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Tras ver la película de la que Iván no se había enterado de nada, huyó a su habitación para pensar y tranquilizarse. No entendía qué le pasaba. Fueron unos roces sin importancia que nunca habría notado y aparte se sentía rodeado por el olor de Moi, se sentía acosado en la casa y se estaba volviendo loco. Que pasaba con él, ¿tanto echaba de menos estar con Moi como antes, que le hacía consciente de tan pequeñas cosas? Estaba sobreactuando, solo tenía que relajarse, centrarse en las clases y poco a poco todo volvería estar bien en su cabeza. Además, en verano estarían juntos para reforzar su amistad y volver a lo que siempre fueron.



Era fácil decirlo, pero hacerlo era otra cosa. Los meses pasaron entre su lucha constante intentando que Moi no notara lo raro que se sentía hacia él, luchando por no darle importancia a cualquier roce involuntario y luchando por no producir más contacto entre ellos del normal. Terminó dejando de salir con la escocesa, ya no disfrutaba tanto con ella y aparte las clases le tenían muy ocupado, o eso se decía a sí mismo para no pensar demasiado.



Y así llegó por fin el verano. Sus padres les permitieron quedarse y pasar el verano como desearan, las notas eran impresionantes, ellos ya eran adultos y responsables. Les mandaron dinero para que disfrutaran a lo grande y sin preocupaciones. Y así sin planear nada, solo con un mapa, par de maletas con algo de ropa y poco más, se embarcaron en sus vacaciones tan esperadas y deseadas.

-Qué te parece si tiramos recto hasta California, no hace falta que lleguemos, vamos viendo las cosas a nuestro paso, nos quedamos donde queramos sin agobios.

-Me parece perfecto Moi, con el móvil sabremos si hay cosas dignas de ver a nuestro paso y siempre podemos desviarnos por donde deseemos. ¿Te parece si cada tres horas cambiamos para conducir, el que maneja el coche es el que decide que se hace?

-Me parece un juego muy divertido y me encanta el no saber dónde acabaremos. Decidido yo conduzco primero, así que vamos a comenzar las vacaciones. -Contestó Moi muy contento.



Las vacaciones fueron increíbles, conocieron a mucha gente, fueron a muchas fiestas, bebieron mucho, fumaron mucho y se acostaron con más chicas aún de lo que habían hecho en la universidad. Todo iba genial, volvieron a estar como siempre entre ellos, contándose todo lo que no se habían dicho durante su primer año académico. Tantas horas al volante dan para mucho.

-No me puedo creer que ambos nos hayamos acostado casi con las mismas chicas y no saberlo, pues a ellas el apartamento debería sonarles. - Se reía Iván cuando se dieron cuenta de lo que había pasado varias veces. - No sabía que nos gustaba el mismo tipo de chica.

-Bueno tu escocesa está buenísima. Pero dado que salían, no voy a acercarme a ella ni de broma. Pero sí, creo que nos gustan el mismo tipo de mujeres, un día podríamos hacer un trío con alguna que nos guste demasiado a los dos. - Dijo soltando una gran carcajada. - Vamos no me mires así, ya sé que el sueño del trío es con dos chicas, solo bromeaba.

-Sí, lo sé, me cogiste desprevenido. -Iván intentó disimular, ya que su mente se llenó de imágenes de Moi desnudo acercándose a él.

Mierda que pasaba con su mente, estaba volviéndose loco. En un principio solo quería el cariño de Moi, abrazos y cosas así y ahora se lo imagina desnudo sin darle asco ni nada. Realmente algo iba mal en él, pero no tenía ganas de hablar con nadie de esto, ni darle más vueltas.

Finalmente llegaron a la costa del Pacífico, cogieron una habitación de un hotel con un dormitorio con dos camas separadas por una pequeña mesita de noche, un baño, salón y terraza. Realmente se divirtieron saliendo de marcha, estando en la piscina o en la playa y sacando miles de fotos. Fueron unas vacaciones increíbles y ya estaban de regreso hacia Nueva York.



Era la última noche, se quedarían en un hostal de carretera, al día siguiente llegarán a su casa. Así que decidieron cenar solos y pasarla jugando a las cartas y descansando. A la mañana siguiente tenían que madrugar para llegar a tiempo y no retrasarse en la devolución del coche, pero por desgracia se despertaron un poco más tarde de lo esperado.

-Me ducho rápido y te dejo el baño mientras meto las cosas en el coche y compraré el desayuno. - Dijo Iván mientras entraba a ducharse, se quitó la ropa rápidamente y se metió en la ducha, no acababa de empezar a enjabonarse cuando sintió que alguien entraba. - ¡Moi! -grito sorprendido - ¿Qué coño haces aquí? Sal.

-Venga no seas tímido es más rápido y tenemos prisa, dame el jabón. ¿Por qué estás nervioso? ni que fueras una chica virgen, además tienes un cuerpazo, no deberías preocuparte y por lo que veo estas bien dotado no me sorprende lo contentas que veo a las niñas contigo. -Decía mientras se enjabona, muerto de risa por la cara de apuro de Iván.

Rápidamente Iván se dio la vuelta e intentó acabar de ducharse deprisa, ¿qué le pasaba?, ver a Moi completamente desnudo le hizo tener pensamientos impuros y su miembro empezó a despertar, ¿en serio se sentía atraído sexualmente hacia Moi? nunca le había gustado ningún hombre acaso es que era bisexual, que le pasaba últimamente. Terminó rápidamente de ducharse y fue corriendo a la habitación a vestirse y recoger todo. Mientras Moi en el baño sorprendido pensaba lo raro que se estaba comportando su mejor amigo en los últimos meses.

Todas las vacaciones se las pasó intentando que se abriera y le contará que pasaba por su mente y nada. Solo lo dejaba estar, sabía que si era algo importante tarde o temprano le contaría y si no seguro que la loca de su ex llamaría para hablar con él. Realmente quería mucho a su amigo y se preocupaba por Iván, no podía evitarlo.

Finalizaron las mejores vacaciones de sus vidas, hasta el momento. Empezaba un nuevo curso con más responsabilidades y agobios, mientras que Iván estaba preocupado y tratando de entender y decidir qué hacer con lo que pasaba y sentía. Parecía que todo iba a seguir igual, hasta que pasó algo que ninguno de los dos podía imaginar y que puso todas las cartas sobre la mesa. Ahora ya no podría seguir ignorando lo que sucedía en su mente. 

Continúa>>>

El amor de mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora