Capitulo 16

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NARRA ARTHIT

El padre de Kong había pronunciado las palabras que tanto había temido en la vida, estaba embarazado, y lo peor de todo es que aun no habían nacido y ya los había hecho sufrir, estaba condenado al fracaso como ser humano, no entendía en que momento había viajado mi mano hacia mi vientre y se había solapado allí, los médicos no paraban de llegar desde el momento en que nos instalaron en la habitación del hospital, en mi mente solo se repetían las palabras lo siento mucho mientras acariciaba mi estomago ya que solo quería pedirles perdón, solo quería que me perdonasen ya que por mi culpa estaban sufriendo. La madre de Kong vino con una chica la cual llamo Juliet, la presento como mi ginecóloga, Kongpob parecía entusiasmado con la llegada de Juliet, y en ese momento mi mente empezó a trabajar ya que Kong necesitaba encontrar a alguien mejor que yo, se lo merecía, se merecía el tener a alguien que mentalmente estuviese estable, alguien que no lo hiciese sufrir a cada momento, y ahí fue donde mi mente y corazón por primera vez en años estuvieron de acuerdo, en que lo mejor iba a ser cuidar de los bebes y darles el mejor nacimiento, y encontrar una mejor persona para Kong, para así poder desaparecer y dejar de provocar tanto dolor en el ser que mas quería. Así todo el mundo seria feliz, nadie tendría que preocuparse por un idiota que no era capaz de decir no a nada, aunque ese nada fue a matarme. Así que no iba a dejar que nada ni nadie hiciese nada a los bebes, necesitaba que mis bebes estuviesen bien, necesitaba que Kong estuviese orgullosos de ellos, que estuviesen sanos para que no lo hicieran sufrir.

Kongpob siempre tenia palabras bonitas para mi, pero siempre lo hacia llorar y el no se lo merecía, había terminado llorando por mi culpa otra vez, y todo por mi maldita culpa, los bebes parecía que lo sabían ya que el estomago no dejaba de doler, asta que Kong posiciono su mano encima de mi vientre, pronto el sueño de morfeo llego a mi, todo el sueño empezó tranquilo, eramos tan solo kong y yo dando una vuelta por el jardín donde había pasado toda mi infancia y parte de mi adolescencia, mi madre tomaba te con la madre de Kong mientras que papa si iba acercando hacia mi, lo que izo que mi pecho empezase a doler, ya que mis bebes estaban jugando en los columpios del jardín, y papa  cada vez estaba mas cerca de ellos, y en su mano llevaba lo mismo que años antes avía utilizado conmigo, yo solo intentaba gritar sus nombres pero nada salia de mi, a mi alrededor nadie se daba cuenta, tan solo yo estaba viéndolo y papa solo repetía que era por su bien, que todo iba a mejorar en un par de años. En ese momento note como alguien me despertaba y yo tan solo pude abrazarlo mientras intentaba calmar mi llanto y mi aliento, solo podía repetirle que  no me abandonara, sabia que era muy egoísta ya que no merecía a nadie, pero tenia mucho miedo, tenia miedo de que papa hiciese algo a mis bebes, que mis bebes sufrieran, nadie podía hacerles nada, ellos iban a ser libres de ser quien quisieran ser ya que iban a tener al mejor padre, cuando conseguí calmarme me volví a dormir mientras notaba como me abrazaban.

Un nuevo día llego y con el mi plan empezó, Juliet parecía muy buena chica ya que hablando con  ella, esta estaba muy entusiasmada con el hecho de que fuese a tener tres bebes, y hacia muy buena pareja al lado de Kong ya que los dos dentro de unos años iban a ser portada de todas las revistas ya que los dos eran elegantes y guapos. 

En mi mente empece a idear cosas en las cuales pudiese hacer que Kong y Juliet hablasen sin que mi nombre estuviese por el medio, sabia que Kong a estas alturas sentía lastima por mi ya que siempre estaba en peligro, pero esta vez iba a cambiar ya que la salud de mis bebes estaba por encima de la mía.

Juliet explico todo lo necesario para tener un buen crecimiento fetal, indico todos los fármacos que iba a ir introduciendo en mi organismo para conseguir un buen crecimiento de mis bebes, mis bebes llevaban todo el día muy contentos ya que entre los mimos de Kong y los de su mama, mi cuerpo se sentía muy tranquilo, aunque cuando mi mente viajaba a mis pensamientos mas profundos sobre Kong Y P'Juliet recibía un pinchazo. 

Nunca seremos nada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora