La Hija de Poseidon / Seulrene

Capitulo 32

Avionetas volaban por doquier, se escuchaban disparos, los perros ladraban. Los edificios estaban en llamas y esos soldados no les importaba los niños y mujeres inocentes que morían a causa de sus disparos, los único que les importaba era ganar esa patética guerra con las que obtendrían más poder a causa del miedo que estaban imponiendo.

Los truenos retumbaban, el mar estaba inquieto y sus olas ya habían destruido las pequeñas comunidades que se encontraban cerca. La tierra se habría y los demonios aprovechaban para escapar. No solo los humanos estaban en guerra en el olimpo también se libraba un gran batalla.

Joohyun cayo de rodillas el mundo era cruel, destruían todo, los animales, la naturaleza, a su propia gente, todo por su avaricia, por su ganas de tener más y más poder. El mundo era un lugar hermoso y aun lo es, pero los humos ensucian su belleza, por eso los humanos, merecen ser destruidos y los 12 dioses merecen ser destituidos.

La diosa abrió los ojos al sentir un suave tacto en su rostro, lo primero que vio fue a la pelinegra con rostro de preocupación.

—¿Estás bien? — Pregunto angustiada sin dejar de observar a la castaña, pues esta había derramado algunas lágrimas mientras dormía— te quejabas mientras dormías— con las yemas de sus dedos limpio suavemente las lágrimas de su amada.

Irene tomo la mano de Seulgi sonrió y le dio un suave beso— estoy bien solo fue un sueño, un sueño que acabo de olvidar con solo ver tu hermoso rostro, ¿desde cuando eres tan hermosa?... Siempre lo has sido, pero mis ojos se negaban a ver que eres tu Seulgi, mi destino eres tu y no quiero escapar de eso.

Seulgi se colocó sobre el regazo de Irene tomo su mano y lo coloco sobre su corazón mientras sus respiraciones se aceleraban y el contacto con sus ojos se hacia más profundo— No lo hagamos, no escapemos más... tu eres mi destino, yo soy tu destino, ambas podemos sentirlo... No importa si no está escrito.

—Si no está escrito entonces lo escribiré... pero desde hoy Kang Seulgi Soy completamente tuya y tu eres completamente mía... mi amada Seulgi casémonos.

La castaña tomo de la mano a Seulgi y la atrajo hacia ella quedando solo centímetros para que sus labios se tocaran—dime Seulgi ¿quieres vivir conmigo por la eternidad? ¿quieres ser una diosa junto conmigo? O ¿quieres que envejezca contigo? Puedo ser humana si lo deseas, no me importa, solo quiero estar contigo.

Seulgi roso sus labios con los de la castaña— Baechu, no me importa si eres humana o una diosa, yo te amo a ti, y si quieres que vivir eternamente conmigo que así sea, porque mi amor por ti, es infinito.

La pelinegra se puso de pie y la sabana que cubría su cuerpo desnudo aterrizo en el suelo, Joohyun no pudo evitar centrar su mirada en el perfecto cuerpo de la pelinegra quien caminaba al redor del lugar observando cada detalle de este.

—¿Dónde estamos? ¿Es el olimpo?

Joohyun se puso de pie y se acerco a la pelinegra rodeando sus manos en su cintura—Es un lugar al que vengo cuando quiero estar sola, pero no es olimpo... aun estamos en la tierra, pero tiene poder de los dioses... solo los que tengan sangre, o como dirían los humanos solo pueden verlo los seres mitológicos... aunque los humanos pudieran verlo ellos no pueden pasar.

Seulgi se dio la vuelta para encontrarse con los profundos ojos azules de la diosa— Entonces ¿Cómo pude entrar?

Irene sonrió y tomo las manos de Seulgi— Seulgi te he entregado mi corazón... ahora tu puedes entrar incluso en el olimpo... a excepción del inframundo si no eres invitado nunca podrás volver a salir.

—No querría ir al inframundo, solo estaré donde tu estés... a partir de hoy siempre estaremos juntas.

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La pelirroja acaricio los cabellos rubios de Yeri mientras la observaba con una gran sonrisa y una mirada llena de amor, no podía creer que la tenía recostada a su lado, después de todo lo que habían pasado, realmente sus celos la habían hecho actuar de muy mala manera.

—Entonces ¿Me perdonas?

—¿Cuántas veces lo vas a preguntar? ¿Crees que si no te hubiera perdonado estaría desnuda aquí a lado tuyo? ¿Cuántas veces ya lo hicimos?

Joy se sonrojo y trato de evadir la profunda mirada de la rubia—Bueno en mi defensa soy la hija de afrodita diosa de la belleza, el amor, la lujuria, la atracción física y el sexo.

Yeri se subió al regazo de Joy y la empujo— No me estoy quejando... me encanta... y si vuelves a decir que me amas lo volvemos hacer.

Joy sonrió—Te amo, Te amo, Te amo.

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—Muy bien todo esta casi listo, la flecha que podrá matarla está siendo preparada, solo tenemos que encontrar a la persona que lo lanzara.

—Tengo a la persona perfecta... Artemisa, ¿Qué mejor que la diosa que más odia? Me encargare de sembrar la discordia y mis hijos las harán pelear hasta que nuestra querida sobrina muera... 

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Nuevo capitulo, espero que les haya gustado