23

583 71 6
                                    

Se ducharon, arreglaron y bajaron para tomar la última cena, al día siguiente se marchaban. Estaban disfrutando mucho del fin de semana, les estaba dando espacio y tiempo para acostumbrarse a estar en pareja, a bajar barreras y hacerse algún arrumaco delante de desconocidos, a conocer que cambiar en el trato al otro en este nuevo aspecto de su relación. Habían hablado de cosas íntimas que nunca habían tocado.

Subieron de nuevo a la habitación y tras cepillarse los dientes se quitaron la ropa. Cuando Moi fue a coger lo que iba a ponerse para dormir, una mano retuvo la suya no pudiendo llegar a la ropa. Se giró para ver qué pasaba y se vio atacado por unos labios que presionaron los suyos, por la sorpresa los entreabrió y su asaltante aprovechó para introducir su lengua, saborearon la boca del otro, sus lenguas jugaban entre sí. Iván se pegó a su cuerpo por completo y le fue empujando suavemente hasta llegar a la cama.

-No estabas muy cansado, hecho polvo, que no podías más.

-Amor, eso era antes, ahora te deseo. Acuéstate en la cama y no te quejes.

Obediente hizo lo que le pedía y abrió las piernas, sintió como se acomodaba sobre su cuerpo, como sus pollas aún medio dormidas se rozaban entre ellas, su boca volvió a ser saqueada, mientras que una mano jugaba con sus pezones. El cuello mordisqueado fue abandonado, esa lengua cálida hacía un camino en descenso al otro pezón, sintió como un dedo entraba en él sorprendiéndolo por el frío del lubricante.

-Ahhhh, joder, de improviso. No pensaba que fueras a ser tú el que entrara ...mmmmmm... sé delicado. Ohhhh... ya el segundo...ahhhhh... siiii ...ahhhh

-Tal y como me usaste antes, te aseguro que no estoy para dejar que entres de nuevo, pero me apetecía seguir jugando con nuestros cuerpos, así que disfruta. Ahhhhh!!! cabrón no muerdas tan fuerte.

-Te dddiije...dedelicadaaaaaaado. Tres dedos ya ...ahhhhh... mmmmm... vale suavee.

-Tranquilo sé lo que hago, no veas como me estás absorbiendo los tres dedos. Tienes un culo muy goloso.

-Te ves muy orgulloso.

-Siii, lo estoy. Mientras estabas distraído cogí el lubricante y no te enteraste de nada hasta que ya estaba todo hecho. Fue una buena emboscada y ahora voy a por mi gran premio final. Eres mío amor.

Retiro los dedos y sin más de un empujón entró hasta la base, él soltó un gemido de satisfacción mientras su novio soltaba un grito. No solo había hecho todo el movimiento rápido, sino que dio en el centro de la diana golpeando el punto amable a la primera.

Se quedó sin moverse dentro de esa estrecha cavidad, embriagado por su calor y estrechez, sin mover sus caderas volvió a atacar esos labios tan enloquecedores, sus manos acariciaban y jugueteaban con ese cuerpo que le enloquecía, las caderas de su novio se movieron pidiendo satisfacción, así que apoyándose en la cama cogió impulso para embestir con fuerza, cada vez iba más duro y rápido. Jadean y se agreden con las bocas y las manos, le agarró la polla y bamboleando sintió como el cuerpo bajo el suyo se estremecía, la cara en éxtasis le fascinó mientras notó como su mano se pringa de semen y en par de estocadas él también fue barrido por un orgasmo.

Sonriendo y sin salir de ese espacio pequeño pero acogedor, volvió a besar a su novio.

- ¿Sabes todo lo que te amo y lo que estoy disfrutando?

-Ummmm, supongo que lo mismo que yo. Oye sal ya.

-No aún no, amor. Un poco de paciencia.

-Ohhhh no, estás duro de nuevo ¿vas a hacerme lo que yo a ti?

-No te quejes, es que eres tan sexy que me enciendes. Ponte sobre mí, ya verás como disfrutas.

Cambiaron lugares, Moi se sentó sobre Iván rodeando su cuerpo con las piernas, con su ayuda y con suavidad se empaló en ese miembro duro y exigente que le hizo soltar otro grito cuando lo sintió muy profundo en su interior.

Poco a poco fue moviéndose sobre esa dura vara que hacía como de eje de su cuerpo. Era una postura increíble, entendía porque le gustaba a Iván. Le besaba con ardor y desmayo, sus ojos no dejaban de mirar y observarse, más caricias recorrían su cuerpo haciendo que se estremeciera aún más, sin fuerzas lo único que podía hacer era sujetarse de esos hombros fuertes y gemir mientras sentía como le golpeaban en la próstata causando aún más placer, aumentado cuando una mano descendió a su propia dureza, acariciándola con fuerza.

-Ummmmmm..., aaaaamor, no...voy...no... ahhhhhhh... puedo.

-Solo un poco más ...ahhhhhhh..., baja. Ponte a cuatro patas.

Con el cuerpo temblando de los estremecimientos y ayudado por el otro, consiguió colocarse como le pidió, no acababa de acomodarse cuando una estocada profunda golpeó su próstata nuevamente y se corrió. No podía creerse que solo así se fue. Siguió sintiendo las embestidas, no dejaba de gemir y jadear, la verdad que cada vez le gustaba más ser follado por su novio. Era muy bueno en la cama. Joder estaba otra vez duro.



Estuvo un rato más en esa postura dando estocadas e introduciéndose en ese lugar que hasta le quemaba, no iba a resistir mucho en esa postura, pero como quería aún seguir golpeando sobre su novio, decidió cambiar otra vez.

Ahora era el quien tenía a su novio empotrado sobre las frías ventanas, las piernas rodeando sus caderas y follándose ese cuerpo tan lujurioso. No era una postura muy cómoda, cansaba, ya que el cuerpo era grande y pesado, pero era tan excitante y ver la cara de pasión, los gritos roncos que salían de esa boca, la polla dura que se frotaba entre ellos le daba fuerza para seguir empujándose y embistiendo fuerte y dentro.

Ya no podía sostenerle más, le bajo y le puso de espaldas a él para que apoyara las manos a la ventana y se volvió a meter en su interior, ahora sí que estaba por acabar, los estremecimientos del otro cuerpo hacían que se estrechara la zona y presionaba su polla como si la exprimiera, se agarró al falo, pero nada más acariciarlo y mientras presionaba muy dentro sintió que se corría sobre su mano, por fin se dejó ir él también llenando de su cálido líquido ese espacio tan placentero.

Le besó la espalda y le acarició un poco más antes de salir del todo, el suelo se manchó del semen que cayó del culo cuando salió de su interior. Miró el suelo y vio que también estaba manchado del orgasmo de Moi.

-Ven vamos al baño. -Él mismo llenó la bañera con agua caliente y le ayudó a meterse dentro. Sentados cara a cara y recostados cómodamente. -Cuando acabe limpiaré lo del suelo y cambiaré las sábanas, están asquerosas, menos mal que hay otro juego limpio en el ropero.

-De acuerdo, yo no puedo moverme. Amor estuviste increíble. Ufff agotado estoy, no hemos parado en todo el día.

-Mi hombre está a mi altura, no creo que me quede semen hasta la semana que viene. Quédate un poco más que recojo todo. -Le dio un pico y salió del baño. Limpió y recogió la habitación, volvió al baño donde dejo las sábanas sucias, ordenó el baño y ya en la habitación cogió un bote.

-Cariño bájate el bóxer y recuéstate en la cama. Pon el culo en pompa.

- ¿Qué vas a hacer? No puedo más en serio, mañana te compensó.

-No es eso -soltó una carcajada- Es una pomada para aliviar la zona, después me la vas a aplicar a mí y también nos tomaremos las pastillas que compraste. Nos hemos pasado y tenemos que proteger y cuidar nuestros culos si queremos seguir disfrutando.

Una vez en la cama, abrazados y sonrientes se besaron, no pasaron más que unos pocos minutos cuando estaban completamente dormidos.

Continúa>>>

El amor de mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora