-Estás loco, no pienso cantar.
-Tienes que hacerlo, es la tradición.
Yo me cruzo de brazos por encima de mi pecho y lo miro con el ceño fruncido. El chico pone su mano para tapar el micrófono y se acerca a mi.
-Mira, aquí los intrusos no son bienvenidos. Te lo digo por tu bien, canta, logra la aceptación de la pandilla y no tendrás que preocuparte por nada. Si no lo haces correrás peligro y no estoy jugando.
Parece estar hablando en serio y yo no sé qué hacer. Necesito encajar aquí, ya que necesito información sobre mis padres, necesito saber qué pasó, si realmente fue un accidente o no, por lo tanto debo ganarme la confianza de esta gente. Pero... no se cantar, o quizás si se, pero no canto bien. Ni siquiera sé qué cantar. Que se supone que haga?
-Oye en serio no se cantar. Tampoco se qué cantar.
-A esta gente no le gusta la música actual, solo no cantes nada del momento, canta cualquier cosa.
La única canción que me se, como para cantarla es Mientes de Camila, aunque no me convence, no sé si hacerlo o no, pero es lo único que tengo, así que le digo la canción y el me sonríe, no sé por que, pero lo hace.
-Bueno, esta chica... -hace una pausa y me mira- ¿Cómo te llamas? Es que no sé tu nombre.
-Holly -le digo.
El sonríe y me dice que se llama Samuel.
-Bueno, Holly cantará Mientes de Camila.
Mucha gente, más de la que me esperaba, comenzó a gritar emocionada. Yo no puedo evitar sonreír, a pesar de que no me conocen me apoyan, o les gusta la canción y simplemente se emocionan por ello. Ojalá no me odien por arruinar una canción tan bonita.
Samuel me da el micrófono y yo lo tomo. Inspiro profundamente y miro a todo el mundo.
-Hola! Soy Holly, como dijo Samuel. Perdónenme si les rompo los tímpanos, pero prácticamente el me obligó.
Casi todos se ríen, otros solo sonríen, pero con mi comentario nadie se queda serio. Yo también sonrío y le hago una seña al tipo que pone las pistas. La música comienza a sonar y los nervios me atacan, pero intento calmarme.
Tu,
Llegaste a mi vida para enseñarme.
Tu,
Supiste encenderme y luego apagarme
Tu,
Te hiciste indispensable para mi.
Y,
Con los ojos cerrados te seguí.
Si yo busque dolor lo conseguí.
No eres la persona que pensé,
que creí,
que pedí.
Mientes,
Me haces daño y luego te arrepientes.
Ya no tiene caso que lo intentes,
No me quedan ganas de seguir.
Llegas,
Cuando estoy a punto de olvidarte.
Busca tu camino en otra parte,
Mientras busco el tiempo que perdí.
Que hoy estoy mejor sin ti.Termino de cantar el estribillo y me quedo en silencio. Sinceramente es la primera vez que canto tan bien, nunca se me dio bien cantar, pero recién si. Cuando levanto la vista mis ojos se encuentran con los del chico moreno de ojos castaños. Me esta mirando fijamente. Tiene su codo apoyado sobre la mesa y recarga su mejilla sobre la mano. Me sonríe y yo no puedo evitar devolverle la sonrisa.
El silencio en el que todos estaban sumergidos se esfumó para convertirse en una oleada de aplausos y vitoreos. Algunos me piden que siga cantando, pero pronto casi todos allí me gritan: "¡sigue cantando!".
-Oigan, ¿ustedes son suicidas o qué? ¿No los aturdí lo suficiente ya? Si sigo los vidrios comenzarán a astillarse hasta estallar.
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Me enamoré de un Pandillero
RomanceHolly perdió a sus padres en un accidente que nunca ha quedado claro. Queda a cargo de su madrina, a quien sólo le interesa el dinero que recibe mensualmente por ser la tutora de la muchacha. Holly, cansada de su situación toma una decisión drástica...