El mar estaba a kilómetros de mi, pero siento que me esta llamando y por eso estoy aquí frente a este mar que me atrae como un imán. Mi corazón revolotea al sentir sus olas, es como si he olvidado algo y quiere que recuerde. Todas las noches sueño...
Joohyun al ver que la pelinaranja retrocedía sonrió y mostrando cada curva de su cuerpo, que las chicas no habían podido apreciar, camino hacia a ellas dejándolas con la boca abierta ya que inmediatamente reconocieron su rostro. Cuando estaba a unos centímetros de ellas trono los dedos, pero no paso nada y al notarlo dio media vuelta.
—Así que mi tío lo hizo— Se posiciono frente a Joy—necesito ropa o tus amigas se desmayaran en unos minutos por ver el cuerpo desnudo de una diosa.
Joy se acerco a ella para susurrarle— No eres una diosa Joohyun, aquí no tienes tus poderes.
—Cuando regresen acabare contigo y con tus patéticas amigas.
—Tu habitación esta a la derecha subiendo las escaleras— Ambas se alejaron y cuando vieron que desapareció de sus vistas, las amigas de la pelirroja corrieron al sofá.
Veían a Seulgi detenidamente mientras esperaban que Seulgi sacara su cuaderno de dibujos. Joy la vio intrigada no comprendía lo que hacían sus amigas hasta que recordó el dibujo de la pelinaranja.
Al sacar el cuaderno de su mochila todos pudieron apreciar el rostro de la diosa del mar. Las tres chicas abrieron la boca sorprendidas y Joy se maldijo mentalmente por no recordar este hecho; daba gracias a Zeus porque a pesar del parecido había algunas diferencias.
Entonces Joohyun apareció frente a sus ojos y no pudieron evitar hacer las comparaciones, claro que solo en su cabeza. Ambas tenían los ojos azules, solo que el de Joohyun eran más azules que en el dibujo, mucho más azul que cualquier mar que haya visitado. El cabello de Joohyun era castaño claro combinando así el cabello rubio de su padre y el castaño oscuro de su madre. El cabello de la chica del dibujo era verde claro, como los lagos. Todas las facciones de sus rostros eran idénticos.
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La vista de la castaña rápidamente se dirigió a las manos de Seulgi y no tardo en estar frente a ella y tomar el cuaderno—veo que no pierden el tiempo... lindo dibujo— se lo entrego— no me había imaginado con el cabello así, los dioses no solemos cambiar el cabello—Joy se golpeó la frente. ¿Cómo es que su querida amiga no puede ser más discreta? De niñas siempre era la más discreta, pero ahora Joy estaba segura que lo hacía para joderle la vida, ya que por algún Motivo Joohyun le guarda rencor— pero siempre seré perfecta.
—Disculpen a mi prima Irene— Joohyun la voltio a ver enojada ¿Irene? Como la diosa de la paz, eso era una blasfemia, un insulto a su persona— Su padre la castigo y la enviaron conmigo por un tiempo hasta que cambie su manera de pensar
"Eso no sucederá"
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Una vez más Seulgi había soñado con esa chica, la dueña de todos sus dibujos, sólo que ahora después de todos los sueños ahora podía escuchar su voz y su cabello ya no era ese tono verde, si no que ahora castaño como la prima de Joy. Estaba segura que eran la misma persona y eso hacia que el corazón de la pelinaranja se acelerase.
Por otro lado, Joohyun caminaba por las calles de esa ciudad, mientras pensaba como recuperar sus poderes, además planeaba como vengarse de los dioses, tal vez no es igual de fuerte como los dioses mayores o como los doce dioses, pero un mal rato si les haría pasar.
Sólo lleva un día en este mundo y en verdad los odiaba. Tenia que esperar a que las luces estuvieran rojas para poder pasar. Esas cosas de 4 ruedas llamados autos la tenían con el peor humor. Si ya los odiaba desde que los veía desde el olimpo ahora que los tiene frente a ella, eso empeoro.
Se encontraba frente a la universidad donde Joy estudiaba, ella movía su pie derecho esperando a que el semáforo cambiara. Una niña que estaba a su lado se decidió pasar, los rápidos reflejos de Joohyun la tomaron del brazo antes de que el auto le pasara por encima.
La madre de la niña corrió hacia ella mientras lloraba por la preocupación "Patética". Cuando el semáforo se puso en rojo decidido pasar.
La joven diosa no sabia que desde el olimpo su padre la observaba y que Zeus había hecho que la niña caminara hacia los autos para probar a Joohyun, si no la salvaba no pasaría nada, solo tendría algunas lesiones.
Todo mundo se encontraba en la cafería, puesto que era hora del descanso y eso provoco que la joven diosa llamara la atención de todo mundo cuando hizo acto de presencia, no en vano había sido bendecida por la belleza de Afrodita, además de que su madre Atenea era muy bella.
Un grupo de chicos hicieron rápidamente espacio para que ella se sentase a su lado, el cual Joohyun no se negó, pero segundos después dichos chicos se les cayó todo su comida encima teniendo que retirarse al baño.
Cuando todos ellos se retiraron una persona con la piel pálida al igual que Joohyun apareció frente a ella.
—¿Amigos? — La persona tomo asiento frente a ella, no sin antes hacer que todo lo que se había tirado sobre dicha mesa desapareciera.
—¿Amigos? Por favor, solo me ofrecieron sentarme. Ya sabes a un dios le encanta que lo idolatren— su vista rápidamente se dirigió hacia Joy, ella buscaba un mesa vacía y aunque no las escucho juraría que dijeron que se sentarían a su lado.
—¿Quieres que te ayude? — La hija del dios mayor solo lo ignoro puesto que no sabia de lo que hablaba— Sobrina, mi hermana Atenea de abandono y te arrebataron tus poderes... ella se quedó ahí sin hacer nada.
—Ares— Sonrió —Se que odias a mi madre y Harías lo que fuera por destruirla—Ares de maldijo, seria mas difícil de lo que pensó—pero yo también.
—Lo primero que puedo hacer por ti es destruir a tu querida amiga ¿Joy? — el dios de la guerra veía a la pelirroja— con solo tronar los dedos terminaría con ella... dime ¿quieres que lo haga?
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Espero que les este gustando la trama, aunque solo van dos capítulos. Denle mucho amor a esta historia que apenas comienza y recomiendenlo a más personas. Muchas gracias por leer.
