- ¿Dónde crees que vas sin despedirte?
Ho-Seok reconocía esa voz. La voz de la persona que él tanto quería y en ese instante, él no sabía que hacer. Sentía ganas de huir por la razón de que él no quería ver a Min Yoon-Gi antes de irse, pero a la vez, también sentía ganas de girar y mirarlo a los ojos diciéndole cuanto le quería y cuanto lo extrañaría, pero no lo haría, obviamente.
- Yo-¿Yoon-Gi hyung? -dijo el pequeño aún de espaldas.
- Sí, Yoon-Gi. Tu hyung -seguía cruzado de brazos esperando que el menor por lo menos le mirara.
- Ah, ¿cómo te encuentras? Yo muy bien -río nervioso -. Bien, debo irme. Se me hace tarde.
El pequeño estaba a punto de seguir con su camino rumbo a su casa y sintió una mano posicionandose en su muñeca.
- ¿Tarde para viajar? ¿Cuando pensabas decirme que te irías? ¿Por qué eres así conmigo? ¿He hecho algo mal? ¿Por qué no me permitiste pasar más tiempo a tu lado? -la voz de Min se iba quebrando poco a poco -. Te extrañaré mucho, Ho-Seok y lo sabes ¿verdad?.
En ese momento, escuchar la voz de Min Yoon-Gi quebrarse y sentir que pronto se derrumbaría frente a Ho-Seok hacía sentir al nombrado, muy mal.
Yoon-Gi era de los chicos que mantenía comúnmente un semblante turbio y serio, pero para nadie era un secreto que en su interior, el chico era la persona más sensible de todas, y eso Ho-Seok lo sabía perfectamente y por esa razón, le dolía un poco más.
Dolía mucho.
- No, no llores -Jung se giró y abrazó inmediatamente a su mayor -. Perdóname, debí decírtelo, pero recién ayer mi padre nos dio ésta noticia y dijo que viajaremos hoy. Lo siento, lo siento -el pequeño abrazaba cada vez más fuerte a su contrario.
Sentía una culpa inmensa.
- No te vayas -las lágrimas y el llanto no se hizo esperar -. Quédate, por favor -Yoon-Gi se aferraba al abrazo que le brindaba su amigo. Sí, ésta vez no escondería lo que sentía y sí, sentía dolor y mucha tristeza. Tristeza que lo consumía -. No sé cuando regresaras y la verdad, tengo miedo... miedo a no volver a verte; miedo a que te olvides de mí; miedo a sentirme triste y que no estés tu aquí para hacerme sonreír y reír como loco.
- No digas eso.
Las palabras de Yoon-Gi hacia Ho-Seok simplemente salían de su boca como si nada y aunque él quisiera detenerse, las palabras seguirían fluyendo.
Ho-Seok se encontraba consternado en ese instante, se sentía como en un sueño, pero no, no era un sueño. Él había visto otras veces a Yoon-Gi quebrarse y queriendo dejar todo tirado, pero nunca creyó que lo vería así por él.
Yoon-Gi tampoco creía lo que estaba haciendo, pero se sentía bien. Se sentía demasiado bien. Él sabía que Ho-Seok debía partir y aunque él se lo pidiera, él no se quedaría así que por lo menos debía decir todo lo que sentía y abrazarlo como nunca, además lo extrañaba desde la distancia que había empezado entre ellos hace poco.
Los dos amigos rompieron el abrazo y se miraron ambos a los ojos y sonrieron. Sus corazones latían fuerte animandolos a ambos abrazarse para que el corazón de uno, sintiera el bombeo del otro.
Querían sentirse de nuevo en un son tierno.
- Te extrañaré mucho.
- Hyung, yo igual.
- ¿Seguro no puedes quedarte? Mira, mi casa es grande y mamá y papá te quieren y...
- Debo irme -sentenció Ho-Seok -. Te quiero y no te olvidaré, además, sólo iré a otro país, puedo volver pronto y la tecnología a avanzado -sonrió.
- No será lo mismo -el mayor acarició la mejilla del contrario inclinando su cabeza un poco mientras sonreía -. Tu sonrisa... la extrañaré más.
- Hy-hyung -Ho-Seok sentía sus mejillas sonrojarse.
Los toques de Yoon-Gi eran demasiado para ser ciertos.
- No me olvides y no consigas un nuevo amigo pálido al cual, quieras hacer sonreír cuando se sienta mal, ¿de acuerdo?
- De-de acuerdo.
Yoon-Gi continuó acariciando la mejilla de su amigo y sintió un pequeño impulso de besarle así que se fue acercando poco a poco notando claramente la incomodidad de Ho-Seok.
- Hy-hyung, ¿qué haces? -el pequeño estaba sólo ahí, esperando el momento, pero también sorprendido por el acercamiento de su contrario.
- La verdad, no sé lo que hago.
Sus narices chocaron.
El teléfono de Ho-Seok sonó.
- De-debo contestar -el pequeño se alejó y contestó su llamada.
Min agitó su cabeza y se puso a pensar en lo que estuvo a punto de hacer. Casi lo besa, casi chocan sus labios ¿cómo era posible? Y justo en ese instante, maldecía esa llamada por cielo y tierra.
- Hyung, debo irme. Padre me está esperando, se nos hace tarde -Ho-Seok se acercó y extendió su mano como si hubiese olvidado lo que acaba de ocurrir.
- ¿Era verdad entonces? -Min suspiró y tomó la mano de su amigo para jalarle y pegarlo a su cuerpo para abrazarlo -. Buen viaje, Jung Ho-Seok.
- Gracias, Min Yoon-Gi.
Los chicos se despidieron una última vez. Min Yoon-Gi lo vio marcharse a lo lejos. Ambos sacudieron su mano a una distancia bastante larga despidiéndose y entre susurros propios en posición de cada uno jurandose volverse a encontrar y decirse todo lo que en ese tiempo no se dijeron... tomar confianza y fuerza para enfrentar sus sentimientos.
"Estuvo a punto de unir sus labios de invierno con los míos para devolver la primavera en ellos. Mis labios no tienen estación ahora, necesitan del invierno y él, estuvo a punto de darles la estación siguiente.
Invierno, la primavera seguirá esperando por ti.
-J..."
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Árbol De Cerezo (YoonSeok/SOPE)
FanfictionIncreíble que los árboles tengan tantas historias que contar y este, éste árbol no sólo había sido el testigo de esas millares de historias sino que, había sido el cómplice de que miles de parejas se hubiesen unido, pero una de esas parejas había si...