Capítulo 19

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Narra Ana


He fantaseado con miles de libros que relatan novelas románticas, de amores imposibles y de corazones rotos, en el que una chica se enamora perdidamente de un chico o viceversa, el cual está completamente fuera de su alcance pero el destino decide juntarlos, porque así debe ser, así estaba escrito y de todas formas van a estar juntos porque precisamente ese era su destino, estar unidos por siempre. Anhelaba tanto que esa persona especial llegara a mi vida y que nunca nos separáramos, que fuéramos invencibles y creía que Miguel era el correcto, pero Mimi llegó de la nada y desordenó toda mi vida, rompió todos mis esquemas. Puso mi vida patas arriba.

Nunca creí en que todo ya estaba predicho desde antes, de que todos estábamos ya con una historia escrita y que no hay manera de cambiarla, creía que yo tenía el control total de mi vida, de mis decisiones, pero no era así. Por más que intentaba olvidarme de Mimi, no podía. Había algo que me unía fuertemente a ella y me era imposible estar alejada de ella por tanto tiempo, comenzaba a creer que mi destino era estar junto a ella por siempre. Era como un hechizo, un embrujo. Ella me había hipnotizado y ahora estaba a su merced. Sus ojos verdes me atraparon en un bucle y ahora no podía despegarme de ellos. Por más que intentara no pensar en ella, todo mi cuerpo y alma me pedía a gritos que la fuera a buscar porque ya no soportaba estar lejos de su cuerpo, su aroma y su tacto.

Quizás me estoy convirtiendo en una loca desquiciada y obsesionada pero es que quién no lo estaría por Mimi Doblas. Era una maravilla, mejor que cualquier pintura de cualquier artista, mejor que cualquier escultura hecha a mano, mejor que cualquier modelo de revista, mejor que cualquier otro ser humano en el planeta, y estaba enamorada de mi. Una mujer mucho mayor, casada y madre de su amiga. ¿Cómo es que un ser tan increíble se había fijado en mi? No la merecía, ella debía tener lo mejor de este mundo y aún no sabía si era capaz de darle eso. Aún estaba lidiando y tratando de comprender mis sentimientos hacia ella. No sabía si estaba enamorada completamente de ella o si sólo era un amor pasajero, no sabía si la amaba, no sabía si valía la pena dejar todo por ella, ya no sabía ni quien era yo, me desconocía, no sabía nada. Estaba en una duda existencial, pero le aseguré que la amaba porque la verdad es que no quería que se alejara de mi, no lo soportaría, le dije eso sabiendo que yo no estaba segura y me siento como una mierda porque yo se que ella me ama incondicionalmente...

Soy muy egoísta, lo sé.

Tenía dos opciones. O hacer lo mejor para el beneficio de todos, que era olvidarme de Mimi y continuar con mi matrimonio normalmente y ser infeliz, o mandar todo a la mierda y velar por mi bienestar y estar con Mimi, aceptando las consecuencias que esto llevaba, es decir, dañando a mi familia.

Había hablado con Ricky mucho sobre el tema. Le contaba lo que sentía y él, gracias a Dios, me comprendía. Sin embargo mi mejor amigo tampoco sabía que era lo mejor. Me decía que siguiera mi corazón y que él me daría la respuesta. El problema era que mi corazón estaba tan desquiciado como mi mente obsesiva. Habían días en los que inventaba cualquier excusa para escaparme e ir con Mimi y habían otros en los que pasaba todo el día con Miguel porque me sentía culpable por dejarlo olvidado.

Yo amaba a Miguel, era mi mejor amigo en el mundo, mi confidente, mi aliado, éramos el duo dinámico, podíamos hacer cualquier cosa juntos. Había estado con él toda mi vida, no conocía otra cosa que no fuera él. Llevábamos juntos por más de 18 años y temía perder todo eso. Temía que él me odiara y que me quitara a Aitana, eran dos cosas que no podría soportar, su desprecio y estar lejos de mi hija. Miguel era muy comprensivo pero no había manera de que él comprendiera esto. Daría por seguro que enloquecería y me odiaría por siempre.

Aitana era otra historia. Era más joven y liberal. Ninguno de nosotros era homofobico o algo por el estilo, pero era distinto eso a enterarse de que tu mamá remaba para los dos lados y que se veía a escondidas con tu mejor amiga. También de seguro enloquecería y me odiaría. De inmediato me dejaría y se iría con Miguel quizás a no se donde, pero lejos de mi.

La mamá de mi mejor amiga (Warmi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora