Yoongi, un rapero underground, con una vida difícil, sufre otro golpe más, adolorido, desconfiado y triste, sigue su vida normal hasta que, alguien especial le devuelve los deseos de seguir viviendo. Una nueva luz le da la motivación de seguir y le...
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4:00 am Departamento de Yoongi.
-¿Tocaron la puerta? Se pregunto Yoongi, aun soñando se sentó sobre su cama. Volvieron a tocar, -¿quién será?.
Se levanto entre dormido y preocupado, viendo la hora en su reloj de la sala. -cuatro de la mañana, quien carajos será?
-¿Quiénnn essss? Bostezó diciendo.
-Hola Yoongi Hyung soy Jimin, perdón, no te quise molestar.
De repente Yoongi se despertó totalmente, era Jimin, -¿estará bien? Se preocupo.
Abrió su puerta inmediatamente.
Al abrirla vio a Jimin con su sudadera tapándole la cabeza, con una manta que parecía muy calientita
-Pasa pequeño, ¿pasa algo? ¿te sientes bien?
-Yoongi, solo quería verte, perdón por la hora, pero ya no me poda dormir.
-Pasa y siéntate, cuéntame ¿Cómo seguiste?
-Bien, muy bien.
Dicho esto Jimin tomo de la mano a Min, dirigiéndose a la recamara de este.
Yoongi solo se dejó llevar, la verdad tenia mucho sueño y estar dormitando pero en brazos de Jimin estaría genial.
Ambos se tumbaron en la cama dentro de las cobijas, Jimin se acurruco al cuerpo de Yoongi. Esto de inmediato lo abrazo, robándole un beso al instante, tan largo y pausado que terminaron abrazados, no supieron en qué momento quedaron dormidos.
Yoongi despertó, con una enorme cabellera rubia sobre su pecho, recordó que en la madrugada había venido Jimin a tocar a su puerta.
No quería despertar al rubio, así que siguió en la misma posición, acariciando con una mano la espalda y su cabello.
Jimin se movió por un momento, a lo que Min lo arrullo con un tierno shhh shhh shhh...
El menor se incorporó sentándose en flor de loto frente del peligris.
Sonriendo con sus ojos cerrados, toco a tientas con su mano al chico que estaba recostado a su lado.
-Buenos días Yoongi Hyung, ¿listo para disfrutar nuestro primer domingo juntos? Perdón por despertarte temprano, pero quería que nuestro primer día juntos fuera especial.
Yoongi sonrió soñoliento, ese pequeño chico hasta el momento no dejaba de sorprenderlo.
-¿Quieres un café o un té? No te levantes, voy por ellos y regreso.
-Un té estará genial, respondió el menor.
Min, no lo podía creer, a tan solo una semana, ese pequeño rubio había transformado sus días grises, a mas iluminados. Hacia mucho que no se sentía así, acompañado por alguien desde la mañana.
