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-Minerva, ¿que es eso en el plato de mi hija? - mi madre entra en el comedor, ruedo los ojos y con la mirada me disculpo con Minnie.

-Yo le pedí que me hiciera pancakes madre - digo, ella niega.

-Eso no es un desayuno apropiado - sin mirarla me encojo de hombros y sigo comiendo, desde pequeña se que es mejor ignorarla que ponerme a discutir con ella por algo tan tonto como pancakes - Minerva la próxima vez apegate a mi menú ¿entendido?

-Si señora Allen - asiente, mi madre vuelve a irse de la cocina pero no sin antes decir " y no malcries a mi hija"

-Lo siento Minnie - la miro apenada y ella niega con una sonrisa.

-Tranquila mi niña, ya sabemos como es la señora - su sonrisa es tan dulce como el primer día que llegó a esta casa.

Minnie es mi nana así que es todo lo que mi madre no es conmigo, ella es la parte cariñosa, amorosa y mimadora mientras que mi madre pocas veces ha demostrado algún sentimiento a mi o a mi padre, y también es muy controladora como por ejemplo recién con mi desayuno.

-Señorita Olivia, el joven Kian la espera en la entrada - nuestro "mayordomo" dice.

-Paolo te he dicho que me digas Liv, somos familia recuerdalo - tomo el restante de jugo de mi vaso y voy a la entrada.

-Hola - entra en la casa, le doy un abrazo. Kian es mi mejor amigo y junto con Julia son mis dos únicos amigos, ambos tienen vidas iguales a las mías y los tres estamos cansados de los lujos y todo eso así que nos inscribimos a una universidad a media hora de nuestro residencial para que nadie nos conozca y no se hagan ideas que no son solo por el dinero de nuestros padres.

-Julia vendrá en cualquier mom... - soy silenciada por mi padre hablando por teléfono, frunce el ceño y asiente antes de terminar la llamada.

-Cenaremos con los Holland esta noche - dice.

-¿Esos quienes son? - pregunto y los dos hombres en la sala me miran sorprendidos - ¿Que?

-Dime que estas bromeando, Dominic Holland es de los empresarios más grandes de todo Londres y está en la ciudad para hacer negocios con mi madre y tu padre - explica Kian, sigo sin entender por qué son tan importantes estos tales Holland, y en todo caso ¿no sería, Dominic? Así que es solo una persona.

-Exacto, vendrá con su esposa y su hijo menor Patrick - mi madre llega y mi padre la mira - Cenaremos esta noche con los Holland.

-¿Por qué no me habías dicho? No tenemos nada preparado - y ahí está la controladora Karen Allen, entra en la cocina y desde aquí se escuchan las órdenes que les da al staff de la cocina.

-Luego de la universidad te regresas inmediatamente para tener todo listo y que la señora no pierda la cabeza - mi padre bromea y reímos.

-Esta bien papá - beso su mejilla, tomo mis cosas y salimos de la casa cuando Julia toca el claxon de su auto.

En el camino a la Universidad del Fénix vamos escuchando música y cantando a todo pulmón hasta que llegamos.

Julia y Kian hablan de Dominic Holland y de todo lo que a logrado viniendo de no tener nada a ser un exitoso empresario como lo es hoy en día, yo hago oídos sordos porque ese es el tipo de temas de conversación que me cagan. Siento como cubren mis ojos, inmediatamente llevo mis manos a las manos del o la desconocida y sonrió al sentir los anillos.

-¿Quién soy? - intenta cambiar su voz y río.

-Se que eres tu amor - quita sus manos y cuando volteo está haciendo un puchero, río y beso cortamente sus labios.

-Siempre me descubres, no se vale - pasa su brazo por mis hombros y seguimos caminando.

-Eso es porque te conozco super bien Haz - sonrío y llegamos a nuestro salón.

(...)

Como era de esperarse las clases fueron terriblemente aburridas e hicimos de todo menos poner atención, a la salida como dijo mi padre vuelvo inmediatamente a casa porque si bien mi madre me estresa en su estado normal, cuando se pone como loca por una cena o sea cual sea el evento es incluso más molesta, la quiero pero es molesta.

Llego a casa y fuera de esta hay un auto muy pero muy lujoso para mi gusto. Me despido de los chicos y camino por el gran jardín, cuando llego a la puerta noto a un chico de maso menos mi edad se podría decir, hablando por teléfono así que paso por su lado sin darle mucha importancia seguro es uno de los trabajadores de papá, siempre hay uno que otro por acá.

-Olivia ve a cambiarte, te dejé tu ropa en la cama - en el segundo en que pasó por la puerta principal mi madre me toma del brazo, asiento un poco aturdida y subo por las escaleras de mármol gigantes que están a la izquierda de la puerta.

Llego a mi habitación pero no sin antes saludar a todos los trabajadores que veo en mi camino por el gran pasillo, entro en la habitación y se que hice una cara de asco enorme. Un vestido color celeste está posado sobre mi cama junto con unos tacones tan gigantes que estoy segura que solo mi madre podría manejar.

Abro mi armario y saco un vestido negro que me había regalado mi padre y me lo pongo, saco mis converse y también me las pongo. Mi madre habrá perdido la cabeza si creyó que me pondría esa cosa.

Strangers || Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora