Recuperarlas-[Narrado Por Val]

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Según lo que Dereck me va diciendo, no falta mucho para que lleguemos al lugar donde tienen capturada a Holly. Pero antes de ir allí, quiere asegurarse de que Angie está bien, por lo que pasaremos primero por la casa de Mirco, un chico que se unió al "ejército" de El Jefe, o mejor dicho Lucian, luego de que yo me fui. Dereck me ha contado que le ha demostrado ser una muy buena persona, con principios y que si no fuera por las amenazas de Lucian, jamás se hubiera unido a él. Por eso, le pidió que cuidara de Angie.

Cuando llegamos a la casa de Mirco el corazón se me empieza a acelerar a causa del miedo. Y es la primera vez que esto me pasa por alguien que no es Holly desde que fallecieron mis padres. Estoy sintiendo este miedo por una niña que todavía no conozco, pero que se que será mi responsabilidad en caso de que algo le suceda a Dereck. 

-Tengo un mal presentimiento -le digo.

-Lo sé, yo también. Algo no está bien.

Nos movemos de manera cautelosa y entramos a la casa. Lo que vemos es desolador. Todo está tirado en el piso, destrozado y hay señales de lucha. Hay varios agujeros de balas en las paredes y yo pienso en lo peor. Temo que cuando entremos en alguna habitación nos encontremos con el cuerpo sin vida de Angie. Dereck piensa lo mismo, ya que está muy agitado, se lo ve aterrado.

-¿Dónde está Angie? -pregunta a punto de llorar.

-Tranquilo, estoy seguro de que nada malo le ha pasado. La encontraremos, yo lo sé -le digo palmeando su espalda.

En la casa hay un living, una habitación y un baño. Si Angie esta aquí, la encontraremos en alguna de las dos habitaciones que quedan, no hay muchas posibilidades restantes. Vamos al baño, pero no encontramos nada, así que caminamos a la habitación y lo que veo allí me rompe el corazón. En el piso hay una muñeca con bata de veterinaria que tiene la cabeza aplastada. Y cerca de la cama yace el cuerpo de un hombre, Mirco, supongo, con un tiro en la cabeza. Aún tiene los ojos abiertos. Me acerco a él y se los cierro, mientras lamento su muerte. Aunque no lo haya conocido, estoy seguro que luchó hasta el final por proteger a Angie.

-No está Val. Mi pequeña no está.

-Pero está viva. No está aquí, pero sigue con vida y eso es lo que importa. Además, sabemos perfectamente dónde está, así que no te preocupes porque la vamos a recuperar.

El asiente. Yo tomo la muñeca de la niña del piso y me encamino a la salida. Pero cuando me doy vuelta, veo que el no me está siguiendo. Así que entro nuevamente y lo encuentro de rodillas, abatido.

-Hermano, no te lamentes. Aún podemos rescatarla. Tu hija está esperando que su papá la vaya a salvar, no puedes dejarte caer así.

-Lo sé, pero soy el peor padre del mundo, ¿entiendes? Por mi culpa se la llevaron. La dejé con Mirco porque sabía que estaban detrás de mí. Lo hice para protegerla y al final se la entregué en bandeja de plata. Debe estar sufriendo, quien sabe en qué condiciones. Debe tener miedo. Seguramente no para de llorar.

-Oye, oye, para de torturarte la cabeza de una vez -le digo agachandome a su lado-. Tu no eres para nada el peor padre del mundo. Todo lo contrario. Tu amas a esa chiquilla.
"Sabiendo que estaban persiguiendote tu la dejaste con una persona que la iba a cuidar, porque sabías que contigo corría peligro. Y déjame decirte que este tipo de aquí es un héroe, la protegió como pudo y dio su vida por ella. Se la llevaron, si, pero él no se acobardo. Y nosotros tampoco lo haremos. Iremos hasta ese lugar y salvaremos tanto a tu hija como a Holly".

Termino de hablar y él se pone de pie. Yo lo imito y me paro frente a él. Sigue con lágrimas en los ojos, pero su semblante cambió. Se que quiere vengarse de quienes se llevaron a su hijita. Piensa en recuperar a su niña y yo lo voy a ayudar.

-Gracias, hermano, tienes toda la razón. Yo tengo que salvar a mi hija. Sé que probablemente moriré, porque El Jefe me tiene en la mira, pero no me importa si con eso logro que mi pequeña esté a salvo.

-No digas estupideces -le digo de manera brusca-. Tu no te vas a morir. Tu saldrás de ese lugar caminando con Angie en brazos. Verás crecer a esa niña, disfrutarás cada momento junto a ella, sufrirás cuando aparezca el primer imbécil que quiera enamorarla, la llevaras al altar si en algún momento decide casarse con ese u otro idiota, te emocionaras cuando te diga que serás abuelo. Festejarás todos sus logros y la ayudaras a levantarse cuando se caiga. Pero estarás siempre ahí. Ni se te ocurra pensar lo contrario.

Dereck vuelve a llorar emocionado por mis palabras. Y yo no puedo evitar acercarme a abrazarlo. El también me abraza.

-Yo me muero si algo malo le pasa. Angie es mi vida, Val.

-No le pasará nada. Yo daré mi vida por ella si es necesario, pero te prometo que saldrá de allí completita.

Ambos nos separamos, nos dejamos de cursilerias y nos subimos a la moto. Dereck maneja a toda velocidad, va tan rápido que tengo miedo de que nos estrellemos, pero puedo comprender su urgencia. Yo tengo en mis manos la muñeca de Angie y espero ansioso el momento de entregársela en sus manitos. No puedo explicar por qué, pero sin conocerla siento un cariño especial por ella. Desde que Dereck me mostró su foto me encariñé y lo que le dije a él fue completamente cierto. No fue algo sin sentido del momento. Se que si algo me pasa perderé a Holly para siempre y la idea de dejarla sola me aniquila por dentro. Pero en serio estoy dispuesto a dar mi vida para salvar a Angie. Esa niña tiene mucho que vivir junto a su papá. Y en este momento mi prioridad es salvarla a ella y a Holly.

Luego de casi una hora más de viaje llegamos al lugar. No se puede decir que estamos frente al sitio donde las chicas están capturadas, ya que estamos a muchos metros de distancia, porque sabemos que nos estamos metiendo en la boca del lobo. Están esperándonos. Saben que venimos. Quizás no están esperándome a mi. Quizás piensan que estoy muerto, pero aquí estoy, vivo y dispuesto a liberar al amor de mi vida.

Me enamoré de un PandilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora