Arthit, estudiante de ingeniería en una de las mejores universidades del país, primero de su clase, he hijo de una importante familia, pero aunque Arthit lo tiene todo en la vida: fama, poder,dinero, y inteligencia, esconde un gran secreto y es qu...
Cuando P'Juliet dijo que me daba el alta, dentro de mi, mi corazón empezó a moverse a un ritmo mas acelerado ya que había estado durante cuatro meses dentro del hospital, cuatro meses en los cuales había vivido demasiadas cosas para mi edad, Mae Y pho ayudaron a llevar todas las cosas al coche de N'Kongpob, pronto nos pusimos en marcha, aunque Kong parecía haberse equivocado de entrada ya que continuo recto cuando nuestros apartamentos se encontraban hacia el otro lugar, cosa que el aclaro rápidamente, ya que tenia que pasar a por unas cosas por casa de sus padres.
Al llegar a la casa me quede fascinado ya que era hermosa, tenia los elementos que mas me gustaban, Kong había vivido en una casa preciosa, si el exterior ya era hermosa, no quería imaginar como seria el interior, no tenia nada que ver donde yo me había criado ya que papa y mama siempre habían querido mostrar a la sociedad que eran superiores, totalmente diferente de lo que yo quería, yo siempre había deseado tener una casa donde vivir con mi familia, sin tener que demostrar nada, y parecía que Kong había podido disfrutar de ella, cuando me invito ha entrar, era como espere todo era hermoso.
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Todo era hermoso, solo el recibidor indicaba que era una casa familiar, lo que me llenaba de felicidad, Kong me indico que fuese hacia las escaleras donde pronto el coloco su mano en mi espalda para ayudarme a subir, al llegar arriba me guió por un pasillo con diferentes puertas las cuales deduci que eran de sus hermanas y padres, ya que las cosas que tenia que buscar estaban en su habitación tenia emoción por conocer donde el había dormido, por saber como era su habitación, lo que no esperaba era encontrar una habitación totalmente decorada para bebes tenia los colores mas bonitos y tenia todo lo que había querido, era perfecta, lo que izo que mi llanto empezase a salir corrí para esconderme en los brazos de Kong esto me parecía demasiado, era demasiado perfecto para estar pasándome ha mi, y lo que menos imaginaba era que Kong me pidiese matrimonio, nunca imagine que pudiese llegar a cumplirse alguno de mis sueños y ahora estaba cumpliéndose dos de mis mayores deseas, yo solo podía llorar. mientras asimilaba todo.
NARRA KONGPOB
Luego de preparar el ramen, P'Arthit y yo continuamos explorado las habitaciones, Phi parecía emocionado en cada habitación, volvimos ha la entrado donde había una puerta que Phi no tardo en abrir, exponiendo un despacho que dejo fascinado a Phi.
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