Capítulo 17

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Narra Mimi

Durante toda la semana siguiente a la que Ana me confesó que sentía algo más fuerte por mi, salimos lo más que pudimos. Íbamos al parque, a la playa, al café al cual me llevó después de que me encontró llorando o al bar en donde me peleé con ese imbécil por no dejarla tranquila. Casi siempre recurríamos a los mismos lugares, eran agradables y la pasábamos bien.

Ahora era sábado y habíamos planeado ir en la mañana al cine, pero Aitana me había llamado de última hora para que la ayudara a estudiar matemáticas. No me pude negar ya que teníamos un examen importante el próximo jueves y además me serviría a mi también. Sabía que a Aitana le costaba esta asignatura así que estaríamos toda la tarde trabajando. Con Ana tuvimos que cancelar nuestros planes pero nos conformamos con vernos en su casa mientras yo le enseñaba a Aitana, además Ana con gusto aceptó porque sabía que a su hija le costaba la materia y prefería que la ayudara.

~•~

Llegué a eso de las 2 de la tarde a su casa con mi mochila llena de ejercicios para estudiar y cuadernos llenos de ejercicio... que divertido.

Aitana me abrió y pasamos a su salón de inmediato para estudiar. Ni Ana ni Miguel estaban a la vista.

—Bien perdedora ¿estás lista para empezar? porque yo no. —me preguntó mientras se sentaba en la alfombra de su salón frente a la mesita del centro.

—Umh... eso creo, lo que en verdad me preocupa es no poder hacer que entiendas algo de la materia, ya que eres tan cabeza de chorlito que no me sorprendería que en una media hora estés quemando los cuadernos en la estufa de la cocina porque no puedes comprender nada.

—No no nada de eso, ya no lo volveré a hacer, además mi mamá me regañó mucho y no vale la pena aguantar otro castigo... sólo asumiré mi destino e intentaré comprender esta mierda. —se rindió soltando un suspiro y yo reí frente al recuerdo. Me divertía mucho ver a Ana regañar a Aitana.

—De verdad que eso espero, quiero que te vaya bien Aitana pero debes poner de tu parte. Okey, empecemos que el tiempo es una perra y no espera a nadie. —sentencié mientras comenzaba a sacar todas las cosas de mi mochila. Ella comenzó a hacer lo mismo y en menos de unos minutos ya teníamos toda la mesa llena de material de estudio. Sería una tarde larga...

Pasamos una hora estudiando sin parar hasta que escuchamos el garaje abrirse y después a Ana y a Miguel entrar por la puerta principal.

—Hola chicas ¿que tal va el estudio? —Preguntó Miguel mientras nos parábamos para saludarlos a ambos. Le di un beso en la mejilla y le respondí.

—Hola señor Muñoz, vamos bien y Aitana estás progresando bastante pero aún nos falta mucho por hacer. —detestaba que Miguel fuera tan buena persona, no se merecía nada de lo que le estábamos haciendo. Si él fuera una mala persona por lo menos me sentiría un poquito menos culpable pero no... el maldito era casi perfecto.

—Bueno espero que siga así y que no se frustre para luego ir a quemar las cosas como una desquiciada de nuevo. —habló Ana molestándola y reímos.

—No mamá, fue sólo una vez, ya te dije que nunca más lo haría. Mimi ya me advirtió lo suficiente así que no te preocupes. —le aclaró y yo asentí confirmando sus palabras.

Ana se acercó a mi para saludarme con un beso en la mejilla...pero como ella era Ana y yo era Mimi, me dio un beso en la comisura de mis labios y con su mano apretó mi cintura...la odiaba por ser tan juguetona. Se alejó de mi con una sonrisa coqueta en sus labios.

—Está bien... Mimi tu eres la encargada de mantenerla bajo control, nosotros estaremos afuera en la piscina por si necesitan algo ¿de acuerdo? —Nos informó, ambas asentimos en compresión.

La mamá de mi mejor amiga (Warmi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora