Llevábamos tan solo una semana de clases y sinceramente ya estaba harta de todo. Pero por lo menos ya era viernes así que podía relajarme un poco. Estábamos en la última hora cuando Aitana me sorprendió sentándose a mi lado en el salón. Salió literalmente de la nada.
—Hola perdedora. Vine a proponerte algo ¿Qué te parece si vas a mi casa hoy y hacemos una pijamada? Seremos sólo las dos ya que ninguna de las chicas puede. Pero no importa porque te extrañé demasiado y quiero pasar más tiempo contigo... —me pidió haciendo un puchero y poniendo ojos de cachorrito lastimado ¿cómo le iba a decir que no a esa cara?
No tuve que pensarlo demasiado.
Para empezar ni loca desperdiciaría la oportunidad de ver a su madre de nuevo. Esa mujer era perfecta y me alegraba el día con tan sólo pensar en ella.
—Claro. Llegaré a tu casa luego de ir por ropa de cambio a la mía —accedí sin pensarlo mucho. Ella me regaló una sonrisa feliz por mi respuesta.
—Perfecto, te estaré esperando —me informó para después irse a su asiento antes de que el profesor la regañara por no estar haciendo la tarea asignada.
Me quedé con una sonrisa boba en el rostro en lo que quedó de clase. Tan solo pensar en que vería a su mamá de nuevo me hacía feliz.
~•~
Al llegar a mi casa me encontré con mi madre preparando la cena.
—Hola hija —me saludó volteándose desde su lugar frente a la cocina —en un par de minutos la cena estará lista —me informó cuando me acerqué a ella para saludarla con un beso en la mejilla.
—Oh... estoy bien gracias. Lo siento pero Aitana me ha invitado a su casa a dormir hoy y sólo vine a buscar ropa de cambio —le dije sin mirarla a los ojos. Era bastante descarado lo que estaba haciendo.
—¿Y cuando pensabas avisarme? —me reprochó.
—Ahora te estoy diciendo —le respondí con una risa. Soné más atrevida de lo que esperaba y ella me miró con incredulidad, negó con la cabeza como no creyéndose mi actitud.
—Ay Mimi... está bien pero cuídate mucho y mándale saludos a los Muñoz de mi parte —accedió y yo sonreí gigante. Era extraño que me dejaran salir sin avisarles antes —y nunca más vuelvas a hacer esto ¿eh? Es la primera y última vez que te dejo salir sin avisarnos antes. Solo te dejo porque los padres de Aitana son mis amigos —ahí estaba. No me iba a salir gratis hacer esto. ¿Y cómo es que mamá conocía a los padres de mi mejor amiga y yo no?
Gracias a Dios no me hizo más problemas o me puso más condiciones. Por lo general me costaba más conseguir que me dejaran salir. Le regalé una sonrisa y luego subí a mi habitación. Rápidamente tomé todo lo necesario y una vez que estuve lista, salí corriendo a tomar el bus después de despedirme de mi mamá.
Luego de un viaje bastante aburrido de 20 minutos escuchando canciones aleatorias y soportando a la señora que iba a mi lado y hablaba muy fuerte por teléfono, llegué a mi destino.
Al tocar la puerta de la casa de los Muñoz fui recibida por la señora Guerra y Dios... eso si que no me lo esperaba. ¿Dónde estaba Aitana y cómo se atrevía a dejarme con su madre?
—Buenos días Mimi ¿Cómo estas?— Ella me saludó dándome un beso en la mejilla. Sentí el calor subir hasta estas. De seguro estaba roja como un tomate.
—Hola señora Guerra, estoy b-bien gracias ¿y usted?— Me reproché mentalmente por mi idiotez. ¿Por qué esta mujer me hacia más estúpida de lo normal?
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La mamá de mi mejor amiga (Warmi)
Fanfiction¿Por qué nos enamoramos siempre de la persona menos correcta? Mimi Doblas, una adolescente de 18 años, descubrirá el amor en la persona menos adecuada, la mamá de su mejor amiga... *Nueva adaptación para vosotros, con el permiso de su autora :)