capitulo 5

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Narra Arthit.

Cinco y media de la madrugada, mi cuerpo no podía dormir más, aun duraba el dolor de las inyecciones, aparte debía sumar una sensación extraña en mi interior. Fura de la habitación ya se podía escuchar ajetreo ya que papa saldría a ejercitar y mama ira al gimnasio. Yo decidí levantarme y intentar hacer un poco de yago ya que en los últimos años era lo único que calmaba mis dolores de espalda y cabeza. 

Cuando termine de realizar los ejercicios, entre en el vestidor para elegir la ropa que utilizaría, unos pantalones azules, y una camiseta de botones blanca con pájaros del mismo color que el pantalón, dentro de la ducha aproveche para intentar relajar los músculos, cuando termine de prepararme baje a desayunar, y como era normal, papa y mama ya se encontraban sentados en sus sitios mirando sus agendas. 

-Arhtit desayuna rápidamente y toma tus suplementos y medicinas. Por cierto dentro de dos días te toca inyectarte los inhibidores acuérdate.

-Si papa.

Luego de terminar de desayunar y tomar la medicina, papa y yo pusimos rumbo al hotel donde se hospedaba la familia Suthiluck, y como era de esperar padre he hijo ya se encontraban esperándonos, en el momento que Singto apareció ante mi, mi cuerpo se puso a temblar, lo que hizo que me pusiese mas nervioso de lo que pudiese estar, ya que tenia miedo de desprender alguna feromona y que papa se diese cuenta, cuando subieron al coche Singto rápidamente tomo asiento a mi lado, y como anterior mente había pasado sin que el dijese nada mi cuerpo encontró la calma, el dolor de cabeza desapareció dejándome en un perfecto estado, mientras yo intentaba aparentar normalidad, papa y el señor Suthiluck establecían una conversación a mena, en la que mi padre no tardo en sacar el tema de las inversiones y de todo lo relacionado con el nuevo negocio de la compañía que consistía en unos nuevos inhibidores capaces de mantener a los omegas mas tiempo sin tener que tomar medicamentos, lo que parecía alegar altamente al señor Suthiluck.

-Creo que con los nuevos inhibidores con seguiremos la paz de muchos omegas, siempre pienso en lo asustados que deben de estar los omegas cada vez que entran en celos, ya que cualquier alfa se puede volver loco al sentir  las feromonas.

-Por eso hemos decidido crear este nuevo inhibidor, con el, muchos omegas estarán a salvo y no tendrán ningún problema por que fallen porque tras todos los ensayos clínicos solo ha fallado una vez y porque el paciente ya se encontraba en su estado de celo.

-Eso me alegra mucho escucharlo señor Rojnapat, estoy deseando  verlo con mis propios ojos.

Podía ver como papa mostraba su sonrisa falsa, y es que si algo tenia claro era que papa no buscaba el bien de los omegas, el quería encontrar la cura según el para la enfermedad de los hombres, y es que estaba a favor de las omegas femeninas, pero opinaba todo lo contrario sobre los omega masculinos, y parecía que el señor Suthiluck no tardaría mucho en caer en las trampas de papa, ya que primero seria un inhibidor y luego empezaría a embaucarlo como al tio Tom para que formase parte del plan de Omegas.

Al llegar a la sede todo mi cuerpo se puso rígido ya que sabia que en el sótano menos tres encontraríamos la sala donde papa había probado sus fármacos conmigo, en todo el trayecto tanto en coche como dentro del edificio, Kongpob no se había despegado de mi lado, no habíamos establecido conversación pero en ningún momento dijo nada, ni hizo mención de saber mi secreto. Mi cuerpo no paraba de tensarse y parecía que Kongpob lo estaba notando ya que su mano pronto fue a parar a mi espalda donde empezó a repartir caricias sin que nuestros padres se diesen cuenta, yo iba a rechistar pero sabia que si hacia algún movimiento papa notaria algo raro y tenia la sensación que no saldría del recinto si algo pasaba con mis feromonas, así que intente aguantar sin mostrar ninguna expresión y es que esas caricias habían conseguido destensarme, pero había formado otra cosa en mi interior lo que estaba haciendo que mis piernas comenzasen a parecer gelatina, cuando pensaba que no iba aguantar mucho mas de pie, llegamos al destino, donde muy pronto la secretaria de papa nos hizo pasar a el salón de actos, donde papa se sentó en el centro y hizo que me sentase a su derecha dejando a Kongpob sentado al otro extremo junto a su padre lo bastante lejos para que el olor repugnante volviese ha aparecer. 

Nunca seremos nada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora