Capítulo 50

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Narra Ana


Luego de no sé cuánto tiempo teniendo conversaciones más que aburridas con múltiples personas en la fiesta, me decidí por salir de mi zona de confort. Ya no podía seguir aplazando el momento de encontrarme con Mimi. Llevaba como media hora diciéndome a mí misma que esperara un poco más, que ella estaba con Aitana pero debía parar de mentirme a mí misma. Tenía que tragarme el nerviosismo y acercarme.

No tenía idea en donde estaba así que me dispuse a buscarla. Lo primero que hice fue acudir a Aitana. Ella había sido la última persona con la que la vi. Aitana me dijo que estaba con uno de sus amigos charlando.

Me hirvió la sangre...

Aitana me señaló la dirección en la que ambos estaban y efectivamente, Mimi estaba charlando animada con un muchacho bastante fornido y musculoso que estaba demasiado cerca de ella para mi gusto. Yo conocía al muchacho. Era amigo de David y lo había visto en otras fiestas de Aitana. Maldito...

Le decía cosas al oído a Mimi y esta solo reía. Ni si quiera debía estar celosa. Éramos absolutamente nada y a penas la había visto ayer pero el sentimiento de celos me estaba quemando el pecho. El enfado comenzaba a crecer desde mis entrañas. Creo que nunca en mi vida soportaría ver a Mimi con otra persona.

¡A ella ni si quiera le gustaban los hombres y yo estaba celosa igual! ¡Por dios! Tenía que controlarme.

Sin pensarlo mucho, me acerqué a ella y pasé un brazo por su cintura. Ella pegó un saltito y al ver que era yo, se quedó pegada viéndome. Sentía sus ojos en mi perfil.

—Disculpa amigo pero necesito robártela un momento. No es molestia ¿cierto? —Le pregunté lo más amable que pude pero el veneno era notorio en mi voz.

—Si. No hay problema. —respondió él dándole un sorbo a su vaso. Murmuré un gracias mientras dirigía a Mimi hacía el patio trasero para poder hablar más tranquilas.

Al salir la música se escuchaba amortiguada por las paredes y la tranquilidad era mucho mayor afuera. Perfecto para tener una conversación privada.

—Hola. —la saludé correctamente ya afuera con un beso en la mejilla —...lamento haber interrumpido pero quería pasar tiempo contigo. —le aclaré pero ella no decía nada. Estaba como hipnotizada viéndome de pies a cabeza. Sus ojos me recorrían como buscando algo ¿tan bien me veía que la dejé sin palabras?


Mimi POV


Estaba sin palabras... ¡Ana estaba demasiado sexy! Sentía que me comenzaría a sangrar la nariz. Esto era demasiado para mí.

Ana estaba... dejándome idiota. Lucía preciosa con ese vestido que me tenía babeando y con la mandíbula en el suelo.
¿Cómo es que podía estar más guapa que antes?

Ay Dios mío...

No tenía ni puta idea de cuánto tiempo llevaba viéndola con cara de imbécil pero no podía despegar mis ojos de ella. Su vestido blanco con el corte en la pierna era para morirse, al igual que sus sinuosas curvas y su mandíbula que se marcaba de manera perfecta y su cabello ondulado y su aroma y sus ojos que tanto extrañaba y su... su todo. Aún no procesaba el hecho de que la había vuelto a ver ayer y que ahora estaba en una fiesta en su casa.

Cuando fue a mi consulta ayer no fui capaz de reaccionar bien. Estaba tan nerviosa por tenerla de nuevo frente a mi. Mis manos sudaban y me costaba mantener mi voz normal. Fue horrible. Además de tener que concentrarme en no quedarme como boba viéndola.

La mamá de mi mejor amiga (Warmi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora