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Tras despertarse se ducharon y vistieron para bajar al comedor a almorzar, estaban muy hambrientos. A través de las ventanas vieron como la nieve caía, se sentían aislados del mundo y plenamente felices y satisfechos. Se besaron y abrazaron mirando la nieve caer, sin poder quitar sus bobas sonrisas de sus caras. De la mano se encaminaron al comedor.

Las otras dos parejas, también estaban en su propia burbuja, así que comieron tranquilamente mientras pensaban qué película ver. Decidieron la trilogía de Indiana Jones. Ya que como se la sabían de memoria si no le hacían mucho caso no pasaba nada.

Cuando regresaron a la habitación se cambiaron de ropa por otra más cómoda. Iván buscó las pelis y con el mando en la mano se dejó caer en la cama mientras esperaba a Moi, este parecía titubear sin animarse a reunirse con él.

- ¿Pasa algo? ven acuéstate.

-Es que...verás...quería pedirte una cosa.

-Moi sexo ahora no, estoy cansado y recién comido, déjame descansar. -Bromeo exageradamente.

-No te hagas el listo, quería pedirte leer el email.

- ¿Estás seguro? -sabía que se refería a aquel en el que le había contado todo a su ex. -Ahora estamos bien, no quiero que te entristezcas.

-No te preocupes, es sólo que quiero saber y dejar cerrada esa etapa. Pero si quieres no lo leo.

-No hombre, te lo reenvió y puedes leerlo tranquilamente, pero es muy largo. -Cogió el móvil y en seguida se escuchó como llegaba al otro.

Se sentó en la cama a su lado, Iván cómodamente se recostó apoyándose en el cuerpo de su novio y pulsó el play. Uno viendo la película y otro leyendo la desgarradora carta. Cuando concluyó de leer, se quedó mirando al chico del que se había enamorado y que tranquilamente veía El arca perdida, tan tranquilo y feliz, cuando noto que le miraban giró la cabeza, le sonrió y besó con ardor.

-No te sientas mal. Tienes toda la vida para compensar ese tiempo triste. Todo está aclarado y bien. Así que no te preocupes. -Volvió a besarle y le quito el móvil y ambos se recostaron abrazados para terminar de ver la película.

-Sabes, me parece increíble que rápido creció y me llenó este sentimiento de amor por ti, tras tanto tiempo de amigos. Antes te tenía cariño y me preocupaba por ti. Eras mi mejor amigo y todo eso. Pero ni en mil años pensé que esto nos ocurriría. Nos conocimos por nuestras ex y ahora nosotros estamos juntos. Sería gracioso que ellas terminaran saliendo.

-No creo que eso ocurra Moi, hay algo que no te conté, espero que no te enfades, pero entre lo que pasó con nosotros, el arreglarlo y bueno que he tenido la mente solo en ti y en las ganas de follar. Se me olvidó decirte lo siguiente.

-Que sucedió, para que te pongas serio y preocupado de repente.

-Es que no quiero hacerte daño, no sé cómo decírtelo.

-Suéltalo y ya, es peor así.

-Laura se va a casar, en septiembre.

- ¿Consiguió alguien que la aguantara? -dijo con frialdad y tranquilidad.

-Perdón, pensé que te dolería o algo. Si que terminasteis mal.

-Nunca hemos hablado de nuestras ex ni nuestras relaciones. Creo que ahora es un buen momento. Te voy a decir como veía vuestra relación y después me dices si me equivoco o no. Empezaron como amigos, así que se fueron conociendo poco a poco y ese caerse bien y demás evolucionó a otra cosa, se cogieron cariño y empezaron a salir. Se lo pasaban muy bien juntos, compartían aficiones y cedían en hacer cosas por el otro, aunque no les gustara. Hablaban de todo sin problema, solucionaban sus diferencias con tranquilidad y solo querían estar cómodos entre vosotros y las demás personas. Supongo que el sexo sería bueno y mejorando, dada la fierecilla insaciable que eres. Terminaron dejando la relación porque realmente no os amabais, pero sí que os queréis mucho. De ahí las discusiones y el final de la relación y el cómo seguís ahora siendo mejores amigos y por lo que leí se cuentan todo sin problema.

-Si, joder, alucinado. Acertaste del todo. Es cierto que fuimos la primera relación del otro y confundimos amor por cariño. Pero fueron casi tres años que fuimos muy felices. Bueno lo del sexo era más tranquilo que ahora, era mi primera novia y aunque no era malo, no era este desenfreno. -Le guiñó un ojo y le dio un pico.

-Se veía que se hacían felices. Ahora te toca a ti.

-Bueno yo pienso que vosotros estabais más o menos como nosotros, lo que chocaban un poco más y es cierto que teníais bastantes broncas. Amigos no creo que fuerais, os gustasteis y salisteis, sé que solos no estabais mucho tiempo juntos, como nosotros, pero como dijiste una vez éramos muy empalagosos. En cuanto al sexo, la pobre no sé cómo podía caminar, viendo todo lo que me buscas. No sé qué más decirte.

-Bien te cuento, empecé a salir con ella porque me pareció linda. Estábamos bien juntos sin problemas, cuando salíamos con vosotros, de resto solo quería ir de compras, me tenía de chófer y criado para todo. Era muy mandona y quejica. Como otros chicos decían lo mismo de sus novias, pensaba que era lo normal, que la rara era tu ex. No hacíamos casi nada juntos porque no le gustaba hacer nada, era muy aburrida y en la cama ni te cuento, no me dejaba que le quitara toda la ropa, siempre lo hacía con camisetas y solo podía besar su boca y poco más, tuvimos poco sexo y malo. Por eso una vez soltero no paré. Y por último tenía unos celos enfermizos siempre encima de mí, revisando el móvil, con quien hablaba y demás. No la deje antes porque era como una secta no me di cuenta del horror de estar con ella hasta que no estuvimos aquí.

-Me dejas de piedra. No me esperaba eso. Que bien disimulabais. Pues la competencia para ser mejor pareja no es muy alta.

-Ya has ganado de sobra, no sabía que eras competitivo.

-Uy sí, en lo que me interesa. Tú también eres la mejor de las parejas, porque a ti te amo y no puedo imaginarme sin ti.

Se abrazaron y besaron, ese beso cariñoso fue cogiendo más intensidad y de repente la llama volvió a prender haciendo que se quitaran la ropa y sin más Moi se encajó dentro de Iván haciendo que soltará un grito. Pero fue de la sorpresa, ya que no le hizo daño.

Comenzaron a mover las caderas mientras sus labios no se despegan, se agarran de las manos y entrechocan sus cuerpos buscando el placer que el otro les proporciona, gimieron entre besos y se llamaban con éxtasis, cada vez se movían más rápido, sus cuerpos sudan y sus manos buscan el cuerpo del otro para acercarlo más al suyo. Y llegó el orgasmo, se dieron un pico suave. Iván se retorció un poco bajo el cuerpo de Moi para que saliera de él.

Moi le miró y se quedó extasiado por lo sexy que se veía con los labios entreabiertos, hinchados y rojos de los besos, pequeñas marcas rojas por su tórax y las piernas abiertas para dejar que su cuerpo se encajara.



-Ven Iván, levanta. Acompáñame a mirar por la ventana.

-Nos ponemos algo, va a darnos frío por los huecos de las ventanas.

-Ven, no te preocupes, yo te calentaré.

Dudando de que quería y a que se refería, Iván se levantó y se acercó a mirar por la ventana, era por la tarde y el sol aún iluminaba el jardín y dejaba ver el lago, una fina capa de nieve envolvía todo el paisaje estático y como embrujado.

Iván dejó que Moi le abrazara por la espalda y que apoyara la cabeza en su hombro mientras miraban el hermoso espectáculo en silencio, solo roto por los sonidos de la película El templo maldito. Se apoyó contra el pecho de su novio que le iba dando suaves besos por su cuello y espalda, un ligero suspiro de felicidad salió de sus labios, cuando sintió que algo duro se presionaba sobre la parte baja de su espalda.

- ¿De veras, otra vez?

-Te quejas.

-En verdad más bien me regodeo. Vamos a la cama.

-No, deja que te folle aquí, contra la ventana, seré rápido. No nos verá nadie, sería una locura que hubiera alguien fuera con este frío. -Intentaba convencerlo mientras besaba y acariciaba su piel. -No sé por qué no puedo dejar de desear entrar en ti.

-Yo tampoco lo sé ...ummmmm... justo ahí muérdeme ...ahhhhhhh ...pero no me quejo, métela ya.

Iván apoyó su cuerpo contra la ventana, Moi le subió y sostuvo una de las piernas, para tener mejor acceso y sin ninguna dificultad y gracias al semen que allí había se coló en su interior con sendos gemidos de gozo saliendo de sus bocas.

Moi empezó a moverse contra él, pero no estaba completamente satisfecho, quería estar más adentro y más pegado a ese cuerpo, así que le alzó, hizo que le rodeara con las piernas y que se apoyara contra las frías ventanas. Ahora sí que estaba satisfecho. Estaba totalmente dentro de él con su cuerpo pegado y deslizándose uno contra el otro sudando y gimiendo. Estuvo unos minutos empotrando a su amado, pero el cansancio aparecía así que le trasladó a la cama donde se tumbó y dejó a Iván que le montara y se moviera a su gusto.

Agarrado a aquellas caderas sentía como era exprimido en esa cavidad cálida y húmeda. Cada vez más rápido, sentía que entraba más a dentro. Su polla golpeando el punto de placer que causaba estremecimientos y suspiros de su dueño. No podía más, se lo quitó de encima, lo colocó a cuatro y se volvió a empotrar muy fuerte y rápido. Estaban sudando mucho, no podía detener el vaivén y con un fuerte grito Iván se corrió, él le dio unas cuantas estocadas más empapando de nuevo esa cavidad. Aún en su interior se recostó con él mientras ajustaban sus respiraciones y se iban relajando.

-Estoy agotado. -Iván giró la cabeza dando un beso suave.

-Yo también, -le devolvió el beso y ese pequeño movimiento de sus cuerpos al acercarse para el beso, causó que el agujero se apretara sobre su miembro haciendo que se fuera endureciendo.

-Pero otra vez. Me vas a partir en dos. ¿Qué te pasa, tan insaciable? te aseguro que no me veo capaz de complacerte de nuevo.

-No puedo evitarlo, es culpa de tu cuerpo. Ya verás como sí que podemos otra vez. -Salió de su interior, realmente estaba duro de nuevo. Le separó y levantó las piernas para poder colarse en su interior, de nuevo, con un solo impulso y totalmente dentro.

-Ohhhhh... Esta tiene que ser la última, no creo que sea posible que pueda seguir. -Iván le besó mientras dejaba que el otro se moviera, estaban sudados y agotados, sus cuerpos no deberían seguir tan activos, pero para su sorpresa hasta él volvía a estar duro y excitado.

Se movían con suavidad uno contra el otro. Sus bocas saboreaban con gusto la otra, las manos acariciaban con delicadeza y languidez, todo era muy lento, armonioso, suave, jadeaban y gemían levemente, se miraban a los ojos con pasión, sus bocas se decían cuanto se amaban. Las estocadas eran lentas pero muy profundas, el falo de Iván era frotado y masturbado por el roce de ambos vientres, más besos unían sus lenguas, más jadeos se perdían en la boca del otro. Estaban cansados, sucios y excitados, tan duros, el orgasmo fue cogiendo forma y fuerza. Y en un último empujón mientras se miraban a los ojos se dejaron ir. Moi salió de su interior acostándose al lado de Iván sin tocarle ni mirarle, por miedo de volver a excitarse, no sabía que le pasaba, pero deseaba estar dentro de él muchas más horas.

Continúa>>>

El amor de mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora