Desde que Holly me dijo que si se casaría conmigo no he dejado de sonreír. Si bien se que no es un casamiento por amor exactamente, es de igual manera algo bonito. No niego que me hubiera gustado que fuera en otras circunstancias. Me hubiera gustado darle un anillo, pedírselo en un lugar bonito, que desborde felicidad y que sea un juramento de amor que dure toda la vida. Quizás suene tonto y muchos podrán pensar que soy un imbécil, pero siempre he soñado con casarme. Siempre quise pasar por esa situación de nervios en la que estaría esperando al amor de mi vida y luego verla llegar metida en un vestido bonito que la haga lucir incluso más hermosa que nunca. Tomar su mano, pronunciar nuestros votos y luego sellar el juramento con un beso. Y si bien creo que la ceremonia será muy parecida a todo eso, no lo haremos porque realmente nos hayamos planteado casarnos para pasar el resto de nuestras vidas juntos, sino porque queremos que Angie sea feliz a nuestro lado, queremos evitar que sufra más de lo que ya ha sufrido. Y sinceramente eso me entristece un poco.
Se hace tarde y debemos llevar a la niña devuelta al departamento, pero antes deberíamos ir a la casa donde Angie vivía con Dereck, por lo que sacó las llaves de la casa del maletín, luego lo cierro y se lo entrego a Bianca para que lo guarde por mi. Tenemos que buscar ropa para Angie y algunas cosas que le puedan servir para entretenerse.
Antes de que nos vayamos, Holly baja a su cuarto en busca de ropa y algunas otras cosas, luego sube nuevamente. Bianca está llorando otra vez porque no quiere que su sobrina se vaya, y la entiendo porque no hace mucho tiempo se enteró de todo esto y de que ya no estaba sola en el mundo. Yo le dije a Holly que se quede con Bianca, pero ella insistió en irse conmigo porque quiere ayudarme con Angie. Si, es una dulzura. Así que nos despedimos, con la promesa de que volveremos el día de mañana a visitarla y a comer con ella.
Vamos en moto hasta la casa de Dereck y juro que siento un viento muy frío que me cala los huesos, algo que jamás había sentido. Y el clima está bastante caluroso, así que es imposible que sea por el tiempo. Saco la llave del bolsillo de mi pantalón y abro la puerta. Ingresamos y todo está a oscuras. La casa está intacta, todo en su lugar, o eso supongo, por lo que probablemente nadie ha venido en busca de Dereck o su hijita. Ellos sabían perfectamente que jamás se ocultarian en su propia casa.
-Todo está muy triste -dice Angie bajito.
-Así se pone una casa cuando está dasiado tiempo vacía -le dice Holly con una sonrisa triste.
-¿Y que hacemos aquí? -pregunta la pequeña.
-Bueno, vinimos a buscar ropa para ti y algunas cosas que decidas llevarte para entretenerte en el departamento.
-¿Y por qué? ¿Ya no viviré aquí?
-Bueno, no por ahora. Pero si tu quieres, más adelante podríamos vivir aquí, los tres juntos.
-¡¿Los tres?! ¡¿De verdad?! ¡¿Tu también vivirás con nosotros Holly?!
La niña empieza a dar saltitos de alegría y yo no puedo explicar lo feliz que me hace verla así. No le hemos dicho que nos casaremos aún porque hace nada más una hora nos comprometimos, pero creo que sería bueno decírselo ahora para que ella ya lo sepa. Para que comprenda que queremos formar una familia con ella. Miro a Holly. Está mirando con una sonrisa de oreja a oreja a Angie, y se nota que está feliz.
-¿Le decimos? -le pregunto.
Holly me mira sin dejar de sonreír y asiente entusiasmada.
-¡¿Decirme que?! -pregunta ella.
Yo me pongo de rodillas frente a la niña y tomo sus manitos. Tengo toda su atención.
-Holly y yo nos vamos a casar.
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Me enamoré de un Pandillero
RomantikHolly perdió a sus padres en un accidente que nunca ha quedado claro. Queda a cargo de su madrina, a quien sólo le interesa el dinero que recibe mensualmente por ser la tutora de la muchacha. Holly, cansada de su situación toma una decisión drástica...