hechos de amor

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[ALEC]

Las palabras de Magnus me retumbaban en la cabeza, me asaltan los recuerdos de mi madre despidiéndose, la noticia de su muerte, su funeral, mis hermanos y yo en la calle. Luego, recordé que yo también arruiné su vida.

–Creo que estamos a mano– digo después de unos tortuosos minutos de silencio–¿Valentine te lo ordeno?

–si, se que no es una escusa pero también me ordeno matarlos, pero no pude– eso me sorprendió, ese bastardo...
Ni siquiera le importó que éramos solos unos niños desamparados– yo lo siento tanto, se que tu y tus hermanos jamás me perdonan. Se lo que hice, por eso no puedo aceptar que arriesguen tanto por mí.

–no fue tu culpa, estoy seguro que te viste acorralado– llevo años con ese hombre, lo he visto manipular y dejar a los demás sin opciones, solo para que hagan lo que el quiere.

–no es justo– su voz sonaba tan rota– deberías odiarme, eres tan valiente, leal, dulce, yo no puedo compensar o merecer esto... a ti.– siento mis mejillas calentarse.

–Magnus, creo que lo mejor es dejar esto atrás, se que la muerte de nuestros padres no es fácil. Pero ambos somos culpables y víctimas de las circunstancias– no quiero que siga huyendo de mí, así solo es presa fácil  para el demonio que le está dando caza. Las lagrimas se deslizaron silenciosamente por su rostro, opto por acercarme y él me abraza, aproveche a acurrucarme junto a él, mientras recibía caricias en el cabello.
Permanecimos así mientras que el sueño nos arrastró a la inconciencia.

***

Despertamos casi al medio día, los demás aún estaban dormidos. Los hecho de anoche cansaron a todos, aunque creo que Jace se pasó con el sedante para Clary y Simón.

–¿pudiste dormir bien?– preguntó Magnus. El sofá era algo incómodo pero al vivir siguiendo blancos estaba acostumbrado a dormir bien sin importar las condiciones.

–si ¿Y tú?– sonrió y fue como si viera el resplandor del sol. Su sonrisa era suficiente para comenzar un buen día

–es mejor que despertar con malestar a causa del Ying Feng– eso apagó mi buena energía.

(N/A: Mags cagándola.)

Ey, no pongas esa cara–mi siquiera noté que cambie de expresión– no he vuelto a consumirla.

–Mags...– lo que estaba por decir fue interrumpido por el sonido de la puerta.

–yo ire– se ofreció– ve a despertar a los demás, buscaremos algo que comer.

***

[MAGNUS]

–Buenas tardes– Saludan Ragnor y Raphael, llevaban consigo unas bolsas– trajimos comida– el aspecto de Rag no era muy bueno, estaba palido, sus ojos algo rojos y su respiración agitada.

–Ragnor ¿Estás bien?–los recién llegados compartieron una mirada y mi amigo asintió.

–solo no pude dormir bien– su respuesta no me convence del todo.

Pronto aparecen los hermanos Ligthwood, Clary y Simón. Todos con la cara algo hinchada y el cabello revuelto –te digo que te pongas algo debajo– decía Alec.

–mira– Iz se detuvo, poniendo su brazos en jarra. Llevaba solo una camiseta que parecía ser del rubio que apenas la cubría por debajo– tu y Jace son mis hermanos–.

–hay más personas aquí– razonó Alexander.

–Puff... Por favor Alec– se giró hacia nosotros –podria pasearme desnuda y Magnus solo te miraría a ti, el viejo– señalo a Ragnor –solo mira a Raphael y él al viejo– me causo gracias la mueca de mi amigo ante tal "apodo"–Clary está babeando por Jace y Simon... Es Simon– su hermano mayor se rindió.

Comimos juntos, contando anécdotas graciosas, mientras las mejillas de Alec se sonrojaba cuando sus hermanos contaban algo de él, con Rag y Rafa pegados y llenos de amor –aunque notaba a Ragnor con algo de molestia, tal vez se lastimó ayer– Jace coqueteando descaradamente con Clary y Simón algo celoso pero babeando por Isabelle.

Parecíamos una familia, una loca, rara y letal familia.

Conseguimos cartas y algo de música, así pasamos el día, como seres humanos normales, sin la muerte respirandoles en la nuca, sin un asesino siguiéndome.

Llegó la noche y la actitud extraña de Ragnor aumento. Parecía impaciente y sudaba como si tuviese fiebre, sus ojos estaban algo rojos.

–¿Seguro estás bien?– le volví a preguntar, lo había hecho muchas veces durante el día.

–si, solo un poco cansado– me dio una sonrisa extraña pero apareció Raphael para cuidarlo. Los observé conversar entre ellos, parecían pensativos, hay algo que no me termina de gustar aquí.

–Chicos no creen que necesitamos algunas provisiones...– el que habló fue Raphael– podemos ir, solo unos cuantos.

–yo voy– dijo Isabelle.

–Eh... No, por qué mejor nos acompañan Alec y Magnus– sugirió.

–¿Y por qué yo no?– cuestionó la peli negra.

–por que necesitamos comida y medicina y tu te quedarás entretenida con ropa, maquillaje o cualquier cosa que brille– ella no pudo contradecir eso.

–me parece buena idea– lo apoye, Alec salió de la habitación.

–no irás a ningún lado– Jace y Isabelle empezaron a hacer muecas y señas como si ya estuviese muerto.

–¿Cómo porque o qué?– cuestioné

–uno de los mayores asesinos quiere tu cabeza, no puedes salir– antes de que yo volviese a hablar Jace se ofreció.

–yo los acompañare– también lo hizo Simón.

–resuelto– Alec parecía un poco menos preocupado –iran ellos, pero con cuidado.

–pero... pero...– Raphael parece algo angustiado y ¿Desesperado?

*Sonido de tos* (N/A: lo siento no se onomatopeya)

Ragnor empezó a toser compulsivamente. Raphael sin duda estaba angustiado, estaba por acercarme cuando mi amigo despegó su mano de la boca...

Sangre...

La palma de su mano estaba manchada de sangre.

–mierda– el color desapareció de Raphael.

–cariño...– hay algo de lo que me estoy perdiendo. Acaso... ¿Ragnor está enfermo?

–NO, Rag no– todos estábamos petrificados –necesito que vengan conmigo, para poder salvar a Ragnor–

–¿Salvarlo?– esa fue Clary.

–Jonathan le inyectó un veneno y solo el tiene la cura y...–

–la cura a cambio de nosotros– fue Alec quien dijo lo que el joven no se atrevía a decir.

–lo siento– agachó la cabeza, Rag masajeó su espalda con la mano limpia.

–te entiendo– lo conforte –yo haría lo mismo–












Se viene el final...
Pronto...

mirada que mataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora