motivos ✔

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[ALEC]

—¿cual es el plan, Alec?—pregunto Jace, mis hermanos llevan casi una hora haciendo llamadas moviendo cosas, preparandose para huir. Ahora estamos los tres en el comedor, hace unos minutos fui a mi departamento por mi motocicleta y por el expediente que Valentine me entregó, sobre Magnus.

—primero, averiguar por que valentine, quiere matar a mags— sugerí.

-¿Mags?-preguntó son diversión Jace, ganándose un codazo por parte de Izzi.

-continúa hermano mayor.— me indicó ella.

— lo siguiente es protegerlo mientras este en el hospital, y luego sacarlo del país— eso era lo que había planeado.

—Izzi y yo podemos ir ha averiguar el por que, en el mercado de sombras alguien nos venderá algo de informacion.— los miró extrañado. El mercado de sombras es un lugar donde se comercializa todo tipo de cosas e información ilegal.

—¿Como conocen ustedes el mercado de sombras?— ambos se hacen los desentendidos.

—iremos por Magnus—Luego hablaré con ellos muy seriamente.— luego iremos al mercado.

[MAGNUS]

Estoy debajo de un gran árbol, frente a un vasto campo. Cerca del árbol se alzan unos rosales, de rosas rojas. Me acerco a las rosas, no son de cualquier rojo, es el rojo más intenso que he visto.

—estas rosas muestran el color de ojos de tu alma destinada, cuando la tocas.—dijo mi madre apareciendo de la nada— Cuando aun no lo conoces son rojas, justo como están ahora— ella acarició las rosas y estas poco a poco se tornaron verde con bordes dorados, como los de mi padre—mi pequeño gatito, debes tocarlas.

Las tocó — madre esto no funcionará—estoy muy seguro que se quedarían rojas. Pero poco a poco se convirtieron en...

azules

no cualquier azul, un azul que reconocía.

-¿Alec era al que te referías con "ÉL"?

-si, ahora están en un grave peligro. Pero deben estar juntos, no dejes que nada te convensa de lo contrario. Encontrarán su camino sólo dejate guiar de su mirada, la puerta a su alma.

No pude responderle o preguntarle a que peligro se refería. Por que se desvaneció, de la oscuridad emergió  la voz de Ragnor llamándome. Despierto en la habitación de lo que creo es un hospital, con Ragnor a mi lado. Se veia muy preocupado, nunca lo había visto así.

—¿Rag?—hable aunque fue más un susurró, la garganta me mataba.

—Mags, por Lilith. Me tenías preocupado.— eso era claro, me alcanzó una botella de agua—no te mereces ni esto.

—¿que pasó?— preguntó aún aturdido

—yo esperaba que tu me lo digas— dijo él disgustado.

—pues...— hago un esfuerzo por recordar, todo llega a mi mente como una ola. Pandemonium, silbido, fuego, humo, la puerta, y luego unos hermosos azules.

—recuerda,—Ragnor interrumpe mis pensamientos— tu apartamento se incendió.

En ese momento la puerta es abierta por una mujer elegante de piel morena y cabello con toques azules, al igual que sus ojos. Catharina.

-ohh Magnus, me asustaste mucho.—sus ojos se llenaron de lágrimas— Se puede saber ¿Cómo demonios se incendió tu lotf?

Les cuento todo, desde mi noche con Alec, mi planes de ir a buscarlo, la flecha, la puerta, mi salvador.

—entonces...—comenzó cat—¿Estas seguro que el chico de pandemonium te salvo?

—Cath, estoy seguro que esos ojos, son suyos—digo firmemente— esa mirada no la confundiria.

—es verdad,—afirmó Ragnor, para sorpresa mía y de mi amiga. Ambos lo miramos extrañados— alguien me envió un mensaje, diciéndome que estabas aquí y que lo sentía.

—era él—dije intentando ocultar la emoción y fallando catastroficamente.—¿Qué lo siente?—esa parte no pude comprenderla. Rag me mostró los mensajes, yo sigo sin entender nada.

—además, hay algo que debes saber— dijo cat cambiando de tema, usando su tono serio que acontecia una mala noticia—él casi las encuentra, ella la mandó aquí, contigo para que la protejas

—¿Esta aquí?—yo se muy bien a quienes se refiere, todos lo sabemos.

—si,— ella miró hacia la puerta—con un chico, dice ser su mejor amigo.

La puerta suena, nos miramos entre nosotros y es Cat quien se levanta a abrir, cuando lo hizo inmediatamente la volvió a cerrar, con una sonrisa de diversión en sus labios.

—bueno creo que tienes razón Bane, él chico sexy de Pandemonium te salvo—dijo aguantando la risa.

—¿Por que lo dices?— cada vez estoy más confundido.

—por que él seria el único chico sexy y extremadamente caliente, que vendría a verte sin que lo hallamos llamado.— ella seguía pegada a la puerta— Por cierto sus ojos azules son muy hermosos.

Demore unos segundos en reaccionar.

—Catharina Loss, ¿Acaso le cerraste la puerta en la cara?— ¡oh Lilith!, así lo espantara.

—ups,—dijo fingiendo culpa— bueno Fell demosles privacidad.

Catharina y Ragnor salieron de la habitación, inmediatamente entró Alec. Se veía muy preocupado, pero con una gran determinación en sus ojos.

—hola— me saludó tímidamente, sus mejillas estaban rosa— ¿t-te encuentras bi-bien?—se veía muy tierno.

—¿Por que regresaste a mi apartamento?—esa pregunta me estaba acosando, desde que recorde que él me había salvado, acaso  regreso a verme. Por la expresión herida y triste de su cara, deduzco que malinterpreto mis palabras—no, no, no— tenias que cagarla Magnus— no es que no me gustes, pero tu desapareciste aquella noche, yo creí que no regresarias. Justo hoy iría a Pandemonium a buscarte.— claro ahora debería estar conquistandote, si no me equivoco es pasada la media noche.

—también me gustas—dijo en un susurro, tomó aire, como tomando valor—regrese por que no puedo dejarte. No soporte la idea que murieras, fue mi culpa—yo no entendía nada ¿Cómo que fue su culpa?—empecé a sentir cosas por ti y no pude hacerlo.

—estoy muy feliz y muy confundido, Alexander no te entiendo.

—¿Aún recuerdas mi nombre?—que tonta pregunta, claro que lo recordaba, jamás olvidaría nada de él

—claro, pero ahora explicate bien.

—Trabajo para Valentine—ese nombre me helo la sangre— me encargó matarte, ese era mi trabajo—acaso sólo había jugado conmigo—pero esa noche, Raziel, esa noche no sólo te entregué mi cuerpo, sino también mi corazon.— y te llevaste el mío también, pense—me dio una semana para acabarte, lo intenté. Pero no pude dejarte, te traje aquí y le avise a tu amigo. Tal vez me odies, se que me lo meresco— bajo la mirada y tomó mis manos entre las suyas—pero déjame ponerte a salvo, por favor. Después de eso desaparecere de tu vida—dijo en tono suplicante, había una profunda tristeza en su mirada.— Aunque me odies y lo entiendo, sólo... sólo déjame protegerte

—claro que no te odio, y nos pondremos a salvo, todos, no quiero que desaparezcas de mi vida.—le sonreí ese chico tenía algo especial—pero por ahora estar a salvo es nuestra mayor preocupación.

—claro, pero primero hay que salir de aquí— estaba algo nervioso, lamentablemente conocía a Valentine era capaz de cualquier cosa— no puedes seguir aquí.

mirada que mataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora