No me di cuenta de la hora. Son casi las nueve de la noche. Cuando salí del galpón solo me interesaba llegar a mi casa y dormir. Necesitaba olvidarme un rato de todo lo que pasó hoy. Quería dejar de ser consciente de lo que me espera en el futuro, pero sólo lo logré durante unas horas. En cuanto me desperté todo siguió igual.
Lo único que me importa en este momento es ver a Holly. Quiero saber como está. Quiero ver esa carita tan hermosa que tiene para no desplomarme, porque todo esto lo estoy haciendo sólo por ella, por nadie mas. Y estoy seguro de que no podría hacerlo de otra manera, si las cosas no fueran así, quiero decir.
Me subo a la moto y voy al bar. Cuando llego está atestado de gente, como de costumbre y ella no está atendiendo, lógicamente porque después de lo que le pasó, imagino que se tomará el tiempo de descansar. En realidad, Bianca no la dejará trabajar hasta que la vea totalmente recuperada.
-¡Val! ¿Cómo estas? -Bianca me abraza con mucha calidez.
Yo le devuelvo el abrazo con una sonrisa. Mi historia con Bianca es larga. La conozco desde que soy pequeño. Mis padres trabajaban para El Jefe y en uno de sus encargos murieron, no tengo claro cómo, jamás me enteré y tampoco quiero hacerlo. En ese entonces yo no era miembro de la pandilla aún, pero como era hijo de dos piratas se me permitía la entrada al bar. Los padres de Bianca aún seguían vivos y cuidaban de mi como si yo fuera su propio hijo, ella siempre fue como un hermana para mi y a ellos les tenía demasiado cariño.
Cuando quedé huérfano, no tenían lugar para que yo me quedara con ellos, ya que vivían exactamente en el lugar donde ahora vive Bianca con Holly. Pero igualmente me consiguieron un hogar. Una amiga de los papás de Bianca vivía en el departamento donde vivo en la actualidad. Ella cuidó de mi hasta que murió de una falla cardíaca hace casi tres años. Desde ese entonces me he quedado solo en el departamento (porque María, la señora, lo dejó a mi nombre para que yo no me quedara sin hogar) y jamas he dejado de venir al bar, no sólo porque me gusta estar aquí con mis amigos, sino también por Bianca, ya que la sigo considerando como mi hermana.-¿Estoy bien y tu? ¿Cómo está Holly?
Ella se separa un poco de mi. Me mira con esa típica cara pícara que tanto la caracteriza. Levanta una ceja y me sonríe.
-Te preocupas mucho por ella, ¿verdad?
Yo me rasco la nuca un poco incómodo. No me gusta mucho hablar de mis sentimientos. Suelo reservarlos para mí. Pero ella me conoce tan bien que es imposible ocultarle algo.
-Pues si, me importa mucho. Estoy muy preocupado por ella, por como la vi ayer ¿Cómo esta?
-Está mejor. Ha pasado por muchas cosas y creo que no sabe cómo afrontarlas.
-¿Qué fue lo que le pasó?
-Yo no puedo decirtelo. Tienes que hablar con Holly sobre eso, ella es la única que puede contarte todo lo que le ha pasado. Necesita tu apoyo, aunque no lo quiera admitir.
-¿Y dónde está?
-En su habitación, puedes bajar si quieres.
En cuanto me dice eso no dudo en salir corriendo hacia su encuentro. Se que necesita su espacio y yo no quiero invadirla, pero también se que necesita apoyo. Necesita alguien que la escuche, que hable con ella, que la ayude a desahogarse, ya que por tragarse todas sus emociones se encuentra en ese estado. Cuando llego a la puerta de su habitación comienzo a dudar de sí realmente debería estar aquí o no, pero rápidamente las dudas se esfuman y toco la puerta.
-Pasa Bianca -dice ella.
Yo abro la puerta y la veo sentada en su cama leyendo un libro. No lo conozco y no estoy muy seguro de si lo sea o no, pero creo que es un libro para niños. Con un nombre bastante extraño la verdad. Se llama Valeria Varita, por lo que puedo ver.
-No soy Bianca, soy yo -le digo sonriéndole.
Ella me mira y me devuelve una sonrisa tímida. Se que está feliz de verme, pero sigue herida y lo entiendo. Sin embargo, voy a curar sus heridas, yo seré lo que necesita. La haré feliz.
-¿Qué estas haciendo aquí? -me pregunta.
-Estaba preocupado por ti, así que decidí venir. Realmente quería verte esta mañana, pero estuve ocupado.
La sonrisa tímida que tenía se borra y su bonito rostro se torna sombrío.
-Seguro estabas ocupado con Barbi. No era necesario que vinieras a verme, estoy bien.
En seguida me doy cuenta de lo que sucede. Ella aún cree que tengo algo con Barbi. Yo se que no es el mejor momento, pero tengo que contarle lo que descubrí sobre Barbi y Samuel. Merece saberlo.
-Yo no estoy con Barbi, Holly. Hay algo que tú debes saber.
-¿Qué cosa? -pregunta ella acomodándose en la cama.
-Mira, mientras yo estaba aquí ayer recibí una llamada. Era anónima -eso último es mentira, pero tampoco le puedo contar sobre El Jefe, no aún-. Durante esa llamada se escuchó un audio en el que Samuel y Barbi hablaban sobre un plan para separarnos. Estaban diciendo exactamente lo que pasó ese día. Y confirmaron por su propia boca que ellos armaron todo para separarnos.
-¿Me lo estas diciendo en serio?? Para separarnos por qué? Si ni siquiera estamos juntos. En ese momento tampoco lo estábamos -dice ella extrañada.
-Lo que pasa es que ambos sabían algo. Algo que si hubiese pasado en ese momento... Quizás significaría que nosotros estuviéramos juntos en este momento.
-No estoy entendiendo nada Val ¿Puedes por favor explicarte mejor?
Yo me rasco la cabeza. Estoy incómodo. Nuevamente debo hablar de mis sentimientos y es algo que como he dicho antes no me gusta hacer. A mi me gusta demostrar las cosas, no soy una de esas personas que lo tienen fácil con las palabras. Me cuesta mucho verbalizar lo que siento.
-Yo les había contado a mis amigos de un plan que tenía. Un día antes de que sucediera todo aquello, mis amigos y yo nos encontrábamos reunidos y les conté todo lo que sentía por ti. En especial lo hablé con Samuel, ya que era en quien yo más confiaba.
-¿Cuál era tu plan?
Holly está agitada. Veo que le falta el aire y estoy seguro de que es porque está sorprendida por lo que le estoy contando. Es demasiada información y tengo miedo de que le haga mal.
-Yo ese día iba a decirte lo que siento por ti. Te iba a decir que estoy loco por ti Holly. Que no aguanto tenerte cerca y no poder tocarte, no poder darte un beso, demostrarte cuánto te quiero, lo mucho que significas para mí. Iba a decirte que no puedo vivir sin ti y que te daría tu espacio, pero que no me rendiría porque yo... De verdad te amo, Holly.
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Me enamoré de un Pandillero
RomanceHolly perdió a sus padres en un accidente que nunca ha quedado claro. Queda a cargo de su madrina, a quien sólo le interesa el dinero que recibe mensualmente por ser la tutora de la muchacha. Holly, cansada de su situación toma una decisión drástica...