Nunca seremos nada.

Capitulo 1

NARRA ARTHIT

-ARTHIT COMO NO TE LEVANTES Y ABRAS LA PUERTA LA TIRO, SOLO QUEDAN VEINTE MINUTOS PARA QUE LA CLASE EMPIECE.

-BRIGHT LARGATEEEEE.

-ARTHITTTTT.

Con todo el odio del mundo me levante y abrí la puerta encontrando a mis cuatro amigos esperando. Yo solo hice caso omiso y volví en dirección a mi cama, pero sin llegar a interceptarla ya que Knott me cogió de los hombros.

-Te doy diez minutos para que salgas de ese baño completamente cambiado, si no juro que te llevamos en pijama a la clase.

Yo solo sople mientras entraba en el baño con la toalla que Tutah ya se había encargado de sacar. Como todos los meses mi cuerpo se encontraba alterado, lo que provocara cambios de humor. Mis amigos lo sabían por eso se ocupaban de que nada cambiara y que nadie se diese cuenta, dentro del baño no estuve mucho rato ya que una ducha rápida y un cambio de ropa no me llevaba mucho mas de cinco minutos, al salir del baño, podía observar como mis amigos se encontraban dispersados por todo el dormitorio, mientras Knott ponía sobre la mesa un batido de leche rosa y un plato de arroz pegajoso con huevo y picante.

-Ahora desayuna y toma la medicación rápidamente que como lleguemos tarde vamos a ser reñidos por el profesor.

No tarde mucho en devorarla y tomar mis pastillas, las mismas que  mantenían mis hormonas normales, y se encargaban de ocultar mi olor. ya que aunque fuese normal que bastantes hombres  fuesen omegas a día de hoy, mi familia no estaba muy entusiasmada con la idea de que su único hijo y heredero de toda la fortuna fuese parte de los Omegas y que no formase parte de los Alfas, por eso el laboratorio de papa había sido capaz de crear una pastilla, la cual era capaz de ocultar las feromonas de los Omegas, lo que había hecho que papa volviese a sonreír, ya que gracias a las pastillas podía salir de casa y tener una vida normal, ya que nadie sospecharía de mi problema, o eso dice papa siempre.

Llegamos a la universidad por los pelos ya que el profesor entro tan solo un minuto mas tarde que nosotros. La clase trascurrió como de normal, al finalizar el profesor nos hizo esperar a los mismos que íbamos a participar en las novatadas.

-Chicos recordad,  no quiero ninguna pelea, ni nada por el estilo, si sucede algo como el año posado retiraremos las novatadas para siempre, quiero que preparéis a los de primero pero sin pasaros. Recuerda Arthit mantener el orden.

-Khap P'Kai.

 Al terminar la reunión con el profesores, pusimos rumbo hacia los novatos, los cuales deberían de estar ya dentro del salón de actos de la universidad, y así era desde fuera se podían escuchar gritos y risas, y era normal ya que los Omegas y Alfas jóvenes solían tener las hormonas mucho mas  alteradas ya que el olor que desprendían era mucho mas alto que cuando llegabas a la adustez cosa que sucedía entre los veintitrés y veinticinco, aunque yo gracias a la medicación no era capaz de escuchar ningún olor, lo que me mantenía a salvo mi identidad, pero por consecuencia del fármaco yo tan poco ofrecía ningún olor, por lo que había ganado fama en la universidad por eso. 

Al entrar en la sala, parecía que nadie se había dado cuenta ya que todos continuaban a sus cosas, pero cuando Knott y Prem entraron en la sala y se pusieron a mi lado, todo el mundo callo de inmediato y se quedo mirándonos ya que Prem y Knott tenían un olor característico que hacia que toda la gente a su alrededor se quedase atónito tanto Alfas como Omegas. La reunión dio comienzo y mientras hablaba podía observar como en la quinta fila un grupo de chicos y chicas no paraban de llamar la atención de el chico que se encontraba sentado en la punta, y parecía que eso no le disgustaba para nada ya que no paraba de sonreír y guiñarles el ojo, yo intente calmarme ya que, lo que mas odiaba era a los chicos que se creían superiores por el hecho de ser Alfas y tener un olor embriagador, mientras me calmaba, saque la libreta que tenían que utilizar durante toda la semana para conseguir conocer a los superiores, luego de explicarlo y dejarlo claro íbamos a irnos, pero parecía que alguien tenia ganas de desobedecernos desde el principio.