Lucian

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Tengo su nariz, sus pestañas, parte de su boca, la forma de su cara, tengo...

-¿Vas a quedarte parada viéndome así mucho tiempo más? -pregunta molesto.

-Aléjate de ella, maldito desgraciado -escucho que dice Bianca.

Se acerca furiosa a donde estamos y se pone delante de mi, como si quisiera protegerme con su cuerpo. Ella también sabe quién es. Y después de lo que pasó ayer, sabe perfectamente de lo que este hombre es capaz. Aunque por alguna razón siento que el no sabe quien soy. Siento que mando a ese tipo aquí para que me hiciera daño, pero no sabe que yo soy esa muchacha, su hija. Dios que asco me da siquiera pensarlo.

-Bianca, tanto tiempo sin verte -dice Lucian sonriéndole con desdén.

-¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres? -le pregunta Bianca.

El se cruza de brazos y lanza una risita y estoy segura de que es porque ve la incomodidad de Bianca y la tensión que hay entre ellos. Eso le gusta, le gusta saber que tiene a todos donde quiere, puedo verlo en su rostro y en sus gestos corporales. Lucian se aclara la garganta y deja de reír.

-Bueno, me enteré que algunas personas estuvieron por aquí ensuciando mi nombre y quise venir para averiguar qué fue lo que pasó.

-¿Cómo eres tan descarado de aparecer por aquí después de todo lo que le hicieron a Holly? -dice Bianca con tanta rabia que incluso me cuesta reconocerla.

Lucian dirige su mirada hacia mi. Me examina, me recorre de arriba hacia abajo y viceversa, como si esperara encontrar alguna respuesta con el solo hecho de analizarme así.

-Así que tu eres Holly, la hija de Blanca ¿Cómo están tus padres? -me pregunta pretendiendo ser cordial.

Yo aprieto los dientes. Intento calmarme, no puedo perder el control. Necesito estar lo más tranquila posible.

-Mis padres está muertos -le digo.

El me mira apretando los labios. Puedo ver que está conteniendo una sonrisa. A mi la sangre me hierve, siento que voy a explotar.

-No sabes cuánto lo lamento querida. Yo quería mucho a tu madre.

-¡Ya! ¡Hipócrita! -dice Bianca fuera de sus cabales-. Lárgate de mi bar.

-¿Tu bar? ¿Este no sería el bar de tu hermana si aún estuviera viva?

-Nuestros padres lo dejaron para las dos y ella me lo cedió, así que deja de intentar enredarme.

-No te enredo en nada. Solo te recuerdo lo que tanto te esfuerzas por olvidar.

Bianca comienza a avanzar hacia el y juro que pienso que está a punto de golpearlo, pero ella no lo golpea. Le de un empujón lo suficientemente fuerte para desestabilizarlo, lo toma por los hombros con fuerza, lo obliga a dar media vuelta y comienza a empujarlo hacia la salida.

-Ya vete, vete, no quiero volverte a ver por aquí.

-No, no, yo no me voy nada -dice el parándose en seco y ofreciendo resistencia a los empujones de mi tía.

-¿Cómo que no? Si no te vas por tus propios medios, llamaré a la policía. Tu decides, pero de una forma u otra te irás de aquí.

-Antes de irme quiero hablar con tu hermosa sobrina -dice Lucian mirándome con una sonrisa.

-No voy a dejar que hables con ella, así que puedes marcharte ya.

Bianca intenta volver a empujarlo, pero Lucian la esquiva y se acerca a mi.

-Tu y yo tenemos mucho de que hablar -dice sonriendo.

-¿De qué quieres hablar? -le pregunto.

Me enamoré de un PandilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora