La Tragedia- Parte 2

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Luego de escuchar el grito de Angie yo freno la moto y me quedo congelada esperando lo peor. Cuando por fin consigo descongelarme, me giro lentamente rogando que no le hayan disparado a la niña. En cuanto la veo, me doy cuenta de que mis plegarias fueron escuchadas. Ella está ilesa, pero en cuanto veo la razón por la que la niña gritó, se me cae el mundo abajo.

-¡Papi! -grita la pequeña.

Yo me bajo rápidamente de la moto y la bajo a ella también. Val también se detiene y al ver lo sucedido viene corriendo hacia nosotras. Dereck yace tendido en el suelo boca abajo  con un disparo en la espalda. Cayó de la moto y probablemente la razón por la que le dieron es porque se interpuso entre la bala y Angie. Sigue vivo, pero me da miedo pensar en sí aguantará todo el camino hasta el hospital para salvar su vida.

La niña se aleja de mi lado y corre a sentarse al lado de su papá. Le pone una de sus manitos en la cara y lo acaricia. Veo como Dereck cierra sus ojos y rápidamente los vuelve a abrir, luchando por no dejar que se cierren del todo. Noto la fuerza que está haciendo para mantenerse despierto. Sabe que si se rinde, morirá. Y mis ojos se llenan de lágrimas.

-¿Papi? ¿Papi? ¿Estás bien?

-Tranquila, princesa, estoy bien porque tu estas bien -consigue decirle con mucha dificultad.

-Estoy bien porque tú me salvaste papi. A mi y a mi amiga Holly. Eres mi héroe.

Dereck sonríe como si se sintiera en el cielo. Val se acerca a él lentamente como si no pudiera creer lo que está viendo.

-Lo logré hermano, soy el héroe de mi pequeña.

-Lo eres amigo. Siempre serás su héroe y el mío también.

-Cuídala- dice Dereck sollozando- ¿Recuerdas lo que me prometiste? Cuídala como si fuera tu propia hija.

-Sabes que lo haré, jamás te defraudaré.

-¿De qué hablas papi? Tienes que levantarte. Tenemos que irnos. Le prometí a Holly que la invitaría a jugar a las muñecas conmigo. Tienes que llevarme a casa para que la pueda invitar.

-No puedo levantarme princesa. Yo no podré acompañarte. Pero Val si. El te cuidará mucho. Y Holly también.

-¿Por qué no? ¿Por qué dices eso papi?

Dereck está a punto de contestarle pero comienza a toser. Se está ahogando y ya no le queda mucho tiempo.

-¿Papi? ¿Papi? ¿Qué pasa?

-Lo que pasa es que ya tengo que irme mi amor. Pero no te preocupes por mi, yo estaré bien y tu también lo estarás porque tendrás a dos maravillosas y amorosas personas que cuidarán de ti. Y yo jamás te dejaré sola, siempre te cuidaré. Te amo con todo mi corazón hijita, nunca lo olvides.

-Papi yo también te amo. Pero no me dejes ¿A dónde tienes que irte? -ella comienza a sollozar, pensando que su papá la abandonará.

Pero Dereck ya no puede contestarle a su pequeña. El se ha ido. Y su hijita no entiende por qué su papá ya no le habla.

-Papi, háblame ¿Por qué no me hablas? -dice llorando desconsolada.

Es desgarrador escucharla llorar así. Ni hablar de ver cómo golpetea el rostro de Dereck buscando una respuesta.

-Despierta papi, no puedes quedarte dormido mientras te hablo, eso es de mala educación, tu me lo enseñaste.

Yo también lloro sin parar y miro a Val. El mira con mucha tristeza a su amigo que está con los ojos cerrados, ciertamente, como si estuviera dormido. La pequeña está desconsolada, gritándole a su papá que por favor se despierte y a mí verla así me rompe el corazón. Me acerco a ella y rodeo sus hombros con mi brazo. Me mira con la cara inundada de lágrimas.

Me enamoré de un PandilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora