Poco a poco Iván fue abriendo los ojos, había dormido genial, se sentía completamente descansado. No sabía que le había despertado, si la luz del sol entre las cortinas o el delicioso olor a pan tostado. Pero no estaba en su cuarto, era el de Moi y de repente como un relámpago recordó todo lo que había pasado la noche anterior. Se sentó con cuidado en la cama, apoyando la espalda en el cabecero mientras la sábana se deslizaba, seguía completamente desnudo y podía ver pequeñas marcas y rojeces por su pecho y estómago. La sábana revuelta y sucia dejaban ver restos de lo acontecido la noche anterior.
-Buenos días, menos mal que ya te despertaste, que dormilón eres a veces. Te traje el desayuno, tienes pan tostado con mantequilla, mermelada y leche caliente con cacao. Tu desayuno favorito. Por cierto ¿cómo te encuentras, sientes dolor? Bajé a la farmacia y me dieron estas pastillas así que tomate una y estarás mejor -Le dijo Moi tan tranquilo, como si no hubiera pasado nada entre ellos.
-Emm...gracias ¿tú no desayunas? -Preguntó Iván.
-No, que va, no puedo quedarme, se me va a hacer tarde, que quedé con una gente. Así que me voy volando, a no ser que necesites algo. ¿Estás dolorido?
-Bueno, un poco, supongo que lo normal en estos casos. -Respondió, sintiendo que las mejillas se le encendían sin poder evitarlo. Nunca en su vida se había puesto tan colorado como estas últimas horas. -Pásalo bien, no te preocupes y vete. No les hagas esperar. -Iván intentó con todas sus fuerzas sonar como si todo fuera normal, nada había ocurrido, ni estaba desnudo en su cama. Si Moi iba a estar como siempre, él también lo haría. No pensaba ser el que sacara el tema.
-Vale, nos vemos, cualquier cosa, me llamas al móvil. -Se despidió como siempre lo había hecho.
Iván se tomó la pastilla, desayuno y fue a ducharse. Recogió toda su ropa sucia, así como la de la cama, tiró todos los papeles del cuarto de Moi a la basura y se acercó a la lavandería para hacer la colada. Cuando regresó a la casa, recogió, ordenó e hizo la cama de Moi, lavo la loza y terminó limpiando y recogiendo todo el apartamento. Tras esto, se preparó algo de almuerzo y se sentó en el sofá poniendo una película a la que no hizo caso.
El ponerse a recoger y estar ocupado le había ayudado a no pensar, es verdad que le tiraba y le molestaba cierta parte de su cuerpo, debido a un uso nunca realizado, pero no quiso dejar el esfuerzo físico, le ayudaba a no pensar. Pero ahora, no había nada que lo evitara. Pensó en el despertar y el comportamiento de Moi, simplemente fue como lo hubiera hecho en el caso de que Iván estuviera enfermo. Y de resto, hizo como ambos hacían cuando se acostaban con cualquier chica, la única diferencia fue que le llevó el desayuno y se preocupó de su salud. De resto nada era distinto.
Al no saber cómo se sentía él al respecto, ni que sentía realmente por su amigo, era lujuria, curiosidad, amor u otra cosa. Decidió dejar las cosas como estaban y hacer como Moi, como si todo fuera normal y nada hubiese pasado.
Esa misma noche mientras leía algo en su cama, esperando que le entrara sueño, que al día siguiente comenzaba las clases temprano, escuchó la puerta de la calle y a Moi que entraba con una chica. No mucho después, pudo oír perfectamente, como su amigo lo daba todo y su cara se manchaba de lágrimas.
- ¿Qué coño me pasa? ¿Por qué estoy llorando?
Sin poder soportar más los sonidos de placer que le llegaban, se puso los cascos, apagó la luz y poco a poco se quedó dormido.
-Buenos días, Iván, mil gracias por limpiar y recoger mi cuarto y bueno toda la casa. Fuiste muy amable y me facilitaste la diversión -Sonrió Moi, muy feliz de la noche que había pasado.
-Era lo menos que podía hacer, lo del cuarto, ambos lo ensuciamos. Mira me tengo que ir, empiezan las clases en nada y se me hizo tarde. -Deseando que Moi no notara que en verdad estaba huyendo, que no quería verle la cara, se sentía molesto porque unas horas después de acostarse con él ya se había tirado a otra. Se sentía tan cabreado, aun sabiendo que él mismo había hecho lo mismo, tirándose una chica distinta cada noche, en la misma cama, sin tener en cuenta los sentimientos de esas chicas. Pero era distinto, ellas eran desconocidas y no dormían en el cuarto de al lado.
-Que vaya bien, mi primera clase es en un par de horas, así que voy a hacer la compra que tenemos la nevera y despensa vacías. ¿Hay algo que quieras que compre?
-No, nada en especial. Gracias. Hasta luego. -Salió Iván, corriendo del apartamento.
Era viernes por la noche y salió a emborracharse con compañeros de clase. Toda la semana la paso intentando coincidir lo menos posible con Moi, por los horarios distintos y demás se veían a penas minutos, así que parecía que todo iba bien y no había ningún problema.
-Hola Iván, cuánto tiempo. Estás aún más guapo, tras las vacaciones.
La chica no paraba de coquetear, ya se habían visto varias veces y hablado en los meses anteriores y todos sus compañeros estaban que babeaban y le miraban celosos. La chica se acercó y lo besó sorprendiéndolo, pensó un momento y decidió que debía cambiar como se sentía y las cosas, así que respondió a su beso y la invitó a acompañarlo a su habitación.
Realmente la chica era muy sexy y puso todo de su parte para darle placer, pero algo no estaba bien, él no estaba cómodo. Tras conseguir complacer a la chica y fingir el mismo un orgasmo, por favor que mal, nunca pensó que él haría algo así. La despidió para que se fuera a su casa con la excusa de que mañana tenía que madrugar. Mientras la besaba en la puerta para que se fuera llegó Moi.
- ¿Qué, otra conquista satisfecha? ¿Espero te hayas divertido? que rápido la echas. -Le dijo Moi mirando fríamente a Iván y usando un tono helado y cínico. Iván se apoyó en la puerta recién cerrada mientras le miraba sin entender.
-Si, claro lo pasamos bien y bueno ella tenía que irse a su casa. ¿Te pasa algo Moi?
- ¿A mí? nada, que me iba a pasar. -Contestó con el mismo tono helado y esa mirada fría y cortante.
-Bueno pareces enfadado y tu tono de voz y mirada parece que me quieras arrancar la cabeza.
-No tiene nada que ver contigo. La semana ha sido una mierda. Me voy a mi cuarto. Buenas noches. -Cerró la puerta de su habitación con bastante fuerza. Iván se fue a su cuarto acostándose para dormir, sin darle más importancia a lo que había pasado con Moi.Continúa>>>
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El amor de mi ex
RomanceFINALIZADO Éramos amigos, de repente todo esto sucedió. Ahora que hacemos, seguimos igual o nos replanteemos todo. Esta novela tiene contexto para adultos y bl si no te gustan estos temas no entres. NO SE ACEPTAN ADAPTACIONES BL, chico x chico, yaoi...