Narra Mimi
A penas mi último paciente del día se fue, comencé a ordenar mis cosas para poder irme. Quite mi bata y la colgué en el perchero, ordene mis informes y le dije a la secretaria que me retiraría un poquito más temprano de lo normal porque ya había terminado con todo mi trabajo debido a que Ana quería hablar urgentemente conmigo. No tenía ni una mínima idea de qué quería hablarme y parecía bastante ansiosa por contármelo. Me asusté un poco pero ella me calmó diciendo que no era nada grave. No me quiso dar más detalles que esos cuando me llamó así que mi curiosidad por saber qué era lo que me quería decir era bastante grande, por lo que me esforcé más de lo normal en mi trabajo para terminar una hora antes y poder así juntarme con mi novia de una vez por todas.
Cuando verifique que todo estuvo en orden en mi escritorio, salí de mi oficina y camine lo más rápido que pude hasta el ascensor. Me despedí bastante rápido de las personas que reconocí en el camino y ya una vez en el ascensor me tranquilice un poco, hasta que comencé a darle vueltas de nuevo a lo que Ana me quería contar. No sabía que era y por la forma en que me hablo al teléfono, es que tenía que ser algo importante. Parecía algo nerviosa. No me podía imaginar qué la tenía así.
El timbre del ascensor me saco de mi letargo. Camine hasta la salida del hospital despidiéndome de la recepcionista y me dirigí hasta el estacionamiento. Me costó ubicar un poco el deportivo blanco de Ana pero cuando lo vi, una sonrisa invadió mi rostro. Ella estaba apoyada en la puerta del asiento del conductor mientras un pequeño grupo de personas la rodeaba. Estaba sacándose fotos y firmando autógrafos en sus camisetas, sus móviles y hasta sus brazos, básicamente lo que se les ocurriera a los fans.
Me quede a unos metros de distancia, no queriendo molestar. Esperaría a que terminara de hablar con ellos y luego me acercaría.
Mi plan no duró mucho porque cuando Ana estaba en medio de firmar la parte trasera de un iPhone, sus ojos me encontraron. Se quedó estática por un momento mirándome y luego sonrió grande. Sacudió su cabeza y se volvió a concentrar en terminar de firmar el teléfono. Les dijo algo a los chicos y luego me señaló a mi. Hizo una seña para que me acercara a ella y mientras lo hacía, todos los ojos estaban puestos en mi. Me sentí un poco intimidada. No estaba acostumbrada a tener la atención de tantas personas, me ponía un poco ansiosa pero debía actuar natural. No quería que los fans de Ana me encontraran pesada o desagradable o cualquier adjetivo negativo. Quería agradarles.
Me acerqué tímida hasta quedar a su lado y ella me saludo con un beso corto en los labios y luego pasó su brazo por mi cintura para apegarme a ella.
—¿No les dije que es bonita?— Les comentó a sus fans. Estos rieron y concordaron con ella, provocando que un rubor colorara desde mis mejillas hasta mis orejas. Demonios.
—Mimi. Tú eres doctora ¿no es así? —Me preguntó uno de los chicos. Este tenía el pelo teñido de blanco y un piercing en la nariz. No tendría más de 20 años.
—Si. S-soy oncóloga y tra-trabajo aquí. —respondí inútilmente. El chico asintió con cierta admiración en sus ojos que me hizo derretir.
—Wow. Eso es fantástico. Yo también estudio medicina pero no se en que especializarme aún. —me contó el muchacho como si fuéramos amigos desde siempre. Comencé a tranquilizarme de a poco y a tener más confianza al hablar. Ana no paraba de lanzarme sonrisas al ver lo bien que me estaba llevando con sus fans.
Estuvimos otros 20 minutos hablando con el grupo, que nos preguntaban cosas sobre nuestra relación y nos contaban como nosotras los había ayudado a aceptarse a ellos mismos. Tuve que aguantar las lágrimas para no llorar un par de veces con las historias que algunos nos contaban. Recién pude comenzar a dimensionar el impacto que mi relación con Ana causaba en sus fans. Era bastante bonito saber que nuestro amor podía ayudar de una forma u otra a otros jóvenes. También nos sacamos fotos con ellos y hasta me pidieron que firmara cosas también.
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La mamá de mi mejor amiga (Warmi)
Fanfiction¿Por qué nos enamoramos siempre de la persona menos correcta? Mimi Doblas, una adolescente de 18 años, descubrirá el amor en la persona menos adecuada, la mamá de su mejor amiga... *Nueva adaptación para vosotros, con el permiso de su autora :)