Yoongi, un rapero underground, con una vida difícil, sufre otro golpe más, adolorido, desconfiado y triste, sigue su vida normal hasta que, alguien especial le devuelve los deseos de seguir viviendo. Una nueva luz le da la motivación de seguir y le...
En la Mañana del Lunes, en la Compañía, Yoongi llegó corriendo, ya que faltaban sólo 2 minutos para el ingreso a sus actividades de entrenamiento.
Ese día le tocaba vocalización a las 8:00 am.
Corrió hacia el área de los elevadores. Traía en la mano, su café que le había preparado Jimin, en su vaso negro; cuando vio que se estaba abriendo las puertas del elevador ingreso presuroso, encontrando solo a una secretaria madura de unos 45 años, bajita de estatura y con unos lentes enormes.
Cuando estaban por cerrarse las puertas, Kim Taehyung caminaba a paso rápido pero seguro, también queriendo alcanzar el elevador.
Entró y vio de reojo a Yoongi, no se había percatado que también él iba en este.
-Buenos días Yoongi, ¿también corriendo?
-Si, perdón, se me hizo un poco tarde.
-No te preocupes, también voy retrasado, tenía que estar aquí a las 7:00 am. Pero sólo le llamé a mi padre, diciendo que me atrasé un poco.
Yoongi percibió un ligero olor a mandarina, volteo buscando el origen del olor, posterior a que, sólo iba la secretaria a un lado y del otro tenia a Taehyung.
Aspiro, dándose cuenta que el olor provenía del lado donde se encontraba el menor.
Cerró los ojos, imaginando un campo verde lleno de flores naranjas, pero solo al final lograba ver la figura de Jimin corriendo hacia él.
Los abrió de pronto cuando sintió que se paraba el elevador.
-Min creo que te bajas aquí- escuchó la voz gruesa de Taehyung.
-Oh si claro, nos vemos Tae.
Cuando se despidió lo vio nuevamente a los ojos, a los cuales Tae le volvió a cerrar uno de ellos, haciendo sentir en Yoongi un leve cosquilleo en su estómago, ya que era la segunda vez que el menor lo hacía, y el peligris lejos de sentirse nervioso, la situación le incomodaba un poco, pues no sabía cómo interpretar ese guiño.
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A paso rápido se dirigió hasta la sala donde se encontraba Namjoon, por la prisa, sólo detectó la figura de 2 personas más en el lugar.
Se disculpó por llegar 5 minutos después de la hora. Namjoon sólo al verlo guardo una sonrisa de burla por la demora del peligris, la cual, tuvo que ocultar por la presencia de la maestra de vocalización y un joven no mayor a ellos que estaba sentado frente a un piano negro de cola.
-Hola Caballeros, soy Kim Seion, ya nos habían presentado el primer día, seré su instructora de vocalización, y mi joven pianista, es Lee Jeon, quien nos estará apoyando con las notas para nuestro primer ensayo.
Después de la presentación de la instructora, quien era una señora de unos 45 años, un poco gruesa, estatura mediana y piel morena, en cambio el joven Jeon, era un chico de estatura baja, delgado, realmente delgado, con manos largas, las cuales se veían más largas que su cuerpo, y sus manos eran normales pero con dedos realmente largos, para Namjoon y Yoongi, parecía un joven estudiante de secundaria, ya que su rostro era de un joven no más de 17 años, delgado y bastante blanco.
