vino haciendo que todo se vea muy elegante.
Se detuvo justo frente a la puerta que corresponde  e ingresó la clave de seguridad.
Es su fecha de aniversario y fue inevitable no sonreír.
Cerró la puerta a sus espaldas para caminar hasta el segundo piso donde se encuentra la habitación del menor y el baño.
Dejó a Jimin sobre la gigantesca cama king cubriendo su cuerpo delgado con las cobijas de color gris.

Como viene frecuentemente buscó en el armario del menor alguna prenda suya para poder darse una ducha.
Encontró una camisa negra y un pantalón de dormir así que no dudó en ir hasta el baño.

Jimin aún sigue en su sueño así que se aseguró de no hacer mucho ruido.
Se quitó toda la ropa quedando completamente desnudo y abrió la llave de la ducha dejando salir el agua caliente.

Soltó una respiración de puro alivio al sentir el agua caliente recorrer todo su cuerpo y relajar los músculos tensos.
Tomó el jabón con olor a lavanda y lo pasó suavemente por sus brazos, luego el pecho, abdomen y cada rincón sucio de su anatomía.
Luego lo retiró todo con abundante agua.
Ahora lavó su cabello dejando un olor a fresa muy agradable.
Está tan relajado y tranquilo que no se enteró de que alguien más lo acompaña en la ducha hasta que sintió unas pequeñas y tiernas manos ayudando a lavar su cabello.

Se volteó encontrándose con una expresión neutra por parte del pelirosa, como esas veces cuando está de mal humor y solo quiere golpear a cualquier persona que se cruce en su camino.
Cubrió las mejillas contrarios con sus grandes manos haciendo que Jimin le mire con molestia.

—¿Qué pasa? ¿Te desperté?— Preguntó con preocupación el pelinegro. No es su intención molestarlo de esta manera pero solo quería tomar una ducha.

Park soltó una maldición al aire dejando el cabello de su novio.

—Tuve un sueño tan estúpido y ridículo. Tu me insultabas de la peor manera como si hubiese cometido el crimen más malo del mundo y luego dijiste que ya no querías estar conmigo.
Nuestra relación murió y me da tanto coraje que mi cabeza cree una telenovela tan estúpida. Se que jamás harías eso por que me quieres así como yo te quiero a ti—

Al final sintió ganas de llorar por que aquel sueño fue tan real. Yoongi lo hería con sus palabras llenas de odio y resentimiento.
Cuando despertó fue un alivio tan grande. Él jamás haría eso.
El mayor lo envolvió en sus brazos dejando que el agua los cubra por algunos minutos.

—Vamos a salir de aquí te puedes resfriar— Exclamó en un tono de voz suave y dulce.

Min termino de bañarsemientras Jimin buscaba una pijama cómoda.
Se colocó una braga de encaje blanco y vistió su pijama de alpacas con corazones púrpuras.
Volvió a la cama aún sintiéndose molesto por ese sueño tan tonto y es que siente que su propia mente se obliga a desconfiar en Yoongi.

Minutos después el pelinegro se acostó a su lado dándole besos en las mejillas y abrazando el cuerpo delgado contra su pecho.

Entre esas caricias dulces Jimin exclamó la inseguridad que crece en su pecho.

—Promete que nunca me vas a dejar— Susurró sobre los labios contrarios sintiendo como aquellas manos cálidas y ásperas acarician su piel debajo de la pijama.

—Fue solo un sueño sin sentido. Creo que estos años de relación han demostrado mi gran amor y respeto por ti. Eres lo único que tengo y no soy tan estúpido como para huir al primer problema que se nos presente.
Estos años invertidos en nuestra relación han sido lo mejor del mundo y no me arrepiento.
Eres todo para mí así que no voy a dejarte si eso es lo que te preocupa.
Te amo demasiado como para dejarte ir tan rápido de mis brazos— Le acarició el cabello con cariño sin dejar de mirar esos ojos oscuros y brillantes.

—¿Es una promesa? ¿Puedo creer en ti?—
Sus miradas se quedaron fijas como si solo ellos existieran en ese preciso instante.

—Te demostraré que esto es una promesa y que puedes creer en mi— Juntó sus labios en un tacto rudo pero lleno de humedad que erizó todo los vellos de sus cuerpos.

Le hizo el amor de una manera tan suave y placentera susurrando dulces palabras de amor entre gemidos y golpes fuertes.
Juró amor eterno por mucho tiempo más dejando en claro su total adoración por el menor.

Sin darse cuenta que algunas veces las promesas son difíciles de cumplir y no todas las personas lo hacen.

¿Cómo terminó esto así? ~ Yoonmin.♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora