Una Familia Al Fin

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Hace casi dos meses fue mi cumpleaños. Ya tengo dieciocho, así que puedo disponer de los bienes que mis padres me dejaron. El licenciado Olegro me está ayudando a realizar el trámite y aproximadamente en diez días me darán el acceso total a todo lo que me corresponde.
¿Y la boda? Bueno, eso será aproximadamente en dos semanas más. Ya tenemos casi todo resuelto, la iglesia, la ceremonia, la fiesta (que se realizará en el bar de Bianca con unos pequeños cambios), el traje de Val, el vestido de Angie, mi vestido, zapatos y velo (porque si, usaré velo), la lista de invitados, el catering, la música, básicamente todo, faltan sólo unos pequeños detalles. Cosa que no es muy común porque en la mayoría de los casamientos siempre ocurre que falta ultimar detalles incluso minutos antes de que comience la boda, pero no sucedió con nosotros.
En cuanto a lo demás, ya comenzamos a dialogar con el juez que dictaminará en el caso de la tutoria de Angie. Todo parece marchar bien, según el señor, tenemos mucho a nuestro favor y es muy probable que nos den la tenencia de Angie, pero por lo pronto ella sigue con nosotros. Cada día crece un poquito más y está muy bella. Cuando sea mayor será la mujer más hermosa del mundo. Pero en fin, el tiempo corre y yo estoy cada día más feliz. No siento nervios, se que probablemente cuando llegue el momento estaré MUY nerviosa, pero luego, Val y yo estaremos seguros de que Angie estará con nosotros toda la vida.

En este momento me encuentro en la casa de Dereck porque estoy guardando en el armario de la habitación de Angie algunas prendas que le compramos mi tía y yo porque la pequeña está creciendo y la mayoría de su ropa le queda muy chica.
Seguimos viviendo en el departamento, pero hace un mes más o menos comenzamos a limpiar y remodelar la casa de Dereck, ya que luego de que Val y yo nos casemos vendremos a vivir aquí con Angie. La razón por la que ya podemos estar aquí acondicionandola y tenemos la posibilidad de habitarla cuando queramos es porque es un bien inmueble que Dereck le dejó a Val (según lo que nos explicó el licenciado), cosa que no aplica con Angie por ser una niña. Por eso el proceso para conseguir la tutela sigue en marcha.
Desde mi punto de vista está quedando muy bonita. La cambiamos casi por completo. Porque si bien sé que estamos destrozando el recuerdo de Dereck de alguna manera, Angie se ponía extremadamente triste cada vez que entrábamos al lugar, lo cual es muy entendible porque la persona con la que vivió aquí desde que nació ya no está y no es fácil vivir con esa idea. Pero las cosas cambiaron cuando le propusimos pintar su habitación, decorarla de otra forma y comprar cosillas nuevas. La carita de Angie se iluminó y nos ayudó muy contenta. Luego, esas remodelaciones se prolongaron al resto de la casa y el ánimo de la niña cambió completamente. Ahora se siente feliz y cómoda.
Val y yo también nos sentimos muy a gusto aquí. Creo que será el hogar perfecto para nosotros. Y debo admitir que después de tanto tiempo viviendo con una mujer que cuidaba de mi pero me odiaba, es extraño haber formado una familia en tan poco tiempo, sin mencionar que Bianca no es sólo una tía para mí, es mi hermana, mi madre y mi mejor amiga. No puedo estar mas feliz y agradecida con la vida.

DOS SEMANAS DESPUÉS

Estoy nerviosa, muy nerviosa. El vestido me queda muy ajustado, siento que casi no puedo respirar, pero Bianca, que está aquí a mi lado dice que son los nervios, que estoy preciosa. Yo me veo en el espejo y me gusta como me veo. Mi maquillaje es sutil, con tonos muy naturales, pestañas postizas, labios con un gloss suave y el velo que cubre mi rostro, llega hasta la altura de mis pies. El vestido es muy sencillo también. Es blanco, completamente, tiene encaje en el corsé y una hermosa falda amplia, no muy voluminosa. Me encanta como me veo y quiero ver ya mismo como está Val, ya que ni el ni yo vimos que usaría el otro, dicen que es de mala suerte que el novio vea el vestido de la novia antes del casamiento, no creo en esas cosas, pero tampoco soy consciente al cien por ciento de que no sea real, así que ante la duda, lo evitamos.

-Holly, la ceremonia comienza en cinco minutos, ¿estas lista?

Se me corta la respiración ¡CINCO MINUTOS! Si bien ya estoy lista, sigo estando muy nerviosa, pero tomo coraje, asiento y Bianca me acompaña hasta la entrada de la iglesia. Se supone que mi padre debería acompañarme, pero no tengo uno, tampoco tengo hermanos, ni tíos, abuelos, nada. Por eso Bianca será quien me acompañe al altar.

Me enamoré de un PandilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora