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Moi despertó y miró qué hora era, aún faltaba una hora para bajar a desayunar. Su novio, entre sus brazos dormía profundamente, le miró con cariño, realmente era muy considerado, aunque no tanto como él mismo por no aprovecharse anoche. Pero más tarde regresarían a esa habitación y haría todo lo que no le hizo anoche.



Iván estaba sobre la cama completamente desnudo y con las piernas abiertas, sin ningún pudor y "ofreciéndose en sacrificio". Sabiendo lo que realmente deseaba montar a caballo al día siguiente, suspiro y simplemente jugó con todo su cuerpo. Tendría tiempo para poder embestirle en otro momento. Esta vez simplemente saboreó su cuerpo y rodeando las dos pollas las sacudió hasta que se corrieron. Limpió el semen y besó a Iván dispuesto a acostarse. Este le miraba atónito.

- ¿Ya está? pensé que no saldría vivo.

-Mañana no saldrás vivo. Pero es que quiero que puedas hacer la actividad mañana, perfectamente. Será tu primer paseo a caballo y no quiero que sufras y no lo disfrutes. Mañana me preocuparé de saciar nuestros cuerpos. Voy a estar tan metido en ti y tantas veces que no se te va a cerrar el ano en años.

-Joder mira que eres burro cuando quieres.



Dejó caer un leve beso sobre su frente. Con cuidado salió de la acogedora cama, entró al baño haciendo uso del cuarto de baño, se duchó, afeitó, lavo los dientes y volvió a la habitación, completamente desnudo se acercó al dormilón. Comenzó a dejar caer besos por su cara y mientras le iba quitando las cobijas más besos iba repartiendo. Como no le hacía caso, tuvo una idea de lo más guarra y sin pensarlo coloco las rodillas a los lados de la cabeza y mientras con un brazo se apoyaba a la pared, con la otra mano agarro su pene y se la paso al otro por los labios cerrados.

Iván quería más mimos y besos de Moi, por eso seguía remoloneando en la cama con los ojos cerrados, cuando algo con olor a jabón y a algo más rozó sus labios. Como a su vez había notado el peso alrededor de su cabeza no tardó en imaginar qué era eso. "Sería guarro el tío ese". Cuando volvió a notar el suave toque, abrió la boca y alzando la cabeza lo engullo y enseguida tuvo que abrir cada vez más la boca y sacarla, porque de golpe estaba dura y no entraba toda en su boca.

El fuerte gemido de sorpresa y placer de Moi causó que por fin abriera los ojos viendo la postura del cuerpo sobre él y los ojos negros rasgados y sensuales clavados en su cara. Por lo atento y considerado que había sido anoche, realmente se merecía un premio y procedió a comerse esa polla tan juguetona, mientras chupaba, lamía y degustaba el glande, limpiando las gotitas que iban saliendo, bajo por su tronco, llegando a su escroto con el que jugó con cuidado, su lengua volvió al glande y tras introducir todo lo que pudo en su boca mientras movía la cabeza y con un dedo juguetón buscaba la próstata. Sintió como la polla se hacía más grande y dura, como los gemidos eran más altos y rápidos y se preparó mentalmente para recibir en su boca la cálida esencia de su novio.

Este jadeaba y se dejó caer a un lado de la cama aún seguía clavando su mirada, pero esta vez de incredulidad. Con una sonrisa y un suave beso en los labios se fue al baño para hacer exactamente lo que había hecho el otro mientras él dormía.

Mientras se duchaba se masturbó para bajar la dureza producida por el jugueteo, si Moi lo veía se ocuparía de ello y al final no saldrían de la habitación. Mientras se secaba, Moi entró para darse una rápida ducha. Se vistieron y cogidos de la mano bajaron a desayunar.



Estaba disfrutando mucho del paseo a caballo, agradeció mentalmente a Moi por haber respetado su culo anoche, no hubiera soportado la silla de montar ni en broma. Las otras dos parejas también iban y el paseo estaba siendo entretenido y relajado. Las otras parejas parecían cómodas con ellos y no vieron malas caras ni nada por ser pareja, es cierto que en ese estado se aceptaba el matrimonio homosexual, pero en España también y aún hoy no todo el mundo lo aceptaba. Lo que sí les llamó la atención es que eran de españoles y les hicieron muchas preguntas del país, sobre todo de comida.

Sacaron muchas fotos y hasta hicieron una pequeña carrera todo el grupo, estaba siendo una mañana muy entretenida, aunque estaba empezando a hacer más frío, se acercaba tormenta y como ya se estaba cumpliendo la hora, regresaron a la casona.

El amor de mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora