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Era el último fin de semana antes de empezar las clases, un estudiante del edificio donde vivían decidió hacer una gran fiesta para despedir las vacaciones. En este edificio que estaba tan cerca de la universidad, obviamente solo viven estudiantes así que la fiesta se extendía por todas las casas, con música, bebida y gente por todas partes pasando de piso a piso casa a casa sin problemas. Acababan de terminar de arreglarse y entrar a la casa de uno de sus vecinos, pillando unas cervezas y bebían mientras observaban a las distintas chicas bailar y contonearse.

En eso ambos se quedaron parados e impresionados mirando a una mulata preciosa, era alta, piel dorada oscura, pelo rizado castaño con reflejos que caía en cascada sobre una espalda que dejaba al aire un traje color salmón que se le pegaba como una segunda piel. Bailaba y se movía con mucho ritmo y ambos embobados se acercaron a ella, dejándola en medio de los dos mientras seguían su ritmo y bailaban con ella.

-Hola chicos, soy Pam. -Dijo con una sonrisa.

-Soy Moi y mi amigo Iván es el que está a tu espalda. -Respondió por los dos.

Ella se giró de manera sexy para quedar cara a cara con Iván y así mirarlo con sus impresionantes ojos color miel.

-Yo he oído hablar de ambos, conozco a varias chicas que han estado con uno u otro y os han puesto por los aires. -Comento la chica echándoles una sonrisa lasciva.

- ¿Te gustaría saber si es cierto lo que dicen? -Preguntó Iván con una sonrisa provocadora.

-En verdad me gustaría ir más allá y así de paso cumplir una fantasía, acostarme con los dos a la vez. ¿Se apuntan?

Ambos se miraron desconcertados, la chica era preciosa, es cierto. Pero los dos con ella, en algo tan íntimo, era demasiado. Aunque por otro lado la mente de Iván le decía que sería la única oportunidad de ver y estar tan cerca de Moi, de ese modo, sin complicar las cosas, también le ayudaría a saber qué sentía realmente en su interior. Así que simplemente miró a los ojos de Moi diciéndole con la mirada que él decidiera, por él estaba bien.

-Vale nos apuntamos, vamos a nuestra casa, está en el piso de arriba. - Dijo Moi mientras tomaba a la chica por la cintura y procedía a salir al pasillo. No lo pensó mucho, ya que todo el mundo decía que la universidad era para probar las cosas y hacer locuras. Estaba completamente de acuerdo y por otro lado como habían bebido solo una cerveza, nada iba a descontrolarse.

Subieron los tres y entraron al dormitorio de Moi. Tomó a la chica con suavidad de las caderas mientras la apoyaba contra él y bajaba sus labios para probar los de ella, mientras Iván se colocó a la espalda de Pam y levantando su hermosa melena procedió a darle pequeños besos por la espalda y su cuello. Su piel tan suave y tersa le estaba enloqueciendo y cuando se acercó a una de sus orejas para acariciarla levemente con su lengua, chocó accidentalmente con otra y sin saber cómo se encontró besando a Moi, joder que bien besaba, la boca de ambos tenía un regusto de cerveza y pasta de dientes. De repente Moi se apartó sorprendido y sin mirar a Iván siguió besando a la chica.

Ambos siguieron acariciando, besando y jugando con Pam cuando los ojos de los dos se volvieron a encontrar y sin saber cómo ni porqué, olvidando a la chica que estaba en medio de los dos, sus labios volvieron a encontrarse. Sus lenguas se juntaban y se buscaban sin parar, cada uno saqueo la boca del otro saboreando y degustando, pequeños gemidos salían de sus labios y sus manos empezaron a buscarse, quitándose uno a otro la camisa y acariciándose con ansias y deseo de estar más cerca del calor del otro, de repente abrieron los ojos se miraron y se separaron para coger aire. No sabían cuánto habían estado así, pero el caso es que su invitada sintiéndose ignorada se había marchado sin decir nada.

-Yo...bueno...yo...no sé qué decir. -Intentó romper el silencio Iván. Moi no dejaba de mirarle a los ojos, parecía un cazador, sus ojos oscuros y rasgados no dejaban de mirarlo y un brillo de excitación se veía en ellos. - ¿Estás bien? Lo siento no sé qué pasó, yo...bueno...ehhh...de repente estaba besándote. -Intento decir algo cada vez más nervioso y sin decir más, se vio otra vez envuelto en los brazos de Moi mientras este le besaba de nuevo con la misma o más pasión que antes.

No podía ser, lo que tanto había imaginado estaba pasando sin entender por qué. La boca de Moi exigente y devoradora no dejaba de saquear su boca haciendo que salieran pequeños gemidos de su amigo, sus labios empezaron a bajar a su cuello humedeciéndolo y provocando que su piel se erice. Mirándolo a los ojos como ordenando que no dijera nada empujo a Iván sobre la cama y se puso sobre él mientras su boca descendía a sus pezones, los mordisqueaba, lamía, besaba, la mano iba bajando hasta desabrochar el pantalón de ambos. Los ojos de Iván se abrieron con sorpresa preguntando a su amigo si estaba seguro del camino que estaba tomando. Mas parecía que no había marcha atrás, ambos completamente excitados, con la mente bloqueada solo sintiendo la excitación de acariciarse y tocarse el uno al otro. No había nada que decir por ahora. 

Continúa>>>

El amor de mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora